martes, 6 de junio de 2017

EL PODER DE LA CONCIENCIA (Conferencia)



EL PODER DE LA CONCIENCIA

(Conferencia)

NEVILLE GODDARD, 1953


Traducido por: Laura Arrojo





Creo que ya saben lo feliz que estoy de estar de vuelta aquí, porque esta es la única plataforma que me concede completa libertad. Saben que el Doctor Bailes no me ha restringido ni una vez, ni me ha sugerido ninguna condición. Él me da completa libertad en esta plataforma, y por eso yo estoy muy feliz, porque no podría estar aquí a menos que me dé completa libertad.


Ahora, les he traído este año una completa serie nueva. He nombrado a esta, la primera, “El Poder de la Conciencia”, porque es la roca fundamento sobre la cual la completa estructura descansa. No ha sucedido ni una cosa el año pasado, que sacuda a ese fundamento. Muchas cosas han sucedido, muchas revelaciones, muchos experimentos, y aun así, el fundamento permanece intacto. Para aquellos que no están familiarizados con este fundamento, nosotros hacemos la declaración de que la conciencia es la única realidad. Si llamas a Dios la única realidad, ese es el nombre que le damos a esta única realidad. Así que decimos que la Conciencia es Dios. Decimos que la conciencia en acción, es la imaginación. Y si la conciencia en acción, o Dios en acción, es el Hijo siendo testigo de su Padre, entonces llegamos a la conclusión de que la imaginación es aquel Hijo.


No hemos tenido nada este año, como les he dicho, que disturbe aquella profunda convicción. Observamos al mundo como, yo diría, la manifestación de la conciencia; y las completas y vastas condiciones de los hombres son tan solo revelaciones de los estados individuales de la conciencia. Nosotros distinguimos entre la identidad individual, y el estado de conciencia que esta ocupa. Tú eres un ser eterno. El verdadero tú, es el tú imaginativo, personificado para nosotros en el Evangelio como Jesucristo, pero el hombre no lo conoce. Pero este es tu verdadero ser. Este ser es tu maravillosa imaginación.


Cuando hablamos de la revelación del estado, simplemente queremos decir que el estado en el cual tu verdadero ser habita por un momento, se materializa a sí mismo con las condiciones y las circunstancias de tu vida. Si estás insatisfecho con las condiciones de la vida, no hay manera posible de cambiarlas, a menos que primero cambies el estado desde el cual observas al mundo; porque el estado desde el cual el hombre observa al mundo, determina el mundo que ese hombre describe. Porque el mundo que es descripto desde la observación debe ser, así como lo describe, relativo al observador que describe. Dicho de una manera simple, si yo te preguntara ahora, “¿Dónde está San Diego?”, y tú me respondes: “Yo diría, alrededor de 130 millas de aquí”. Y luego te hago otra pregunta: “¿Dónde está Santa Bárbara?”, y tú respondes, “Aproximadamente a 100 millas de aquí”. Bueno, yo no tengo que ser Einstein para decirte dónde estás, porque si me dices donde estos dos están, uno está a cien millas desde aquí en relación a ti, y el otro está a ciento treinta millas de aquí en relación a ti, yo sé que debes estar en algún lado en el área de la Ciudad de Los Ángeles.


Ahora, la misma ley es verdad en cualquier descripción que tú hagas del mundo. Si te pido que me describas tu mundo socialmente, y escucho atentamente tu descripción del mundo, tú me estás revelando tu posición en el mundo social. Si te pido que me lo describas intelectualmente, financieramente, espiritualmente, quizás no lo sepas, pero la descripción del mundo que me ofreces a mí, el que escucha – o a ti, si eres atento – ese es el estado de conciencia en particular desde el cual tú ves al mundo. Y continuarás viendo al mundo como ahora lo ves, a menos que cambies tu estado de conciencia. Ahora, hay ciertas palabras que en el transcurso de su uso prolongado, generan varias connotaciones muy extrañas. Entonces, en el transcurso del tiempo, estas palabras dejan de significar algo en absoluto. Tal palabra es el “Sub-consciente”. Tal palabra también significa – y no se sorprendan – tal palabra es: “Cristo Jesús”. No hay dos que tengan la misma opinión de la palabra, la misma definición o humor de la palabra. Ahora, echémosle un vistazo a la palabra “sub-consciente”, y veamos cómo es definida para nosotros. Esta es la definición que se nos da en cualquier buen diccionario: Es aquella porción del estado mental que no está directamente  dentro del foco de la conciencia, pero que es capaz de ser llamada a tal enfoque por el estímulo apropiado.


