EL PODER DE LA CONCIENCIA
(Conferencia)
NEVILLE GODDARD, 1953
Traducido por: Laura Arrojo
Creo que ya
saben lo feliz que estoy de estar de vuelta aquí, porque esta es la única
plataforma que me concede completa libertad. Saben que el Doctor Bailes no me
ha restringido ni una vez, ni me ha sugerido ninguna condición. Él me da
completa libertad en esta plataforma, y por eso yo estoy muy feliz, porque no
podría estar aquí a menos que me dé completa libertad.
Ahora, les he traído este año una
completa serie nueva. He nombrado a esta, la primera, “El Poder de la
Conciencia”, porque es la roca fundamento sobre la cual la completa estructura
descansa. No ha sucedido ni una cosa el año pasado, que sacuda a ese
fundamento. Muchas cosas han sucedido, muchas revelaciones, muchos
experimentos, y aun así, el fundamento permanece intacto. Para aquellos que no están
familiarizados con este fundamento, nosotros hacemos la declaración de que la
conciencia es la única realidad. Si llamas a Dios la única realidad, ese es el
nombre que le damos a esta única realidad. Así que decimos que la Conciencia es
Dios. Decimos que la conciencia en acción, es la imaginación. Y si la
conciencia en acción, o Dios en acción, es el Hijo siendo testigo de su Padre,
entonces llegamos a la conclusión de que la imaginación es aquel Hijo.
No hemos tenido nada este año,
como les he dicho, que disturbe aquella profunda convicción. Observamos al
mundo como, yo diría, la manifestación de la conciencia; y las completas y
vastas condiciones de los hombres son tan solo revelaciones de los estados
individuales de la conciencia. Nosotros distinguimos entre la identidad
individual, y el estado de conciencia que esta ocupa. Tú eres un ser eterno. El
verdadero tú, es el tú imaginativo, personificado para nosotros en el Evangelio
como Jesucristo, pero el hombre no lo conoce. Pero este es tu verdadero ser.
Este ser es tu maravillosa imaginación.
Cuando hablamos de la revelación
del estado, simplemente queremos decir que el estado en el cual tu verdadero
ser habita por un momento, se materializa a sí mismo con las condiciones y las
circunstancias de tu vida. Si estás insatisfecho con las condiciones de la
vida, no hay manera posible de cambiarlas, a menos que primero cambies el
estado desde el cual observas al mundo; porque el estado desde el cual el
hombre observa al mundo, determina el mundo que ese hombre describe. Porque el
mundo que es descripto desde la observación debe ser, así como lo describe,
relativo al observador que describe. Dicho de una manera simple, si yo te
preguntara ahora, “¿Dónde está San Diego?”, y tú me respondes: “Yo diría,
alrededor de 130 millas de aquí”. Y luego te hago otra pregunta: “¿Dónde está
Santa Bárbara?”, y tú respondes, “Aproximadamente a 100 millas de aquí”. Bueno,
yo no tengo que ser Einstein para decirte dónde estás, porque si me dices donde
estos dos están, uno está a cien millas desde aquí en relación a ti, y el otro está
a ciento treinta millas de aquí en relación a ti, yo sé que debes estar en
algún lado en el área de la Ciudad de Los Ángeles.
Ahora, la misma ley es verdad en
cualquier descripción que tú hagas del mundo. Si te pido que me describas tu
mundo socialmente, y escucho atentamente tu descripción del mundo, tú me estás
revelando tu posición en el mundo social. Si te pido que me lo describas intelectualmente,
financieramente, espiritualmente, quizás no lo sepas, pero la descripción del
mundo que me ofreces a mí, el que escucha – o a ti, si eres atento – ese es el
estado de conciencia en particular desde el cual tú ves al mundo. Y continuarás
viendo al mundo como ahora lo ves, a menos que cambies tu estado de conciencia.
