NEVILLE GODARD
23 de Julio, de 1968
Traducido por: Laura Arrojo
El tema de hoy es PODER. No me refiero al poder del
César, esta noche estoy hablando del poder de Dios, porque aquí, en el mundo
del César, creo que todas las naciones admitirían que nuestro país es, por
lejos, el poder más grande en el mundo del César: poder económico y poder
militar. Y aquí estamos, enfrentados a una nación de la más baja categoría, y
tenemos en nuestras manos la guerra más larga de nuestra historia. Decimos que tenemos
un objetivo y que tenemos los medios para lograrlo, pero no estamos dispuestos
a usar los medios que tenemos. Bueno, entonces, modifica el objetivo para que
encajen los medios que estamos dispuestos a usar. Eso pertenece al mundo del
César. Si no modificamos el objetivo para que encajen los medios que estamos
dispuestos a usar, entonces abandona el barco y olvídalo, y olvida al famoso
dicho, “salvar las apariencias”. Pero no estoy hablando de ese tipo de poder.
Estoy hablando del poder de Dios, el cual, es llamado en las escrituras:
“Jesucristo”. Pablo define a Cristo como: “el poder de Dios y la sabiduría de
Dios”. Aquí encontramos a la sabiduría y al poder, exaltados y personificados
como el compañero de Dios en la creación del mundo. Ese poder es tu propia
maravillosa imaginación humana. ¡Ese es el poder de Dios! Ese es Cristo. Hasta
donde yo sé, ese es Jesucristo, de las escrituras.
Ahora, esta noche estamos hablando
de este poder. El primer evangelio es Marcos, y las primeras palabras que
encontramos en los labios de este poder son: “El tiempo se ha completado, y el
Reino de Dios se ha acercado.
Arrepiéntanse y creed en el evangelio.” (Marcos 1: 15, traducción Moffatt).
Ahora, la palabra arrepiéntanse como la usamos en el mundo, no es lo que las escrituras
quieren decir cuando se usan aquí. Nosotros lo interpretamos como sentir
remordimiento, lamentación. Eso no tiene nada que ver con la palabra
arrepentirse. Es griego de: “Metanoia”, un cambio radical, realmente un cambio
radical de actitud; un cambio de mente radical.
Puedo ver un objetivo, y luego
todo me dice: “Bueno, ¿no puedo realizarlo? ¿Acaso tengo el poder para realizar
un objetivo? Les digo que sí lo tenemos; tenemos el poder. Bueno, ¿Cuál es el
significado más profundo de Poder sino la efectividad en lograr el propósito
que uno tiene en la vida? Bien, entonces, yo tengo un propósito. ¿Acaso tengo
el poder? Les digo a todos: Si. Tú puedes imaginar el final, ¿No es así?
¿Puedes imaginar cómo sería si fuera cierto? ¿Puedes sentir como sería si fuera
cierto? Bueno, entonces, ¡eso es poder! Ahora, ¿Puedes persistir en él? ¿Acaso
puedes permanecer fiel al final como si ya fuera cierto?
Ahora, no me importa cuál es el
objetivo. Tú tienes el poder para lograrlo si sabes que este poder es el poder
de Cristo. Porque todas las cosas son posibles para él. Él, es personificado en
las escrituras. Veamos como lo personificaron primero. Leerán en el capítulo 8
del libro de proverbios, en el versículo 22 hasta el final, el versículo 36, y
estas son las palabras: “Dios me poseyó al principio de su camino, el mismísimo
primer acto de tiempos pasados.” (Proverbios 8: 22). Una traducción dice: “él
me creó”; (Moffatt), pero esa no es una buena traducción. No puedo decir que yo
creé mi capacidad de pensar. Puedo desarrollarla, pero ya estaba conmigo desde
el principio. No puedo decir que cree mi capacidad de imaginar; ya estaba
conmigo. Podré no imaginar correctamente, pero ya estaba conmigo. Así que Dios
me poseyó al principio de su camino, el mismísimo primer acto de tiempos
pasados, antes de que trajera a la existencia al universo, antes de que
establezca los fundamentos de la tierra, Yo estaba a su lado como un pequeño
niño. Yo era su delicia de día a día, regocijándome en todo tiempo en su
presencia, regocijándome en su mundo habitado. "Ahora hijos míos,
escúchenme, aquel que me encuentra, encuentra la vida y obtiene el favor del
Señor, pero aquel que me erra, se lastima a sí mismo. Todos los que me odian,
aman la muerte."
Leerás estas palabras en el
capítulo 8 de proverbios. Aquí es personificado como un pequeño niño, el
compañero de Dios en la creación del mundo. Cuando lo lees, no tiene sentido,
pero les digo por mi propia experiencia personal, habiendo practicado el arte
del arrepentimiento y habiendo experimentado el nacimiento de arriba, con el
pequeño niño, sé exactamente lo que el profeta quiso decir cuando fue inspirado
a escribir estas palabras. Un día encontrarás a este poder creativo en ti,
personificado como un pequeño niño. El mundo entero lo ha malinterpretado
completamente, y piensa que es un pequeño niño envuelto en fajas que fue
encontrado por los pastores hace dos mil años. Esa es una señal del nacimiento
en el hombre, del poder creativo de Dios. Así que Dios está en realidad,
trayendo este poder creativo en el hombre, y cuando es traído al nacimiento en
el hombre para que el hombre se convierta en parte del poder creativo del
universo, es la señal de su nacimiento - la señal de su consciencia de él - es
aquella de un pequeño niño. Así que aquí, yo era como él; yo estaba a su lado
como un pequeño niño cuando trajo a la existencia al universo. Entonces, así
como en todos, al hacerme nacer como arte del poder creativo del universo, la
señal de mi llegada en ese punto es simbolizada en el nacimiento de un pequeño
niño. Cuando yo encuentro al niño, he encontrado la vida. Ahora tengo vida en
mí mismo. Ya no soy más un cuerpo animado; soy un espíritu que da vida. Si le
erro, me lastimo a mí mismo. “Todos los que me odian, aman la muerte”.
Ahora, este mundo es el mundo de
la muerte. Así que le cuentas la historia al mundo, y la mayoría preferiría
tener el edificio que está cruzando la calle, o a este edificio - o algo que
para ellos sea seguro - que saber sobre un poder. Arrebátame el edificio,
destruye el edificio, pero ¡déjame el poder que lo pueda recrear! No me quites
el poder creativo, pero quítame todas las cosas que creo. El mundo prefiere
tener las cosas creadas, que el poder para crear. Entonces: “Aquellos que me
odian, aman la muerte.” Están enamorados
del mundo entero que se deteriora. Todo lo que está construido hoy, se
desvanece gradualmente. Viene al mundo, crece, mengua y se desvanece. Pero
déjame el poder para traer cualquier cosa a este mundo, y quítame - si es lo
que quieres - cualquier cosa que yo traiga al mundo, pero no me quites el poder
creativo, para que así pueda crear lo que sea en este mundo.