Esta es la definición de este fabuloso reino. Ahora veamos a la declaración hecha para este reino. Nuestros científicos mentales, psiquiatras y psicólogos de hoy, se refieren a esta región como al poder creativo en el hombre; que todo lo que hay en el mundo del hombre, es determinado por las actividades de la mente subconsciente; que el hombre mismo no tiene absolutamente ningún control  sobre las actividades de esta región, a menos que él primero se meta en una relación con esta. Aquí hay una región que llaman el sub-consciente; otros lo llaman el “inconsciente”, y otros lo mencionan como el “inconsciente colectivo”, pero ellos lo declaran como el poder creativo que moldea al mundo externo, en armonía con la organización interna de sí mismo. Así que le dan estructura, le dan realidad, le dan forma, y afirman que su estructura determina la estructura externa que observamos y llamamos la única realidad: que cualquier modificación en la estructura interna de esta profunda región, resulta en cambios correspondientes en el mundo externo material. Pero luego nos dejan a la merced  de él, a menos que podamos encontrar el truco de entrar en una relación con él.


Ahora, vayamos al evangelio. Qué se dice sobre el personaje central del evangelio – me refiero a aquel al que le dicen Cristo Jesús. Se dice de esta figura principal que: “Todas las cosas fueron hechas por Él, y sin ÉL nada de lo que fue hecho ha sido hecho.” Todas las cosas, no un par de cosas, todas las cosas – incluye a todo. Yo leo a mi evangelio cuidadosamente, y me doy cuenta que de adentro para afuera es el orden del Universo. En el capítulo 7 de Marcos: “No es lo que entra en el hombre lo que lo contamina, sino lo que sale de su corazón” (versículos 18 al 20), ya sea para bien, o para mal. No solo lo bueno sale, sino la maldad también puede salir. Todas las cosas salen de adentro hacia afuera; lo que entra, no puede contaminar al hombre; solo aquello que sale del corazón del hombre puede bendecirlo o contaminarlo; que existe algún poder creativo en el hombre, que constantemente moldea al mundo externo en armonía con sí mismo, y este Poder Creativo es descripto para nosotros, como Cristo Jesús.


Ahora, démosle otro vistazo a lo que nos enseñan: Existe un método que ellos usan para investigar en lo profundo de esta región; que cuando un hombre está dormido, usan el método de los sueños para investigar dentro de lo profundo. Porque la biblia nos dice esto de principio a fin. “En un sueño, cuando el sueño profundo cae sobre los hombres, luego él abrirá los oídos de los hombres, y sellará sus instrucciones.” Se te dice que Dios habla con sus profetas en sueños. Fue un sueño los que los impulsó a traer su gran revelación. Se te dijo que a este hombre sabio, el más sabio de todos, se le prometió riquezas, y vida larga, y gran poder, y he aquí, ¡Salomón se despertó y fue una visión de la noche! Se te dijo que el nacimiento de la figura central fue profetizado en un sueño, y que todo era solo un sueño.