Ahora, hay ciertas palabras que en el transcurso de su uso prolongado, generan
varias connotaciones muy extrañas. Entonces, en el transcurso del tiempo, estas
palabras dejan de significar algo en absoluto. Tal palabra es el
“Sub-consciente”. Tal palabra también significa – y no se sorprendan – tal
palabra es: “Cristo Jesús”. No hay dos que tengan la misma opinión de la
palabra, la misma definición o humor de la palabra. Ahora, echémosle un vistazo
a la palabra “sub-consciente”, y veamos cómo es definida para nosotros. Esta es
la definición que se nos da en cualquier buen diccionario: Es aquella porción
del estado mental que no está directamente dentro del foco de la conciencia, pero que es
capaz de ser llamada a tal enfoque por el estímulo apropiado.
Esta es la definición de este
fabuloso reino. Ahora veamos a la declaración hecha para este reino. Nuestros
científicos mentales, psiquiatras y psicólogos de hoy, se refieren a esta
región como al poder creativo en el hombre; que todo lo que hay en el mundo del
hombre, es determinado por las actividades de la mente subconsciente; que el
hombre mismo no tiene absolutamente ningún control sobre las actividades de esta región, a menos
que él primero se meta en una relación con esta. Aquí hay una región que llaman
el sub-consciente; otros lo llaman el “inconsciente”, y otros lo mencionan como
el “inconsciente colectivo”, pero ellos lo declaran como el poder creativo que
moldea al mundo externo, en armonía con la organización interna de sí mismo. Así
que le dan estructura, le dan realidad, le dan forma, y afirman que su
estructura determina la estructura externa que observamos y llamamos la única
realidad: que cualquier modificación en la estructura interna de esta profunda
región, resulta en cambios correspondientes en el mundo externo material. Pero
luego nos dejan a la merced de él, a
menos que podamos encontrar el truco de entrar en una relación con él.
Ahora, vayamos al evangelio. Qué
se dice sobre el personaje central del evangelio – me refiero a aquel al que le
dicen Cristo Jesús. Se dice de esta figura principal que: “Todas las cosas
fueron hechas por Él, y sin ÉL nada de lo que fue hecho ha sido hecho.” Todas
las cosas, no un par de cosas, todas las cosas – incluye a todo. Yo leo a mi
evangelio cuidadosamente, y me doy cuenta que de adentro para afuera es el
orden del Universo. En el capítulo 7 de Marcos: “No es lo que entra en el
hombre lo que lo contamina, sino lo que sale de su corazón” (versículos 18 al
20), ya sea para bien, o para mal. No solo lo bueno sale, sino la maldad
también puede salir. Todas las cosas salen de adentro hacia afuera; lo que
entra, no puede contaminar al hombre; solo aquello que sale del corazón del hombre
puede bendecirlo o contaminarlo; que existe algún poder creativo en el hombre,
que constantemente moldea al mundo externo en armonía con sí mismo, y este
Poder Creativo es descripto para nosotros, como Cristo Jesús.
Ahora, démosle otro vistazo a lo
que nos enseñan: Existe un método que ellos usan para investigar en lo profundo
de esta región; que cuando un hombre está dormido, usan el método de los sueños
para investigar dentro de lo profundo. Porque la biblia nos dice esto de
principio a fin. “En un sueño, cuando el sueño profundo cae sobre los hombres,
luego él abrirá los oídos de los hombres, y sellará sus instrucciones.” Se te
dice que Dios habla con sus profetas en sueños. Fue un sueño los que los
impulsó a traer su gran revelación. Se te dijo que a este hombre sabio, el más
sabio de todos, se le prometió riquezas, y vida larga, y gran poder, y he aquí,
¡Salomón se despertó y fue una visión de la noche! Se te dijo que el nacimiento
de la figura central fue profetizado en un sueño, y que todo era solo un sueño.
Ahora descubrimos que hay otra
forma de mirar adentro de lo profundo, y la manera de mirar despierto hacia
adentro de lo profundo, es a través de la imaginación del hombre; que la
imaginación es ahora el método despierto para investigar dentro de esta gran
misteriosa profundidad. Porque los antiguos se dieron cuenta que si alguna vez
descubrían verdaderamente la única realidad, no podría ser nunca por medio de algún
instrumento hecho por el hombre. Para
poder descubrir la única realidad, ellos tendrían que preparar a la mente para
que se observe a sí misma, y luego grabar con precisión esas observaciones.