Ahora, ¿A qué se refiere con
arrepentirse? Se refiere a esto: poner a prueba la habilidad del individuo de
entrar y formar parte, de la naturaleza de lo opuesto.
Yo veo a alguien, y veo que están
detrás de la bola ocho financieramente. Tienen que pagar el alquiler, tienen
que comprar ropa, alimentarse a sí mismos, y quizás tienen obligaciones en la
sociedad - otros a quienes alimentar, otros a quienes vestir. Puede ser un
padre o una madre. Y me los encuentro y están desempleados. Ahora, yo pongo a
prueba mi habilidad de ponerlos en un estado donde ellos están completamente
empleados. Los traigo frente al ojo de mi mente, y los represento para mí mismo
como si estuvieran completamente empleados, y al grado en que soy
auto-persuadido de la realidad de lo que estoy viendo, y escuchando, y
haciendo, a ese grado ellos se convierten exactamente en lo que estoy haciendo,
todo en mi imaginación. Bueno, si mañana o en el presente inmediato ellos
realmente se amoldan externamente a lo que yo estoy haciendo internamente, yo
he encontrado el poder creativo.
Lo pruebo nuevamente con otra
persona. Lo pruebo aun una vez más con otra, y continúo probándolo, y funciona.
Bueno, entonces, lo cuento, y les pido a todos los que me escuchen y me crean,
que lo prueben. Vean si no pueden ejercitar el mismo poder en ustedes. No es un
poder diferente. Existe solo un Cristo. No hay innumerables pequeños Cristos
corriendo por ahí en la tierra, hay solo un Cristo, y ese Cristo es tu propia
maravillosa imaginación humana.
Así que, si yo ejercito mi
imaginación y se prueba a sí misma en acción, y luego tú ejercitas tu
imaginación y se prueba a sí misma en acción, es la misma imaginación - individualizada como
Neville, individualizada como tú, sin importar tu nombre. Luego lo compartes
con otro, y se lo cuentas a otros. Bueno, si yo puedo contarlo al punto tal que
son persuadidos en probarlo, y al probarlo se prueba a sí mismo en la prueba,
entonces lo he encontrado. Así que cuando leas en las escrituras: “Lo he
encontrado” (Juan 1: 45), ¿Encontrado a
quién? “He encontrado a aquel sobre quien Moisés y los profetas escribieron en
la ley, Jesús de Nazaret”. Bueno, la palabra “Jesús” simplemente significa lo
que “Jehová” significa; que es “salvación”. Significa: “Salvar”.
Si yo salvo a alguien de la
pobreza al ponerlo en un estado de afluencia, bueno, entonces eso es Jesús.
Estoy ejercitando el mismo poder. Si alguien está enfermo y lo represento en mí
mismo como si fuera la personificación de la salud, y él se amolda a eso,
entonces eso es Jesús. Él lo salvó. ¿De qué? ¡De estar enfermo! Si lo pruebo, y lo pruebo y lo pruebo y se
prueba a sí mismo, ¿Qué importa lo que piensen otros? ¿Qué importa lo que
cualquier otro piense respecto a lo que yo estoy hablando? Yo solo sé que se
prueba a sí mismo. Funciona. Bueno, si funciona, pruébalo. Así que este es el
poder del que estoy hablando, no alguna pequeña cosa peculiar en lo exterior. Tú
no lo compras. Es innato. Tú lo ejercitas.
Así que se te dice que te
arrepientas, en el comienzo del ejercicio de este poder, y cuando llegas a
cierto grado de intensidad, ese poder nace. Nace en ti y es personificado como
un pequeño niño, y tú puedes sentirte a ti mismo saliendo de tu propio cráneo.
Y he aquí un pequeño niño envuelto en fajas, y es tu niño. Ahora, tú no
has formado a un pequeño niño en tu
cabeza. El niño es un símbolo de tu nacimiento de arriba. Es una señal de tu
llegada a la corriente creativa de Dios. Ahora eres uno con el poder creativo
de Dios, y solo existe Dios, nada más que Dios. “El hombre es todo imaginación,
y Dios es el hombre, y existe en nosotros y nosotros en él.” El poder creativo
de Dios es la imaginación del hombre. Eso es Jesucristo mismo. No hay otro
Jesucristo. Así que de repente te das cuenta que esto es de lo que el mundo
está hablando. Lo han puesto en el exterior y han hecho un pequeño dios de él,
cuando él está morando en todos.
Ahora, déjenme que les muestre, desde
mi propia experiencia, lo que sé sobre esta ley. Yo puedo desperdiciar el poder
en el mundo del César. Lo estamos haciendo de a billones cada año con nuestra
pequeña guerra y todas las tonterías que tenemos en el mundo. Este poder, no lo
puedes desperdiciar. Podrás mal usarlo, pero no puedes echarlo a perder. Puedo
mal usarlo en cada momento en el tiempo al imaginar cosas desagradables sobre
la gente, cosas desagradables sobre mí mismo, y puedo usarlo odiosamente - pero
no puedo echarlo a perder. Les mostraré por qué no puede ser desperdiciado.
Una noche, muchos, muchos años
atrás, me encontré de repente con dos seres. Yo soy el que los está
percibiendo, así que éramos tres, pero yo soy el que percibe. Aquí, por arriba
mío, estaba parada la mujer más hermosa que se puedan imaginar, un ángel - un
ángel de belleza y de todo. ¡Ella era amorosa! Y debajo mío estaba la cosa más
monstruosa que el hombre podría concebir, cubierto de pelos como un simio, pero
podía hablar. Hablaba con voz ronca. Lo miré, y me miró y señaló a este ser
hermoso y angelical, y la llamaba a esta mujer, “madre”. Bueno, yo estaba tan
perturbado con esta cosa monstruosa que la golpeé. Se regodeó. Le encantaba la
violencia; se alimentaba de violencia. Cada vez que yo era violento, se hacía
más fuerte. Y este hermoso, brillante ser… a este, lo llamaba “madre.” Y de
repente, mientras golpeaba a esta cosa, me di cuenta: pero si esto es la
encarnación de toda mi energía mal usada, mientras que la otra es la
encarnación y personificación de cada pensamiento noble que he entretenido.