Ahora descubrimos que hay otra forma de mirar adentro de lo profundo, y la manera de mirar despierto hacia adentro de lo profundo, es a través de la imaginación del hombre; que la imaginación es ahora el método despierto para investigar dentro de esta gran misteriosa profundidad. Porque los antiguos se dieron cuenta que si alguna vez descubrían verdaderamente la única realidad, no podría ser nunca por medio de algún instrumento  hecho por el hombre. Para poder descubrir la única realidad, ellos tendrían que preparar a la mente para que se observe a sí misma, y luego grabar con precisión esas observaciones. Porque sacaron la conclusión de que ninguna descripción de la Mente, hecha por cualquier científico conocido entre los hombres, podría ser una descripción adecuada sobre la Mente que hizo aquella ciencia. Así que hoy, cuando hablamos de tomar a la imaginación para mirar dentro de lo profundo, se está mirando a sí misma. Tú preparas a la imaginación para observarse a sí misma, y luego para grabar con precisión aquellas observaciones. Y debes llegar a la conclusión de que la imaginación es la figura central de los evangelios.


Cuando leas a tu evangelio con esto en mente, la cosa completa se convierte en un libro iluminado. Un pequeño pasaje simple; toma a cualquier pasaje – si esto fuera una reunión abierta, yo te desafiaría a que me preguntes ahora cualquier cosa respecto a la figura central, y tomando esta simple y pequeña técnica de identificar aquella figura con mi propia imaginación, la respuesta sería automática. Entonces, aquí tenemos a un pasaje. “Pedro, ¿me amas?, Sí, Señor, tú sabes que te amo. Luego alimentaron a las ovejas.” Y tres veces se hace la misma pregunta, y tres veces se da la misma respuesta, y la última respuesta trajo una especie de rebeldía, porque fue preguntado tres veces. Pero ahora lo tomas como si la imaginación se está preguntando a sí misma, “Yo he descubierto a mi salvador, yo he descubierto mi pastor, y lo que serían las ovejas, porque nuestras mentes son como ovejas dispersas, o nuestros pensamientos son como ovejas dispersas que no tienen pastor. Ahora que has descubierto que yo soy tu pastor, que yo soy tu salvado, que tu propia maravillosa imaginación es la figura central; “¿Ahora, lo amas?” Tú respondes, “¡Sí!”. Bueno, entonces alimenta a mis ovejas. “Bueno, ¿Acaso no he alimentado a las ovejas? ¿En qué momento no he alimentado las ovejas? “Cuando se lo hagas aun a los más pequeños”. Cada vez que imagines cualquier pensamiento desagradable en contra de otro, me has hecho caminar por el lodo.


Y aun así el hombre continúa ciegamente creyendo que él sirve al Maestro; creyendo que verdaderamente entiende a Cristo Jesús; que él entiende y ama a su Salvador. Y mañana, tarde, y noche, él imagina las cosas desagradables en contra de su vecino, sin saber que en ese mismo momento, él estaba llevando a su Maestro a la cloaca. Entonces se nos dice, “Porque tuve sed, y no me disteis de beber; tuve hambre, y no me disteis de comer;  busqué refugio, y no me recibisteis; estaba desnudo, y no me vestisteis…” (Mateo 25: 42 y 43). Pero, ¿Cuándo ocurrieron estas cosas? Yo no recuerdo haberte rechazado jamás. “En cuanto no lo hicisteis a uno de los más pequeños de éstos, tampoco a mí lo hicisteis.” Y el día vendrá en que el hombre descubrirá que los “más pequeños” de los que está hablando, es él mismo. Cuando el hombre descubra que el más terrible de todos los tiranos, aquel que es el más descarado de todos los delincuentes; o el más grandioso mendigo, es él mismo, luego él descubrirá que está en necesidad de la caridad de su propio perdón, y en vez de protestar en contra de sí mismo, él comenzará por sí mismo al ennoblecer sus propios pensamientos, a elevarse a sí mismo al imaginar el mejor Primero de sí mismo, y luego compartirá eso con el mundo a su alrededor. Porque el mirará hacia afuera, en un mundo, y lo describirá relativo a sí mismo, y ahora él no verá las cosas desagradables que anteriormente veía. Porque esto es a lo que nos referimos con esta piedra fundamento que hasta ahora no ha sido alterada.