Porque sacaron la conclusión de que ninguna descripción de la Mente, hecha por
cualquier científico conocido entre los hombres, podría ser una descripción adecuada
sobre la Mente que hizo aquella ciencia. Así que hoy, cuando hablamos de tomar
a la imaginación para mirar dentro de lo profundo, se está mirando a sí misma.
Tú preparas a la imaginación para observarse a sí misma, y luego para grabar
con precisión aquellas observaciones. Y debes llegar a la conclusión de que la
imaginación es la figura central de los evangelios.
Cuando leas a tu evangelio con
esto en mente, la cosa completa se convierte en un libro iluminado. Un pequeño
pasaje simple; toma a cualquier pasaje – si esto fuera una reunión abierta, yo
te desafiaría a que me preguntes ahora cualquier cosa respecto a la figura
central, y tomando esta simple y pequeña técnica de identificar aquella figura
con mi propia imaginación, la respuesta sería automática. Entonces, aquí
tenemos a un pasaje. “Pedro, ¿me amas?, Sí, Señor, tú sabes que te amo. Luego
alimentaron a las ovejas.” Y tres veces se hace la misma pregunta, y tres veces
se da la misma respuesta, y la última respuesta trajo una especie de rebeldía,
porque fue preguntado tres veces. Pero ahora lo tomas como si la imaginación se
está preguntando a sí misma, “Yo he descubierto a mi salvador, yo he
descubierto mi pastor, y lo que serían las ovejas, porque nuestras mentes son
como ovejas dispersas, o nuestros pensamientos son como ovejas dispersas que no
tienen pastor. Ahora que has descubierto que yo soy tu pastor, que yo soy tu
salvado, que tu propia maravillosa imaginación es la figura central; “¿Ahora,
lo amas?” Tú respondes, “¡Sí!”. Bueno, entonces alimenta a mis ovejas. “Bueno,
¿Acaso no he alimentado a las ovejas? ¿En qué momento no he alimentado las
ovejas? “Cuando se lo hagas aun a los más pequeños”. Cada vez que imagines
cualquier pensamiento desagradable en contra de otro, me has hecho caminar por
el lodo.
Y aun así el hombre continúa
ciegamente creyendo que él sirve al Maestro; creyendo que verdaderamente
entiende a Cristo Jesús; que él entiende y ama a su Salvador. Y mañana, tarde,
y noche, él imagina las cosas desagradables en contra de su vecino, sin saber
que en ese mismo momento, él estaba llevando a su Maestro a la cloaca. Entonces
se nos dice, “Porque tuve sed, y no me disteis de beber; tuve hambre, y no me
disteis de comer; busqué refugio, y no
me recibisteis; estaba desnudo, y no me vestisteis…” (Mateo 25: 42 y 43). Pero,
¿Cuándo ocurrieron estas cosas? Yo no recuerdo haberte rechazado jamás. “En
cuanto no lo hicisteis a uno de los más pequeños de éstos, tampoco a mí lo
hicisteis.” Y el día vendrá en que el hombre descubrirá que los “más pequeños”
de los que está hablando, es él mismo. Cuando el hombre descubra que el más
terrible de todos los tiranos, aquel que es el más descarado de todos los
delincuentes; o el más grandioso mendigo, es él mismo, luego él descubrirá que
está en necesidad de la caridad de su propio perdón, y en vez de protestar en
contra de sí mismo, él comenzará por sí mismo al ennoblecer sus propios
pensamientos, a elevarse a sí mismo al imaginar el mejor Primero de sí mismo, y
luego compartirá eso con el mundo a su alrededor. Porque el mirará hacia afuera,
en un mundo, y lo describirá relativo a sí mismo, y ahora él no verá las cosas
desagradables que anteriormente veía. Porque esto es a lo que nos referimos con
esta piedra fundamento que hasta ahora no ha sido alterada.