Miré a esta cosa; no tenía a nadie con quien maldecir. Sentí una compasión que
nunca había conocido. Miré a esta cosa monstruosa y me di cuenta que es tan
solo el resultado de mi propia energía mal usada. Nunca debería haber nacido. Y
me dije a mi mismo, “te redimiré, aun si me lleva toda la eternidad.” Y me
prometí a mí mismo redimirla, y, ¿sabes lo que sucedió? En ese mismo momento,
ante mis ojos, la cosa entera se marchitó. La cosa monstruosa, la encarnación
del poder - esa cosa horrible - se hizo cada vez más pequeña y más más pequeña,
y no dejo ni rastro de haber estado presente. Pero a medida que se hacía más,
más, y más pequeña y desapareció, ¡la energía volvió hacia mí! Sentí poder
infinito. Sentí como si podría haber hecho cualquier cosa para que el poder
vuelva a mí. No fue desperdiciado, fue mal usado, pero no perdido. “Nada se
pierde en mi montaña sagrada” (Isaías 11: 9).
Entonces, no puedes perder el
poder. Puedes mal usar el poder, pero no puedes perderlo. Pero eres confrontado
un día, con una cosa monstruosa como esa. Yo sé exactamente lo que hice. No vas
a esperar para redimirlo. En ese mismo momento que te comprometes contigo
mismo, lo dices en serio, “Te redimiré aun si me lleva toda la eternidad” - en
ese mismo momento esa cosa monstruosa se marchita. Se hace más y más pequeña, y
la otra brilla; se hace radiante como una estrella. Ella es la encarnación y la
personificación permanente - haciéndose cada vez más grande - de tus propios
maravillosos pensamientos. Cada acto amoroso tuyo, alimenta a ella. Cada acto
innoble tuyo, lo alimenta a él; y ellos caminan contigo. Esta te susurra las
cosas maravillosas, alentándote a que seas noble, y este otro te susurra las
cosas violentas. Si te encuentras en una encrucijada respecto a que deberías
hacer, este se quiere alimentar. Solo puede alimentarse de violencia, y esta
otra puede solo alimentarse de los pensamientos amorosos y nobles del hombre.
¡Y el hombre los crea! Tú ves a tu propia creación, y es todo el mismo poder de
tu propia maravillosa imaginación humana. Desde ese momento, tú sabes quién
eres. Tú eres un poder creador, y sales a cambiar a todo en tu mundo para
amoldarlo a algo más amoroso. Y no lo haces en el exterior; lo haces en el
interior. Lo haces todo en tu imaginación.
La imaginación es Dios, y ¡no hay
otro Dios! Su nombre es, “YO SOY”, por siempre y siempre, y para siempre. ¡Eso
es Dios! Y aun así, cuando conozcas la personificación como tu propia
imaginación, tú ves a un hombre, y ese hombre es Amor Infinito. También lo
conocerás en otra vestidura, y ese es
Poder Infinito. Él es Sabiduría Infinita. Y te darás cuenta que el ser
que realmente eres es un ser proteico. El interpreta todos los papeles. Cuando
te encuentres con él, su ser fundamental es Amor, pero también es poder, y lo
ves como Poder. También es sabiduría, y lo ves como Sabiduría. Y no tienes que
hacerle ninguna pregunta como: ¿Quién eres? Es tan obvio que estás parado en la
presencia de Poder Infinito, Sabiduría Infinita, o Amor Infinito.
Y sabes la verdad de esa
declaración en las escrituras que dice, “Dios es amor”. Te paras en la
presencia de Dios, Amor Infinito; ¡Y es un hombre!
Nuestros científicos nos hablan de
una fuerza impersonal. Esto no es impersonal. Esto es muy personal. Dios es un
hombre.
Ahora
eres hombre, Dios ya no,
Tu propia
humanidad, aprende a adorar.
Blake.
Porque todo aquí es Dios, y Dios
siendo hombre, su propio atributo es personificado. Así que cuando te
encuentres con Dios como Poder, es el hombre. Te encuentras con él como
Sabiduría - es el hombre. Te encuentras con el como el Amor - es el hombre.
Les digo, este poder del que
hablo, está aquí mismo en tu propia maravillosa imaginación humana. No te
dirijas a otro. No te dirijas a nada en el exterior. Está todo dentro tuyo. “El
reino de los Cielos está dentro tuyo” (Lucas 17: 21). Y Dios está en su Cielo.
Si me dirijo hacia adentro, ¿A dónde me dirijo? Me dirijo a mi propia
maravillosa imaginación humana, y luego imagino lo que yo quiero como si fuera
real en mi mundo, y me persuado a mí mismo de que es verdad. Al grado tal en
que soy auto-persuadido, se convierte en realidad. Realmente se viste a sí
mismo en lo que el mundo llama ‘realidad’, pero la realidad no es la cosa
visible que ellos ven. La realidad es el estado invisible, el cual yo he
imaginado. Tú tomas al roble. Lo talas. Se renueva a sí mismo por el estado
invisible. El pequeño cordero - lo matas con el cuchillo, pero la realidad de
ese cordero, esa forma que es para siempre, es invisible para el hombre.
Aquí, en este maravilloso mundo
nuestro, tú tienes el poder. No necesitas poder financiero. Eso no funcionará.
Tú no puedes comprar la salud. No puedes comprar el respeto. Bueno, puedes
comprarlo por un breve momento, pero no te respetan realmente. Deja ir al
dinero, y no te respetarán. No necesitas nada en el mundo del César para
comprar lo que quieres. “Vengan”, se nos dice, “compren sin costo alguno, sin
dinero.” (Isaías 55: 1). Cuando él dice: “compren sin costo alguno”, entonces
te das cuenta que no es la moneda del César lo que usas. Tú usas tu propia
maravillosa imaginación humana.
Les daré una historia. Un amigo
mío del sur fue a una peluquería. Había cuatro peluqueros. Él fue primero al
jefe de los peluqueros. Y luego de la tercera visita, ese peluquero no podía
atenderlo ese día, por lo que fue al cuarto peluquero - la última silla. Le
gustó bastante la manera en que este peluquero le cortaba su cabello. Se
pusieron a hablar, y se dio cuenta que a este hombre le encantaba la peluquería
- la amaba. Eso era todo lo que mi amigo necesitaba saber. “¿Realmente te
encanta?”, él dijo, “Realmente me encanta. No haría ninguna otra cosa más que
cortar cabello. Realmente me encanta.” Ahora, esto es lo que mi amigo hizo. Se
imaginó que ese hombre era la cabeza de la peluquería. No lo consultó con él;
no lo consultó con el jefe de la peluquería; no lo consultó con nadie. Éste, le
caía bien. Se imaginó que era la cabeza, no de este local, sino de un local.
Seis semanas después, el peluquero (el dueño) decidió vender el local. Cómo
juntó el dinero, mi amigo nunca me lo dijo, pero compró el local, y movió al
cuarto peluquero, el último del tarro, a jefe de peluqueros. En el último año,
a este le gustaba tanto que vino aquí a esta ciudad hace dos meses, porque
había una reunión aquí, un concurso entre peluqueros. Él trajo a dos de sus
peluqueros con él. Uno estaba ocupado y no podía venir ese día. Trajo a dos.