Un hombre muy sabio, Emerson, dijo que cuando una verdadera teoría aparece, será su propia evidencia. Su prueba es que explicará el fenómeno de la vida. Estoy convencido que tenemos esa verdadera teoría, porque esta teoría que les damos aquí, que  tu conciencia es la única realidad, y que aquel estado de conciencia en particular en el que vives, es la única causa del fenómeno de tu vida, no puede ser alterada. Les pido que lo prueben, aun si la prueba es motivada por la determinación de refutarla. Les pediré que lo intenten, porque yo sé que no podrán refutarla. Que esta maravillosa conciencia de ustedes es la única realidad, y que son libres de elegir el estado al que irán. La mayoría de nosotras hemos elegido, pero imprudentemente. No hay nada malo en ese estado; el estado está bien, pero es el darle efecto a este, lo que lo hace bueno o malo, hasta donde sabemos.


Ahora, nuestra teoría, les aseguro, no ha sido conjurada de repente de la nada, y las historias que les he contado aquí en los últimos siete años, las historias de casos reales que he grabado en mi último libro, “el Poder de la Conciencia “, no fueron inventadas para que encajen con esta teoría. Sino que esta teoría fue construida lentamente, por la observación cuidadosa de los hechos. Porque cuando alguien aparecía en mi mundo y me describían su mundo a mí, me revelaban el ser que verdaderamente eran. Cuando preguntaba la simple pregunta, “¿Qué es lo que quieres?”, y ellos lo mencionaban, y me decían que realmente lo querían con todo su corazón, y luego les preguntaba, ¿Cómo verían al mismo mundo, si ya hubiesen realizado su objetivo? Observando al mismo mundo, ellos comenzaban a describirlo diferentemente. Yo decía, “Ahora, esa es la descripción que tú debes hacer del mundo. Tú debes entretejer eso dentro de tu mente, porque al hacerlo, te mueves hacia el estado donde ese mundo se hace real en relación con  ese estado.”


Así que si ahora conoces al mundo que tú verías si ya hubieses realizado tu objetivo, entonces ese es el mundo que debes comenzar a ver en el ojo de tu mente. Y si con el tiempo ese estado se convierte en un hecho materializado, entonces la teoría, como verás, no fue hecha para encajar en eso; sino que se formó a sí misma por una cuidadosa observación de estos hechos. Si puedo repetir eso una, y otra vez, y cada vez que muevo este “YO” permanente, hacia el estado deseado, y le permito ocupar aquel estado lo suficiente como para hacerlo natural, en el momento de naturalidad, el estado se convierte visiblemente material para ellos, entonces tenemos una verdadera teoría. Porque sí explica el fenómeno de la vida.


Aquí, en esta serie les hemos traído muchas revelaciones. Una que quiero remarcar a través de la serie completa, es la gran diferencia entre pensar desde un final,  pensar sobre un final. En este momento, yo estoy pensando desde Los Ángeles; y cada parte del mundo, si yo pensará en esas partes, estaría pensando sobre ellas. Pero estoy pensando desde Los Ángeles, y la diferencia entre estos dos, como verán, uno es realidad, y el otro es un sueño todavía no hecho real, porque la imaginación es la figura central de la Biblia, y no hay poder en el mundo que pueda detener su viaje. Él puede ir a cualquier morada, y allí vivir. No hay poder sobre la faz de la tierra que me pueda detener ahora de imaginarme a mí mismo en el estado deseado. Así que comienza a pensar desde él. A medida que comienzo a pensar desde él, todos los viejos estados desaparecen, y ese es el gran Hijo de Dios que puede moverse hacia cualquier morada de la casa de su Padre, y ocuparla. Si alguna vez él va adentro y la ocupa, entonces Yo también estaré allí en la carne. Así que en esta ‘casa de mi Padre’ mía, existen innumerables estados que ya son existentes, y Yo, descubriendo quién es el Hijo verdaderamente, y solo el Hijo puede ir a estas moradas, así que descubriendo que el Hijo es mi propia imaginación, yo la habitaré en la imaginación, como si la habitara en la carne, y luego al vivir en ese estado tomaré a mi cuerpo también, para que yo pueda confirmar ese estado. Porque el habitar en ese estado lo suficiente, viste al estado en la carne.