Un hombre muy sabio, Emerson,
dijo que cuando una verdadera teoría aparece, será su propia evidencia. Su
prueba es que explicará el fenómeno de la vida. Estoy convencido que tenemos
esa verdadera teoría, porque esta teoría que les damos aquí, que tu conciencia es la única realidad, y que
aquel estado de conciencia en particular en el que vives, es la única causa del
fenómeno de tu vida, no puede ser alterada. Les pido que lo prueben, aun si la
prueba es motivada por la determinación de refutarla. Les pediré que lo
intenten, porque yo sé que no podrán refutarla. Que esta maravillosa conciencia
de ustedes es la única realidad, y que son libres de elegir el estado al que irán.
La mayoría de nosotras hemos elegido, pero imprudentemente. No hay nada malo en
ese estado; el estado está bien, pero es el darle efecto a este, lo que lo hace
bueno o malo, hasta donde sabemos.
Ahora, nuestra teoría, les
aseguro, no ha sido conjurada de repente de la nada, y las historias que les he
contado aquí en los últimos siete años, las historias de casos reales que he
grabado en mi último libro, “el Poder de la Conciencia “, no fueron inventadas
para que encajen con esta teoría. Sino que esta teoría fue construida
lentamente, por la observación cuidadosa de los hechos. Porque cuando alguien aparecía
en mi mundo y me describían su mundo a mí, me revelaban el ser que
verdaderamente eran. Cuando preguntaba la simple pregunta, “¿Qué es lo que
quieres?”, y ellos lo mencionaban, y me decían que realmente lo querían con
todo su corazón, y luego les preguntaba, ¿Cómo verían al mismo mundo, si ya
hubiesen realizado su objetivo? Observando al mismo mundo, ellos comenzaban a
describirlo diferentemente. Yo decía, “Ahora, esa es la descripción que tú
debes hacer del mundo. Tú debes entretejer eso dentro de tu mente, porque al
hacerlo, te mueves hacia el estado donde ese mundo se hace real en relación con ese estado.”
Así que si ahora conoces al mundo
que tú verías si ya hubieses realizado tu objetivo, entonces ese es el mundo
que debes comenzar a ver en el ojo de tu mente. Y si con el tiempo ese estado
se convierte en un hecho materializado, entonces la teoría, como verás, no fue
hecha para encajar en eso; sino que se formó a sí misma por una cuidadosa
observación de estos hechos. Si puedo repetir eso una, y otra vez, y cada vez
que muevo este “YO” permanente, hacia el estado deseado, y le permito ocupar
aquel estado lo suficiente como para hacerlo natural, en el momento de
naturalidad, el estado se convierte visiblemente material para ellos, entonces
tenemos una verdadera teoría. Porque sí explica el fenómeno de la vida.
Aquí, en esta serie les hemos traído
muchas revelaciones. Una que quiero remarcar a través de la serie completa, es
la gran diferencia entre pensar desde un final,
pensar sobre un final. En este momento, yo estoy pensando desde Los Ángeles; y cada parte del
mundo, si yo pensará en esas partes, estaría pensando sobre ellas. Pero estoy pensando desde Los Ángeles, y la diferencia
entre estos dos, como verán, uno es realidad, y el otro es un sueño todavía no
hecho real, porque la imaginación es la figura central de la Biblia, y no hay
poder en el mundo que pueda detener su viaje. Él puede ir a cualquier morada, y
allí vivir. No hay poder sobre la faz de la tierra que me pueda detener ahora
de imaginarme a mí mismo en el estado deseado. Así que comienza a pensar desde él. A medida que comienzo a pensar
desde él, todos los viejos estados desaparecen, y ese es el gran Hijo de Dios
que puede moverse hacia cualquier morada de la casa de su Padre, y ocuparla. Si
alguna vez él va adentro y la ocupa, entonces Yo también estaré allí en la
carne. Así que en esta ‘casa de mi Padre’ mía, existen innumerables estados que
ya son existentes, y Yo, descubriendo quién es el Hijo verdaderamente, y solo
el Hijo puede ir a estas moradas, así que descubriendo que el Hijo es mi propia
imaginación, yo la habitaré en la imaginación, como si la habitara en la carne,
y luego al vivir en ese estado tomaré a mi cuerpo también, para que yo pueda
confirmar ese estado. Porque el habitar en ese estado lo suficiente, viste al
estado en la carne.