Ellos trajeron de vuelta - de los cinco premios - trajeron cuatro. Ganó dos -
en primer y segundo lugar, y dos de sus peluqueros ganaron los otros dos
premios. Acaba de entrar a otro concurso, que abarca toda la región (es decir
los siete estados del oeste) y lo ganó, más mil dólares. La gigante placa está
ahora en su pared, ¡Y todo por el uso de la imaginación de mi amigo!
Este hombre tiene un impresionante
control de este poder. Él es un agente de publicidad. A principios de este año,
su jefe le dijo: “Esta es nuestra mejor cuenta, y no quiero perderla, pero tú
conoces la industria hoy en día. Está en las ruinas, y debemos hacer algo para
levantarla.” Bueno, él se sentó y dijo: “Si la imaginación crea la realidad, mi
único problema será enfrentar a estos hombres que se creen tan sabios, y
persuadirlos a que me permitan ir a todo pulmón con mi campaña desde la premisa
de que ya es un hecho cumplido. No puedo promocionar que esta cosa es posible.
Tengo que decir que ha sido testeado y probado en mis anuncios.” Él resolvió la
cosa completa.
Cuando estos veinte hombres, todos
multimillonarios (porque esta es una de las gigantescas industrias del mundo,
es una industria internacional), cuando él resolvió la cosa completa y lo
presentó ante estos veinte hombres en la junta, estos se creían estar por
arriba de todo esto. Ellos estaban por encima de todo éticamente. Su código
moral no lo permitía, pero mi amigo los persuadió en que así es cómo funciona
la ley. Que imaginar crea la realidad. “Así que si quieres que algo sea creado,
déjamelo a mí. Tomaré tu deseo y haré que ya sea un hecho. Tú tan solo menciónalo.”
La primera cuarta parte de este año esa industria no solo cesó de ir hacia
abajo, sino que se dio vuelta, y sus ganancias - no la bruta - sus ganancias
para la primera cuarta parte del año fue de setenta y cinco millones de dólares
más que la primera cuarta parte del año pasado - setenta y cinco millones
más. Estoy hablando de una red de
ganancias. Ahora, estos hombres sabios, con sus maravillosos códigos éticos,
¡lo permitieron! Vieron el dinero en el banco. Vieron todas estas cosas, y su
tal llamado código ético y moral, lo tiraron por la ventana, porque vieron a
otro principio que ellos no conocían.
Su competidor - yo vi la carta -
su competidor en el campo de la publicidad le escribió al jefe de mi amigo. Le
dijo: “Sabes, me saco el sombrero por ti. Tú usas un principio que hemos usado
siempre en nuestro trabajo”, (lo que era una pinche mentira, él nunca lo había
usado para nada). Le dijo, “sé exactamente lo que has hecho.” Estaba tratando
de sacarle información para averiguar lo que estaba haciendo, y en su carta
hace la declaración de que en realidad lo sabía y que siempre lo había usado.
(Continúa): “Y nadie puede trabajar para nosotros a menos que sepan de este
principio y vivan por él. No nos preocupa su pasado religioso. Podrá ser
católico, protestante, judío o ateo, pero tiene que vivir por este principio.”
Bueno, yo vi esa carta. Este hombre estaba tratando de sacarle información, tan
solo investigando para que aquel que realmente lo consiguió se sincere, y le
diga lo que hizo.
Bueno, este es el mismo de la
peluquería. Va cada sábado por la mañana con cita, y el jefe peluquero lo
espera en punto. Cada sábado, él está ahí mismo para su compadre. Él lo ama, y
lo empujó desde lo último del tarro, hacia arriba. Se dio cuenta que al hombre
le gusta cortar el cabello. Eso es lo que le gusta, tan solo le encanta
hacerlo. Está bien, entonces, se el mejor. Si te gusta, se el mejor en la
profesión. Dime que es lo que quieres. Quizás quieras ser una esposa, o
(piensas) “dame un hogar”. ¿Qué hay de malo en eso? Mi madre nunca fue a
trabajar. Ella tuvo diez hijos y vivió en casa con su completo grupo de
sirvientes. Mi hermana nunca trabajó, así que vive en su casa con sus
sirvientes. Mi esposa trabajó hasta que yo pude mantenerla. El día que podía
mantenerla, le dije, “ahora, no trabajes más”, así que dejó de trabajar. Eso
fue casi dos años después de que nos casamos. Dos años después, yo podía
mantenerla, así que (le dije), “de ahora en más, no trabajes”, y no ha tenido
que trabajar desde entonces.
Así que dime que quieres, y luego
deja que me persuada a mí mismo que lo que realmente quieres, ya lo tienes. Al
grado que soy auto-persuadido de que ya lo tienes, que lo tendrás. Si no puedo
persuadirme a mí mismo, entonces he fallado, pero no he mal gastado la energía,
porque lo intenté amorosamente. Cada vez que uses tu imaginación amorosamente
en representación de otro, la usas sabiamente. Aun si no has tenido éxito en
producir los resultados que estabas buscando, la has usado sabiamente. Entonces
no te encontrarás con el monstruo con el que yo me encontré, pero las
probabilidades son que todos en su ignorancia han creado a ese monstruo, porque
todos han comenzado mal usando la energía, y se forma a sí misma en una
horrible, horrible cosa. ¿Alguna vez te has sentado y preguntado, “¿De dónde
catzos ha venido ese pensamiento?” no era un pensamiento amoroso. Vino de una
cosa que tú has creado, aquella energía mal usada, un ser monstruoso que un día
te enfrentará, y tú tendrás que redimirla, porque Cristo debe ser redimido. Y
aunque él es el redentor, él también es el que debe ser redimido porque él es
tan solo energía. Él es poder. Infinito poder creativo es Cristo, el poder de
Dios. Así que el poder del que estoy hablando es tu propia maravillosa
imaginación humana. Eso es Dios. Cuando les digo: “El hombre es todo
imaginación, y Dios es el hombre, y existe en nosotros y nosotros en Él. El
Cuerpo Eterno del hombre es la Imaginación, y eso es Dios mismo.” “El Divino
Cuerpo de Jesús, y nosotros somos sus miembros.” Bueno, todos pueden imaginar,
por lo tanto todos son miembros de un solo cuerpo.
Este es aquel del que se habla en
el capítulo 8 de Proverbios: Yo estaba a su lado como un pequeño niño. “Aquel
que me encuentra, encuentra la vida. Aquel que me erra, se lastima a sí mismo.