Entonces aquí: cada uno de nosotros, si lo aceptaras; podrías, desde este día en adelante, ser libre como el viento. Depende completamente de ti elegir a qué morada entrarás, porque eres el único arquitecto de tus sufrimientos o tus buenas fortunas. No existe poder afuera que haya causado cualquier cosa que te haya sucedido a ti; es simplemente tu elección, como dije anteriormente, tu elección imprudente. Sabiendo quién eres ahora, y no estando avergonzado de reclamar esta atrevida, atrevida asunción, de que Cristo en el hombre es la imaginación del hombre, entonces dejarás de pedir ayuda a alguna fuerza externa. Como dice el profeta, por qué estamos aquí, pidiendo ayuda a Dios, y no a nosotros mismos en quienes él habita, como nuestra imaginación. Así que para que pedir (ayuda) en otro lado, cuando Él habita aquí, donde yo me paro, como mi imaginación. Porque ¿Existe algún poder que me detenga de imaginarme que yo soy el hombre que quiero ser? ¿Para que así pueda realmente vestirlo con la sensación de realidad? Si puedo vestir a este estado imaginado, con toda la vívida sensibilidad de la realidad, entonces finalmente lo vestiré realmente en la carne, porque esa es la Ley, desde adentro para afuera.


Si eres lo suficientemente atrevido para tomarlo, te liberarás a ti mismo hoy. Si todavía eres tímido, me gustaría sugerirte que vayas de vuelta, y leas el capítulo siete del libro de Marcos, donde entonces, todavía debes mantener vivas las tradiciones de los hombres, e ignorar la Ley de Dios. Los hombres lavan las copas, y lavan los jarros, y dan todas las reverencias externas a las cosas conocidas como las tradiciones de los hombres, para que sean vistos por los hombres y sean considerados santos.  Pero yo traigo, dijo Él, la Ley de Dios, y ningún hombre parece escucharla. “¿No sabéis que sois el templo de Dios, y que el Espíritu de Dios habita en vosotros?” (1era. Corintios 3: 16). ¿Alguna vez escucharon estas palabras: ‘Cristo en ti, la esperanza de la Gloria’? Ningún Cristo afuera, sino Cristo en ti es. Pero si no somos lo suficientemente atrevidos en reclamarlo, porque se nos dijo: “Nosotros tenemos la mente de Cristo” (1era. Corintios 2: 16), no es una mente que vas a ganar en algún momento, la tienes ahora, así que reclámala, y comienza a ejercitar esta mente gigante que es llamada el Hijo de Dios en la biblia, y verás quién es verdaderamente tu salvador.


Ahora, déjenme que les de alguno de sus títulos, porque todos estos son tomados de la biblia.  A Él lo llaman el Redentor; lo llaman el Salvador; lo llaman la Pascua; lo llaman el Segundo Hombre; lo llaman el Deseo de todas las Naciones. Ahora tómalo, y observa cómo encaja con tu maravillosa imaginación. El hombre que no sabes que existe – aquel Segundo Hombre – es el Tú Imaginativo; aquel que tú mantienes captivo, al aceptar la evidencia de los sentidos y solo aquello que dicta la razón. Si ahora liberaras al Segundo Hombre, tú verías como él es La Pascua*. Él puede pasar ahora, de este estado presente, hacia cualquier estado deseado en el mundo, porque ningún poder puede detenerte de vivir en tu imaginación donde deseas vivir. Así que, posesionándote a ti mismo allí, tú comienzas a pensar desde ese estado, y no te matas de hambre constantemente al sobre ese estado.  Yo iré y lo prepararé, y al prepararlo, yo viviré en él, y comenzaré a pensar desde él.