Entonces aquí: cada uno de
nosotros, si lo aceptaras; podrías, desde este día en adelante, ser libre como
el viento. Depende completamente de ti elegir a qué morada entrarás, porque
eres el único arquitecto de tus sufrimientos o tus buenas fortunas. No existe
poder afuera que haya causado cualquier cosa que te haya sucedido a ti; es
simplemente tu elección, como dije anteriormente, tu elección imprudente. Sabiendo
quién eres ahora, y no estando avergonzado de reclamar esta atrevida, atrevida
asunción, de que Cristo en el hombre es la imaginación del hombre, entonces
dejarás de pedir ayuda a alguna fuerza externa. Como dice el profeta, por qué
estamos aquí, pidiendo ayuda a Dios, y no a nosotros mismos en quienes él
habita, como nuestra imaginación. Así que para que pedir (ayuda) en otro lado,
cuando Él habita aquí, donde yo me paro, como mi imaginación. Porque ¿Existe
algún poder que me detenga de imaginarme que yo soy el hombre que quiero ser?
¿Para que así pueda realmente vestirlo con la sensación de realidad? Si puedo
vestir a este estado imaginado, con toda la vívida sensibilidad de la realidad,
entonces finalmente lo vestiré realmente en la carne, porque esa es la Ley,
desde adentro para afuera.
Si eres lo suficientemente
atrevido para tomarlo, te liberarás a ti mismo hoy. Si todavía eres tímido, me
gustaría sugerirte que vayas de vuelta, y leas el capítulo siete del libro de
Marcos, donde entonces, todavía debes mantener vivas las tradiciones de los
hombres, e ignorar la Ley de Dios. Los hombres lavan las copas, y lavan los
jarros, y dan todas las reverencias externas a las cosas conocidas como las
tradiciones de los hombres, para que sean vistos por los hombres y sean
considerados santos. Pero yo traigo,
dijo Él, la Ley de Dios, y ningún hombre parece escucharla. “¿No sabéis que
sois el templo de Dios, y que el Espíritu de Dios habita en vosotros?” (1era.
Corintios 3: 16). ¿Alguna vez escucharon estas palabras: ‘Cristo en ti, la
esperanza de la Gloria’? Ningún Cristo afuera, sino Cristo en ti es. Pero si no somos lo suficientemente
atrevidos en reclamarlo, porque se nos dijo: “Nosotros tenemos la mente de
Cristo” (1era. Corintios 2: 16), no es una mente que vas a ganar en algún
momento, la tienes ahora, así que reclámala, y comienza a ejercitar esta mente
gigante que es llamada el Hijo de Dios en la biblia, y verás quién es verdaderamente
tu salvador.
Ahora, déjenme que les de alguno
de sus títulos, porque todos estos son tomados de la biblia. A Él lo llaman el Redentor; lo llaman el
Salvador; lo llaman la Pascua; lo llaman el Segundo Hombre; lo llaman el Deseo
de todas las Naciones. Ahora tómalo, y observa cómo encaja con tu maravillosa
imaginación. El hombre que no sabes que existe – aquel Segundo Hombre – es el
Tú Imaginativo; aquel que tú mantienes captivo, al aceptar la evidencia de los
sentidos y solo aquello que dicta la razón. Si ahora liberaras al Segundo
Hombre, tú verías como él es La Pascua*. Él
puede pasar ahora, de este estado presente, hacia cualquier estado deseado en
el mundo, porque ningún poder puede detenerte de vivir en tu imaginación donde
deseas vivir. Así que, posesionándote a ti mismo allí, tú comienzas a pensar desde ese estado, y no te matas de
hambre constantemente al sobre ese
estado. Yo iré y lo prepararé, y al
prepararlo, yo viviré en él, y comenzaré a pensar desde él.