Todos los que me odian, aman la muerte.” Así que el que lo encuentra es nacido
desde arriba, y, “a menos que nacieran de arriba, no pueden entrar al Reino de
Dios.” (Juan 3:3). Y el nacimiento de arriba es simplemente simbolizado con un
pequeño niño envuelto en fajas. No fue un pequeño evento que ocurrió hace dos
mil años una sola vez y para siempre. ¡Está sucediendo! Empiezas con el
arrepentimiento. Arrepiéntete, y cree la historia del evangelio. Y
“arrepentirse” es simplemente desafiarte, ponerte a prueba.
¿Puedes tomar a un hombre en el
punto más bajo de una peluquería, y convertirlo en jefe? ¿Puedes representarlo
ante ti mismo como uno que realmente está a cargo, alguien que le encanta y
alguien que tú amas? Bueno, entonces, ¡inténtalo! Así que lo amó, lo trajo al
ojo de su mente como aquel que realmente era importante en su vida, y el hombre
simplemente ascendió de repente al puesto más alto de su tienda, y ahora ganó
todos los premios de la completa zona oeste (del país). Y éste mismo, en su agencia de publicidad,
hoy en día tiene carta libre. Su jefe le dijo, “¿Qué quieres?” y el jefe le da
- bueno, yo diría que tres o cuatro veces al año - un enorme y gigantesco
cheque de bonificación, sin que se lo pida. Quiere que se quede con él. Mi amigo
no tiene deseos de renunciar, pero el jefe tiene tantas ganas de que se quede,
que le da bonificaciones, una atrás de la otra. ¿Y mi amigo? Muy bien, las
acepta. ¿Por qué no debería aceptarlas?
Así que les pido a todos aquí que
lo intenten. No lo escuchen solamente, inténtenlo. Eres el poder operante, no
se opera por sí mismo. Cuando ya sé lo que tengo que hacer, bueno, entonces,
¡hazlo! Ve a dormir esta noche. Muy bien, ¿Cómo estoy durmiendo? ¿En qué estado
de conciencia estoy durmiendo? ¿Como alguien no deseado? Muy bien, entonces me
levantaré mañana, y me voy a encontrar siendo no deseado. Ignora los hechos de
la vida y asume que eres deseado. Ignora los hechos de la vida, y asume que
eres afluente, y observa como las cosas funcionan en tu mundo. Todo vendrá
hacia ti. Estás creando con un poder que es infinito, y no necesitas a ningún
contacto en el mundo. No necesitas conocer a las personas indicadas ni a nada
más en el mundo. Todo lo que necesitas conocer es a Cristo, y ¡Cristo es tu
propia maravillosa imaginación humana! ¿Qué más necesitas conocer, más que a
Cristo?
No dejes que nadie te diga: “él
está ahí afuera y él tiene tal apariencia”. No hay representación personal en
las escrituras, respecto a Jesucristo. No hay ni un pequeño pensamiento mencionado
respecto a cómo es su apariencia. Aun así, nuestras iglesias tienen cientos y
cientos de pinturas, ninguna igual a otra. Cada uno te dice que así es como se
ve Jesús. Él se ve igual a ti. Como se te dijo en las escrituras: “Aún no se ha
manifestado lo que habremos de ser. Pero sabemos que cuando Él se
manifieste, lo conoceremos.” ¿Por qué? “porque seremos como Él.” (1ra. De Juan
3: 2). Tan solo como tú cuando él
aparezca. Así que no dejes que nadie te diga que él se ve como otro, aparte de
ti, porque ese no es Cristo. Y aun así, a pesar del segundo mandamiento, “No te
harás ídolo, ni semejanza alguna de lo que está arriba en el cielo, ni abajo en
la tierra, ni en las aguas debajo de la tierra.” (Éxodo 20: 4), y tenemos todas
estas pequeñas indulgencias que la gente compra, y les hacen reverencia. Y
llaman a eso Cristo, algo hecho con la mano humana, y olvidan al creador y
adoran a la cosa hecha. ¡No te olvides
del creador! El creador es tu propia maravillosa imaginación humana. Lo que sea
que creas es menor que ti, el creador. Así que puedes crear una fortuna. Muy
bien, te la arrebatan - puedes crear otra. Así que, lo que sea que puedas
crear, puedes continuar creándolo si te lo arrebatan. Este es el poder del que
hablo. No estoy hablando de ningún poder terrenal.
El año pasado yo estaba en
Barbados por unos meses, y mi hermano (que ha hecho una gran fortuna) estaba
hablando de estos hombres, y no se dio cuenta de lo que estaba diciendo.
Mencionó a cinco hombres, todos multimillonarios, y me contó cómo trabajaron
duramente y cómo hicieron todo eso y tenían todo este dinero. Yo le dije, “Vic,
¿los admiras?”, “¡Desde luego! Son poderosos.” Yo le dije, “¿Qué es poderoso?
Me acabas de pintar cinco biografías, me diste una imagen de cinco de ellos. El
último que me pintaste tiene solamente sesenta y tres años de edad. Él tiene,
según me dices, alrededor de 25 millones, y tienen que decirle cuando comer. Él no sabe - no sabe su nombre,
no sabe nada. Y de repente, le ponen la comida en su boca, y le dicen “mastica”,
y él mastica, y continua masticando por siempre hasta que le dicen “traga”, y
él traga. ¿Y a eso llamas un hombre? Él tiene 25 millones de dólares, y
¿entonces qué? Y los otros - dedicaron todo su tiempo a hacer dinero, solo a
hacer cosas, y todos los que me nombraste y definiste para mí, yo no pondría ni
a mi peor enemigo (si tuviera uno) en su lugar. Así que él tiene dinero, pero
no tiene la menor idea del hecho de que tiene ni un penique. Tiene 25 millones,
y ¿a eso llamas un ‘hombre’? ese no es mi concepto de hombre.
Te estoy hablando de algo
completamente distinto, Vic. Tú tienes muchísimo dinero, y quizás eso nunca te
sucederá a ti. Tú también tienes
millones. ¿Desearías estar así? Todos esos hombres están dementes. Dieron su vida
completa por hacer y acumular cosas, y empezaron a adorar cosas. ¡No empieces a
adorar cosas! Comienza a adorar a Dios y solo a Dios, y Dios es tu propia
maravillosa imaginación humana, y no te olvides de eso.
Este edificio es tuyo. Supón que
esta noche se prende fuego. ¿Y entonces qué? Tú sabes lo que has hecho para
construirlo. Construye otro. Mañana podrías tener la cosa completamente
quemada. No te preocupes por las cosas que has acumulado como ‘cosas’ en el
mundo. Encuentra a Dios y adora solo a Dios, y Dios no está en el exterior.