*(En inglés se escribe: Passover, que es juego de palabras: Pass-over, que aquí significaría: Pasar a)



Ahora, les aseguro, innumerables historias similares me han contado en el año que pasó, por aquellos que confiaron en mi palabra y comenzaron a despertar al Cristo interior, porque ÉL ha estado dormido, mientras los sentidos dictaban cada uno de sus pasos, y luego al negar completamente la evidencia de los sentidos, y al atrevidamente imaginarse a ellos mismos siendo lo que deseaban ser, ellos encontraron a su salvador, y qué hombre en el mundo podría hacerlos retornar a las tradiciones del hombre. Ellos son libres de todas las tradiciones de los hombres, así que ningún hombre puede presentarse ante ellos, y llamarse a sí mismo el intermediario entre el hombre y Dios. Así que ellos le dieron la espalda a todos los intermediarios, habiendo encontrado al único Redentor, y el Redentor es el único intermediario entre el hombre y Dios. Así que luego tú sabes que cada vez que ejercitas tu imaginación amorosamente en representación de otro, estás literalmente mediando Dios para el hombre. No necesitas  a ninguna de las tradiciones de los hombres, ni mantenerlas vivas, con la esperanza de que seas considerado por algún poder invisible, por algún ser santo.


Entonces, volvamos y refresquemos nuevamente esta palabra que ha sido tan abusada, la cual es ahora tu imaginación, la cual la gente, sin definirla, llama: “el subconsciente”, como si fuera algún apéndice. La gente va por ahí hablando de “mi mente subconsciente”, o “mi mente inconsciente”, sin saber a qué se están refiriendo.


Bueno, esta fabulosa serie de estados mentales es tu imaginación. Y déjenme que les diga que tiene forma, tiene estructura, tan real como el mundo material visible; que el mundo interno, es el mundo de realidad. Llámalo por cualquier nombre. Yo lo llamo mi maravillosa imaginación, y asume la forma de todo lo que yo acepto, y doy consentimiento como verdadero. Realmente asume la forma de la suma total de todas mis creencias, y mis creencias no necesariamente tienen que ser ciertas. No necesitan estar cerca de la verdad. Mis creencias podrían ser perjuicios; podrían ser supersticiones. (A la Imaginación) no le importa. Tomará a toda clase de hombres, y se vestirá de ellos. Así que asumirá la forma de la suma total de todo a lo que el hombre le dé consentimiento en este mundo, y luego moldeará al mundo externo en armonía con la organización interna de sí misma. Por lo tanto, para cambiar al mundo externo, yo debo modificar o cambiar, de alguna manera alterar, la estructura del Segundo Hombre Interno – siendo el Segundo Hombre, mi Imaginación.


Así que me determino a observarme a mí mismo, y ver cómo funciona mi Imaginación. Y aquí hay algo que te va a interesar. He observado que siempre se mueve de acuerdo al hábito;  que es un Ser de hábitos, así que si me meto en el hábito de pensar pensamientos desagradables, se va haciendo muy natural, entonces escucho solo a aquello que son críticas de otro. Escucho solo a aquello que no es de completo elogio, aquello que juzga duramente, y entonces, de acuerdo al hábito, se mueve a través de estos senderos. Ahora, si no me gusta el mundo externo, y realmente creo que es causado por la estructura del Segundo o Interno Hombre, entonces pues debo cambiar su semejanza, cambiar su forma, al observar cómo yo reacciono a lo desagradable, y en cómo yo no estoy interesado en elogiar a otro, y luego comenzar a alimentar a mi oveja, comenzar a cambiar mis pensamientos, mis sentimientos, mis humores respecto a otros, y a medida que comienzo a cambiar mis reacciones hacia la gente, me doy cuenta que estoy cambiando la estructura del Hijo de Dios. Y luego, automáticamente, produzco cambios correspondientes en mi mundo externo.


Si realmente te gusta, y eres lo suficientemente atrevido como para tomarlo, te prometo un mundo jamás soñado ni por nuestros hombres sabios, porque aun dormir no será más lo inconsciente que es para la mayoría de la gente en el mundo; el dormir se convertirá solo en una puerta hacia el mundo donde el verdadero tú, el Segundo Hombre – verdaderamente vive, y se mueve, y tiene su ser, es un mundo dimensionalmente más grande, y entrarás allí rápidamente en meditación, o noche tras noche al dormir, y encontrarás oportunidades que empequeñecerán hasta los sueños más salvajes de los hombres aquí.