*(En inglés se escribe: Passover, que es juego de
palabras: Pass-over, que aquí significaría: Pasar a)
Ahora, les aseguro, innumerables
historias similares me han contado en el año que pasó, por aquellos que
confiaron en mi palabra y comenzaron a despertar al Cristo interior, porque ÉL
ha estado dormido, mientras los sentidos dictaban cada uno de sus pasos, y
luego al negar completamente la evidencia de los sentidos, y al atrevidamente
imaginarse a ellos mismos siendo lo que deseaban ser, ellos encontraron a su
salvador, y qué hombre en el mundo podría hacerlos retornar a las tradiciones
del hombre. Ellos son libres de todas las tradiciones de los hombres, así que
ningún hombre puede presentarse ante ellos, y llamarse a sí mismo el intermediario
entre el hombre y Dios. Así que ellos le dieron la espalda a todos los
intermediarios, habiendo encontrado al único Redentor, y el Redentor es el
único intermediario entre el hombre y Dios. Así que luego tú sabes que cada vez
que ejercitas tu imaginación amorosamente en representación de otro, estás
literalmente mediando Dios para el hombre. No necesitas a ninguna de las tradiciones de los hombres,
ni mantenerlas vivas, con la esperanza de que seas considerado por algún poder
invisible, por algún ser santo.
Entonces, volvamos y refresquemos
nuevamente esta palabra que ha sido tan abusada, la cual es ahora tu
imaginación, la cual la gente, sin definirla, llama: “el subconsciente”, como
si fuera algún apéndice. La gente va por ahí hablando de “mi mente
subconsciente”, o “mi mente inconsciente”, sin saber a qué se están refiriendo.
Bueno, esta fabulosa serie de
estados mentales es tu imaginación. Y déjenme que les diga que tiene forma,
tiene estructura, tan real como el mundo material visible; que el mundo
interno, es el mundo de realidad. Llámalo por cualquier nombre. Yo lo llamo mi
maravillosa imaginación, y asume la forma de todo lo que yo acepto, y doy
consentimiento como verdadero. Realmente asume la forma de la suma total de
todas mis creencias, y mis creencias no necesariamente tienen que ser ciertas.
No necesitan estar cerca de la verdad. Mis creencias podrían ser perjuicios;
podrían ser supersticiones. (A la Imaginación) no le importa. Tomará a toda
clase de hombres, y se vestirá de ellos. Así que asumirá la forma de la suma
total de todo a lo que el hombre le dé consentimiento en este mundo, y luego
moldeará al mundo externo en armonía con la organización interna de sí misma.
Por lo tanto, para cambiar al mundo externo, yo debo modificar o cambiar, de
alguna manera alterar, la estructura del Segundo Hombre Interno – siendo el
Segundo Hombre, mi Imaginación.
Así que me determino a observarme
a mí mismo, y ver cómo funciona mi Imaginación. Y aquí hay algo que te va a
interesar. He observado que siempre se mueve de acuerdo al hábito; que es un Ser de hábitos, así que si me meto
en el hábito de pensar pensamientos desagradables, se va haciendo muy natural,
entonces escucho solo a aquello que son críticas de otro. Escucho solo a
aquello que no es de completo elogio, aquello que juzga duramente, y entonces,
de acuerdo al hábito, se mueve a través de estos senderos. Ahora, si no me
gusta el mundo externo, y realmente creo que es causado por la estructura del
Segundo o Interno Hombre, entonces pues debo cambiar su semejanza, cambiar su
forma, al observar cómo yo reacciono a lo desagradable, y en cómo yo no estoy
interesado en elogiar a otro, y luego comenzar a alimentar a mi oveja, comenzar
a cambiar mis pensamientos, mis sentimientos, mis humores respecto a otros, y a
medida que comienzo a cambiar mis reacciones hacia la gente, me doy cuenta que
estoy cambiando la estructura del Hijo de Dios. Y luego, automáticamente,
produzco cambios correspondientes en mi mundo externo.
Si realmente te gusta, y eres lo
suficientemente atrevido como para tomarlo, te prometo un mundo jamás soñado ni
por nuestros hombres sabios, porque aun dormir no será más lo inconsciente que
es para la mayoría de la gente en el mundo; el dormir se convertirá solo en una
puerta hacia el mundo donde el verdadero tú, el Segundo Hombre – verdaderamente
vive, y se mueve, y tiene su ser, es un mundo dimensionalmente más grande, y
entrarás allí rápidamente en meditación, o noche tras noche al dormir, y
encontrarás oportunidades que empequeñecerán hasta los sueños más salvajes de
los hombres aquí.