Nunca lo verás en el exterior. Lo verás a él mismo, dentro tuyo, porque ¿acaso
puedes ver “yo soy”? tu puedes ver, “yo soy un hombre”, tú ves al hombre
reflejado. Puedes decir, “Yo soy un hombre pobre”, y ver a ese hombre reflejado
en los ojos de aquellos que saben que él es pobre. Y puedes ver cada concepto
que sostienes de tu ser - pero el ser que concibe no lo ves. ¡Eso es Dios! Mi
concepto de mí mismo podrá ser esto, aquello y lo otro. Los conceptos serán
reflejados en la sociedad, y los hombres me dirán a quién estoy concibiendo
ser, ¡pero ningún hombre sabe quién soy realmente! Yo, el que concibe, ellos no
me conocen, pero conocen aquello que yo he concebido ser. Mi cuenta bancaria le
dirá al banquero lo que yo me he concebido ser, en el mundo financiero. Todos
estos son conceptos - los hombres verán conceptos, pero no me pueden ver a mí,
el que concibe. Bueno, no te olvides del que concibe; ¡ese es Dios! Y ese ser
es tu propia maravillosa “YoSoidad”. Eso es Dios, y ¡nunca existió otro! Nunca
existirá otro.
Dios está engendrando a su propio
ser, porque él está enterrado en nosotros. Y lo está creando en la corriente de
la creatividad, así que el mismo único ser - Dios - es infinito en potencia,
pero Dios no es infinito en hechos concretos, porque si no, ¡él estaría muerto!
No podría expandirse. No podría ir más allá de lo que es. Dios está por siempre
expandiéndose. No hay límite en la expansión; solo hay límite de contracción.
Él tomo esas limitaciones para sí mismo cuando se convirtió en Neville. Ese fue
el límite de contracción, el límite de opacidad. Ahora, el rompe la cáscara al
ejercitar yo, dentro mío, la ley de arrepentimiento. Así que yo ejercito mi
imaginación, y entonces él rompe la cáscara. No hay límite ahora, de mi expansión,
no hay límite de translucidez. Solo existió el límite, que él se impuso a sí
mismo, que era el límite de la muerte - que es opacidad y contracción. Así que
Dios es infinito en potencia, y todos aquí van a unirse a esa maravillosa
corriente de creatividad y ¡serán uno con Dios!
Ahora, cuando lo escuchen, no lo
escuchen solamente y luego olviden. Pruébenlo. Póngalo a prueba máxima, y luego
cuéntenle a otro, y hagan que el otro le cuente a alguien más, y esparzan las
buenas noticias. Eso es llamado, “El evangelio”, porque la palabra ‘evangelio’
simplemente significa, “buenas noticias”. Son las buenas noticias sobre Dios:
cómo Dios se hizo hombre para que el hombre se convierta en Dios. Bueno si el
nombre de Dios es, “Yo Soy” - yo sé que yo digo, “Yo Soy”. Es el centro de mí
ser. Puedo decir, “Yo estoy enfermo”, pero yo puedo superar mi enfermedad. Pero
no puedo superar ser, “Yo Soy”. Yo puedo cesar de ser extremadamente rico y
convertirme en extremadamente pobre, pero no puedo superar ser, “YO Soy”. Así que
él realmente se hizo el centro de mí ser.
Ese es el centro. Ahora, ese es
mi ser. Entonces, si ese es Dios, y ese es mí ser - bueno, ¡él se convirtió en
mí! Dios realmente se convirtió en mí para que yo pueda convertirme en él. Él
se puso sobre sí mismo esta limitación para que yo pueda convertirme en lo que
él es (que es infinito) y expandirme para siempre.
Inténtalo esta noche. Pruébalo con
cualquier cosa en este mundo. Los que no están casados, si desean estar
casados, ¿Qué símbolo en el mundo implicaría que están casados? ¿Una pequeña
sortija? En este mundo del occidente una pequeña sortija alrededor de este dedo
- no alrededor de ningún otro dedo - alrededor de este dedo. No necesita ser la
aspidistra más grande del mundo, tan solo un pequeño anillo de oro. Si lo
usaras ahí, implicaría que estás casado. Duerme esta noche como si estuvieras
usando uno. No pongas tu dedo físico allí; pon tu dedo imaginario en él, y
siéntelo en tu imaginación. ¡Puedes hacerlo!
Siente una pelota. ¿Puedes
sentirla? Entonces siente un pedazo de
seda. Siente esto, uno atrás de otro. ¿Puedes diferenciar entre todas estas
sensaciones diferentes? Si puedes diferenciar entre esto y una pelota de tenis,
y una pelota de baseball, y un pedazo de seda, entonces, no puedes diferenciar
entre nadas. Estos deben existir. Aunque invisibles ante tus ojos, aun así,
¡deben existir! Así que, si puedes diferenciar entre estos objetos invisibles,
estos objetos, aunque no se vean, deben ser reales. Bueno, ahora toma eso y
ponlo allí, pero siente que lo estás usando, que estás orgullosa de aquel que
lo ha puesto allí. No tienes que ver como es él físicamente. Cuando esta puesto
allí, estarás orgullosa de su nombre, de llevar su nombre, y estás orgullosa de
él. Tan solo ponlo allí.
¿Sabes porque sé eso?
Mi esposa lo hizo. ¡Lo hizo! Realmente lo hizo. Un día ella estaba en presencia
de una tal llamada ‘sensitiva’, y ésta le dijo a ella, “¿Por qué te has sacado
el anillo de casada?”, ella le dijo, “No estoy casada”; “Oh”, ella le dijo, “a
mí no me engañas. Te sacaste el anillo de casada.” Ella respondió, “Pero no
estoy casada.” Ella le dijo, “Hasta te diré su nombre”, y comenzó con “Neb,
Neva…” no llegó a sacar el nombre pero estaba muy, muy cerca. Ella estaba en
verdad sintiendo lo que mi esposa en su conciencia estaba sintiendo. Cuando la
conocí por primera vez, yo la quería. El primer día que la conocí, me quería
casar con ella, pero yo estaba atado. ¡Estaba atado! Pero, con esta ley, me
desaté a mí mismo. Sin lastimar a nadie, me desvinculé de todas estas
complejidades para que así pueda decir legítimamente, “¿te casarías conmigo?”
pero en el mientras tanto, ella estaba usando el anillo. Yo no lo había puesto
allí todavía, pero ella me permitió que lo ponga allí, y durmió como si yo lo
hubiese puesto allí. Así que les digo, señoritas solteras, si tú deseas estar
casada (quizás no lo deseas), pero si
así lo deseas, esa es la manera de hacerlo. Y él saldrá de la nada. No
necesitas ir y comprar a nadie, o intentar conocer a la gente correcta.
Usualmente, cuando intentas conocer al indicado, siempre es el equivocado. Así
que no salgas a buscarlo. Aquellos que salen a buscar al amor solo hacen
manifiesto su propia falta de amor, y los faltos de amor nunca encuentran amor.