Así que les pido que realmente lo crean, y que lo intenten en el pequeño intervalo de las cuatro semanas mientras estamos aquí,  para probarlo a punto tal que me puedas contar las cosas que te hayan sucedido al ponerlo en la práctica, a este Poder de la Conciencia. Aprende a hacerte consciente  en cada momento en el tiempo, de tu deseo cumplido. Asume el sentimiento de tu deseo cumplido, y aprende a hacerte intensamente consciente del estado cumplido, para que puedas observar a tu mundo, y describirlo en relación a tu deseo cumplido. Y luego aprende a sostener ese humor. Encontrarás, con el tiempo, que a través del movimiento habitual de tu YO Interno, luego de un pequeño tiempo - porque siempre viaja de acuerdo al hábito - que se moverá a través del hábito, hacia el sentimiento del deseo cumplido, y en el momento en que sea un vestir natural para sí misma, comenzará a cambiar el mundo externo para reflejar el cambio interno de tu mente.

Ahora, espero que lo tomen, pero no hay poder en el mundo que pueda obligarte a que lo tomes. Eres tan libre como el viento para que lo tomes, o para que no lo tomes. Si prefieres persistir en la creencia de que tu Salvador vivió hace años atrás y murió por ti, y que a través de su muerte, externa a ti mismo, eres salvado; estás en tu derecho a creerlo.

Como les dije anteriormente, dado a que tu Yo interno está moldeado en armonía con la suma total de todas tus creencias, continuarás teniendo pruebas visibles de la verdad de esa creencia. Porque encontrarás a millones creyendo junto a ti, y creerás que por ser numerosos tienen razón, entonces continuarás con todas las vastas tradiciones de los hombres. Si quieres salir y apartarte, y encontrar a tu salvador donde únicamente lo encontrarás a ÉL, dentro de ti mismo, al preparar a tu imaginación para que se observe a sí misma, llegarás a la misma conclusión – que esta realidad definitiva que los hombres llaman Dios, a la que los antiguos llamaron YO SOY, es tu propia maravillosa Conciencia, y que esta, en acción, o el Hijo, o Cristo Jesús, es tu imaginación. Y luego, habiendo descubierto esto, realmente comenzarás a alimentar a la oveja, y detendrás, desde ahora en adelante, esto de hacer caminar a tu Salvador por el lodo.

Ahora veo que se me terminó el tiempo, así que en este momento me sentaré en la silla, y unámonos todos en el ejercer nuestra imaginación amorosamente, en representación de otro. Simplemente imagina que ellos te están hablando, y te están contando lo que ellos desearían poder contarte, y tú escuchas como si los hubieras escuchado, y luego pondrás en práctica aquel primer verso del capítulo cinco del libro de Efesios: “Sean imitadores de Dios, como hijos amados” – porque, ¿Cómo podría imitar a mi Padre? “Él llama a las cosas que ahora no se ven, como si se vieran, y lo invisible se hace visible.” Esa es la manera en que mi Padre llama a las cosas hacia la existencia, y yo soy llamado a ser un imitador de mi Padre como su amado hijo. Porque ahora llamaré a la voz imaginaria. Escucharé, como si hubiese escuchado lo que quiero escuchar. Miraré, como si estuviera viendo lo que quiero ver, y si persisto en mi escuchar, y en mi mirar, entonces estaré imitando a mi Padre como un hijo amado, y él no me engañará. Él traerá a la carne, a la realidad material, aquello que yo he asumido que he escuchado y visto.

Ahora, vayamos al silencio.

Nombre original en inglés de la conferencia: THE POWER OF AWARENESS,  1953

Para bajar en mp3:  http://www.mediafire.com/file/1oft2adpn5tq6j6/EL_PODER_DE_LA_CONCIENCIA%2C_CONFERENCIA_de_Neville_Goddard.mp3

PARA LEER EN PDF: http://www.mediafire.com/file/2886bfk38354508/EL_PODER_DE_LA_CONCIENCIA_conferencia_Neville_Goddard.pdf

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