Así que les pido que realmente lo
crean, y que lo intenten en el pequeño intervalo de las cuatro semanas mientras
estamos aquí, para probarlo a punto tal
que me puedas contar las cosas que te hayan sucedido al ponerlo en la práctica,
a este Poder de la Conciencia. Aprende a hacerte consciente en cada momento en el tiempo, de tu deseo
cumplido. Asume el sentimiento de tu deseo cumplido, y aprende a hacerte
intensamente consciente del estado cumplido, para que puedas observar a tu
mundo, y describirlo en relación a tu deseo cumplido. Y luego aprende a
sostener ese humor. Encontrarás, con el tiempo, que a través del movimiento
habitual de tu YO Interno, luego de un pequeño tiempo - porque siempre viaja de
acuerdo al hábito - que se moverá a través del hábito, hacia el sentimiento del
deseo cumplido, y en el momento en que sea un vestir natural para sí misma, comenzará a cambiar el mundo externo
para reflejar el cambio interno de tu mente.
Ahora, espero que lo tomen, pero
no hay poder en el mundo que pueda obligarte a que lo tomes. Eres tan libre
como el viento para que lo tomes, o para que no lo tomes. Si prefieres persistir
en la creencia de que tu Salvador vivió hace años atrás y murió por ti, y que a
través de su muerte, externa a ti mismo, eres salvado; estás en tu derecho a
creerlo.
Como les dije anteriormente, dado
a que tu Yo interno está moldeado en armonía con la suma total de todas tus
creencias, continuarás teniendo pruebas visibles de la verdad de esa creencia.
Porque encontrarás a millones creyendo junto a ti, y creerás que por ser
numerosos tienen razón, entonces continuarás con todas las vastas tradiciones
de los hombres. Si quieres salir y apartarte, y encontrar a tu salvador donde
únicamente lo encontrarás a ÉL, dentro de ti mismo, al preparar a tu
imaginación para que se observe a sí misma, llegarás a la misma conclusión –
que esta realidad definitiva que los hombres llaman Dios, a la que los antiguos
llamaron YO SOY, es tu propia maravillosa Conciencia, y que esta, en acción, o
el Hijo, o Cristo Jesús, es tu imaginación. Y luego, habiendo descubierto esto,
realmente comenzarás a alimentar a la oveja, y detendrás, desde ahora en
adelante, esto de hacer caminar a tu Salvador por el lodo.
Ahora veo que se me terminó el
tiempo, así que en este momento me sentaré en la silla, y unámonos todos en el
ejercer nuestra imaginación amorosamente, en representación de otro. Simplemente
imagina que ellos te están hablando, y te están contando lo que ellos desearían
poder contarte, y tú escuchas como si los hubieras escuchado, y luego pondrás
en práctica aquel primer verso del capítulo cinco del libro de Efesios: “Sean
imitadores de Dios, como hijos amados” – porque, ¿Cómo podría imitar a mi
Padre? “Él llama a las cosas que ahora no se ven, como si se vieran, y lo
invisible se hace visible.” Esa es la manera en que mi Padre llama a las cosas
hacia la existencia, y yo soy llamado a ser un imitador de mi Padre como su amado
hijo. Porque ahora llamaré a la voz imaginaria. Escucharé, como si hubiese escuchado
lo que quiero escuchar. Miraré, como si estuviera viendo lo que quiero ver, y
si persisto en mi escuchar, y en mi mirar, entonces estaré imitando a mi Padre
como un hijo amado, y él no me engañará. Él traerá a la carne, a la realidad
material, aquello que yo he asumido que he escuchado y visto.
Ahora, vayamos al silencio.
Nombre original en inglés de la
conferencia: THE POWER OF AWARENESS, 1953
Para bajar en mp3: http://www.mediafire.com/file/1oft2adpn5tq6j6/EL_PODER_DE_LA_CONCIENCIA%2C_CONFERENCIA_de_Neville_Goddard.mp3
PARA LEER EN PDF: http://www.mediafire.com/file/2886bfk38354508/EL_PODER_DE_LA_CONCIENCIA_conferencia_Neville_Goddard.pdf
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