Solo los que aman encuentran el amor, y nunca tienen que salir a buscarlo. Tú
los atraes; ellos vienen a ti.
Este es del poder del que estoy
hablando: el poder del universo. El poder que creó y sostiene al universo
reside en ti, como tu propia maravillosa imaginación humana. ¡Eso es Dios! No
lo olvides. Sé que es difícil, cuando el hombre fue entrenado para creer en un
Dios externo. Y él va a la iglesia y se pone de rodillas y ora a un Dios
externo. Y va a su casa por la noche - quizás dice sus oraciones, y se pone de
rodillas, y ora a un Dios externo. Está bien, quizás eso es algo agradable de
hacer para alguien, pero les digo: él no está allí afuera para nada. No serás
criticado por eso, pero él está dentro tuyo - es muy personal, déjenme que les
diga. Él es muy, muy personal, y está dentro tuyo. Cuando se te dice en las
escrituras, “De la Roca que te creó te olvidaste, te has olvidado de Dios tu
creador”, (Deuteronomio 32: 18), y eso pareciera ser en sentido figurado, pero
¡qué tan verdadero es eso!
Una noche, sentado en el silencio
(más bien era la tarde), no estaba pensando en nada en particular, y de repente
ante mis ojos vino esta fuerza. Era una fuerza enorme. Mientras la miraba, se
fragmentó, se rompió en innumerables pequeños pedazos, y luego se reensambló.
Cuando se reensambló de nuevo, no lo hizo en forma de fuerza, sino en la de un
hombre sentado en la postura de Lotus. Estoy mirando a este hombre, todo
sentado ahora, hombre perfecto. Cuando lo vi, estaba mirándome a mí mismo. Aquí
estaba, el perceptor, observándome a mí mismo sentado en la postura de Lotus,
en esta profunda, profunda meditación, y a medida que me daba cuenta que me
estaba mirando a mí mismo, comencé a brillar, y brillaba, brillaba, brillaba.
Cuando llegó a la intensidad de luminosidad, explotó, y luego volvió a este
nivel. ¿Dónde lo vi? ¡Dentro de mí! Ese ser está meditando esto. Esto es nada
más que una proyección de sí mismo en el mundo. Y cuando él despierte en mí,
completamente despierte, Yo soy él. ¡Dios realmente se convirtió en mí para que
yo pueda convertirme en Dios! Y él me llevó a través de todos los pasos,
permitiéndome cometer todos los errores, para hacer a un monstro como la cosa
de la que hablé anteriormente. Yo creé a eso, y yo creé a la amorosa, y él lo
permite en su meditación. Él es el soñador en mí, y está soñando esto, y
soñando todo lo que yo sueño en este mundo, y cuando se despierte, esto dejará
de existir, y yo seré él y ¡él es Dios!
Así que les digo, vayan y
pruébenlo. Comienza esta noche. Te hago esta promesa; si lo pruebas fielmente,
él no fallará.
Ahora, vayamos al silencio.
Bien. Ahora, ¿hay algunas
preguntas por favor? Hagamos una noche completa.
Pregunta: Inaudible.
Respuesta de Neville: “He tomado
dos naciones bajo mi seno.” Las escrituras nos dicen - de hecho, nuestra ley
actual en el mundo del César está basado en ello - el testimonio de uno solo no
es aceptable en la corte. Debe haber dos testigos. Tenemos un testigo externo
en la forma de las escrituras, la palabra escrita. El hombre es la Palabra
Viviente, y él tiene que duplicarla. Todas las historias de las escrituras, él
debe experimentarlas. Así que cuando él verdaderamente experimenta las
escrituras, hay dos testigos, su testimonio interno del Padre y el testimonio
externo de la palabra escrita. Hablamos de los dos en el capítulo 11 de
Apocalipsis, “mis dos testigos”. Si dos diferentes personas concuerdan en
testimonio, es definitivo. Si uno viene y jura, aunque sea cierto, no es
aceptable en la corte. Él podrá estar diciendo la verdad, pero debe haber un
segundo testigo para confirmarlo. Ahora, el testigo de Dios es la Biblia, ese
es el testigo. ¿Es literalmente cierto? Les digo por experiencia, es
literalmente cierto, pero no es historia secular. Es historia supernatural. Así
que, cuando lo experimentes, lo experimentarás en una región remota del alma.
Duplicará la historia escrita, la cual es historia supernatural, historia de
salvación.
Pregunta: Inaudible.
Respuesta: Pero por supuesto, mi
querida, tú no estarías aquí. No estarías aquí si no tuvieras hambre de
experimentar a Dios. El mundo no está lo suficientemente hambriento para eso.
Se nos dice, “Enviaré hambre sobre la Tierra, no hambre de pan, ni sed de agua,
sino de oír las palabras del Señor”, (Amós 8:11). Y cuando tienes ese tipo de
hambre, solo una experiencia de Dios podría satisfacer esa hambre. Todo el
dinero del mundo no podría satisfacerlo. Cuando esa sed te acecha, no hay una
cosa en el mundo que realmente pueda saciar esa sed, sino la experiencia de
Dios. Y toda esta historia está contada en la Biblia, y el hombre experimenta
las escrituras. Las escrituras deben ser cumplidas en mí, así que tienes a dos
testigos: el testigo viviente, que tú has experimentado, y el testigo externo
de la palabra escrita.
¿Hay otras preguntas? Vamos,
hagamos de esta una noche completa. Todavía tenemos diez minutos.
Pregunta: Inaudible.
Respuesta: No, mi querida, estabas
sembrando cuando imaginaste. Actos imaginarios son la siembra, pero nosotros no
reconocemos nuestra propia cosecha cuando vemos al acto imaginario proyectado
en la pantalla del espacio. Decimos, "Nunca podría haber imaginado una
cosa como esa", pero debemos haberlo hecho, o no podríamos haberlo
encontrado. Así que el acto de imaginar es sembrar, y en su buen tiempo, saldrá
la cosecha de aquel viaje invisible, y aparecerá en la pantalla del espacio, y
tú lo verás - pero no siempre reconoces tu cosecha. Pero les digo una
cosa, no se preocupen por los medios.
Siempre vayan al final. Moren en el final, y no lastimarán a nadie. Pero si
intentas conseguir los medios, estarás, digamos, estropeando la cosa completa.
He tenido gente que me dice, “sabes, yo quiero a ese hombre, y a ningún otro
hombre.” Yo les digo, “No, no es así; tú quieres estar felizmente casada. No
quieres a ‘ese hombre, o a ningún otro hombre.’” “Oh, sí, a ese hombre o
a ningún hombre.” Bueno, por supuesto, esto siempre las sorprende. Les digo,
“si él se cayera muerto en este momento, ¿desearías estar casada?” “Bueno, él
no se va a caer…”, “Yo no te pregunto eso. Si cayera muerto en este momento, o
si en este preciso momento fuera acusado de ser el peor ladrón del mundo, o el
peor asesino, ¿todavía lo desearías a él?”, “Bueno, ahora, ¿Por qué me harías
esas preguntas, Neville? Yo quiero a ese hombre.” Pero, verás, no es ese
hombre. Ellas quieren estar felizmente casadas. He ido a tantas bodas donde
era, “ese hombre o ninguno”, y ¡no era “ese hombre”!, y están avergonzadas
cuando me ven parado allí en el pasillo, porque ‘tenía que ser “¡ese hombre, o
ningún hombre!” y ahora, aquí, no era ese hombre para nada. Y caminan (por el
pasillo), están felices con su nueva pareja, pero un poco avergonzadas mientras
van pasando, porque saben que yo sé que él no era "el hombre".
Tú quieres estar felizmente
casada. Está bien, ve al final. Estás felizmente casada. Entonces, permite que
él venga, vestido en todo lo que se necesita para que seas feliz en tu mundo.
Él no necesita ser algún famoso actor de novelas. ¿Cómo es su tal llamado
‘mundo’? se divorcian uno atrás de otro de todas maneras, ¿le hace eso a la
chica? ¿O ella a él? Así que eso no es lo que realmente quieres. Tú quieres
algo que es un hombre. Él viene a casa; la casa está completa. Cuando viene a
casa y tú no estás allí, la casa está vacía. Yo sé que eso es lo que yo
quisiera, y yo tengo eso. Si yo llego a casa y Bill no está allí, aun si tengo
amigos en casa (podría tener una fiesta en el momento, una fiesta de cocktails,
diez personas, doce); “¿Dónde está Bill?”, “Bueno, ella no está aquí.” Sabes,
la cosa completa está vacía hasta que ella viene. Y si ella sale y dice,
“volveré a las cinco”, y ella no está allí a las cinco, pero vuelve a las seis
- bueno, entre las cinco y las seis yo me desconozco. ¿Dónde está ella? Todos
tendrían que tener ese tipo de relación. La casa está vacía cuando la pareja no
está allí, hombre o mujer. Si yo volviera a casa y no importara si ella está
allí o no, ¿Qué catzo estoy haciendo casado? Si ella no está allí, y no hay
diferencia para mí si ella está o no, bueno entonces, eso no es un matrimonio.
La casa debe estar vacía si ella no está allí, o si tú no estás allí. Si yo
supiera que en su corazón, yo podría ir y venir cuando quisiera y a ella no le
preocuparía - oh, ¡esa no es mi esposa! Yo sé que debo partir algún día y
dejarla atrás, o ella parte y me deja a mí detrás. Eso, yo sé, es inevitable,
pero mientras estamos juntos, yo quiero que sea de tal manera que la casa está
vacía si el otro no está allí. Y soy suficientemente egoísta para querer que
ella se sienta de la misma manera.
¿Hay otras preguntas, por favor?
Pregunta: Inaudible.
Respuesta: Es igual
de definitivo. El hombre crea involuntariamente tanto como lo hace
voluntariamente, pero en este mundo nuestro, deberíamos aprender a crear
conscientemente. Pero no puedo negar la tal llamada creación inconsciente, es
igual de efectiva. Caminamos por el planeta, vemos un titular, no conocemos a
las personas involucradas, y reaccionamos. Esa reacción, sentida intensamente,
fue un acto creativo de nuestra parte. Por lo tanto, sé consciente de lo que
estás haciendo. O les puedo decir a todos, háganse más y más conscientes para
que en todo momento sean selectivos. Tú y yo no iríamos a una tienda y
diríamos, “Dame una corbata.” La seleccionamos. Yo digo, “No me traigas
solamente tres corbatas. Déjame ver varias corbatas” - cincuenta corbatas, cien
corbatas, y yo selecciono una. Podría seleccionar dos. Yo no entro y digo,
“dame un traje.” “Déjame ver algunos cortes de trajes.” Y quizás de una docena
o más, yo selecciono uno - textura, color, lo que yo crea que necesite en mi
armario para incrementar mi armario. Así que yo lo selecciono y él me lo hace.
No dejo que él me diga lo que yo debería querer.
Pregunta: Inaudible.
Respuesta: No, es
igual de efectivo. Durante todo el día la gente está cosechando las cosas más
horribles en el mundo, y son todas las que han plantado involuntariamente. Se
sientan, en la Ciudad de Nueva York, y leen este pequeño periódico, The News
(Las Noticias), de principio a fin. Es el periódico más grande de nuestro país.
Tiene una circulación diaria de más de dos y medio millones. Creo que la
circulación del Sunday es alrededor de cinco millones. Es un pequeño tabloide,
y no hay ni una palabra en él que no sea negativa. Quién asesinó a quién, quién
violó a quién, quién está viviendo con la esposa de quién, y todo este tipo de
cosas, y les encanta. Y por supuesto, sus pequeñas vidas son apagadas de todas
maneras, así que es de alguna manera vicario, y se rellenan a sí mismos con
todas estas tonterías, mientras van al trabajo. Por una hora sólida, lo están
leyendo. Bueno, cuando las cosas suceden en su mundo, continúan sucediendo, de
una manera anormal, no se dan cuenta que son
ellos los que lo están haciendo. Pero la cosa entera es hecha por ellos.
Se rellenan con eso. No hay discriminación para nada. Es como ir a un restaurante
y preguntar, “¿De qué se quiere deshacer el chef hoy?”, es la misma cosa. Y él
responde, “Tenemos mucho del guisado. Lo tuvimos por cuatro días y no podemos
venderlo, y eso es de lo que queremos deshacernos. Llámalo por otro nombre hoy,
y deshazte de él.” Bueno, yo no busco eso. Dame el menú.
Una vez, un amigo mío me enseñó
esta lección. Fuimos a un restaurante y el mesero era muy, muy descuidado, y
volcó un poco de la sopa, y mi amigo lo llamó y le dijo, “Dígame, ¿esto es
caridad?” Bueno, el mesero estaba estupefacto. Le dijo, “Estoy haciendo una
pregunta muy simple. ¿Esto es caridad?” y él le dijo, “¿A qué se refiere
señor?”, “¿Debo pagar por esto?”, él dijo, “Pero, por supuesto señor.” Él dijo,
“Bueno, entonces llévelo de nuevo, y tráigame un lindo plato limpio, y la sopa
sin volcar.” El hombre se la llevó, y le trajo un lindo plato limpio con sopa
sin volcar. Si es caridad, déjalo allí; no me puedo quejar. Pero si yo pago por
ello, tú te lo vuelves a llevar. Bueno, esa es una lección que todos deberíamos
aprender. Demasiadas cosas descuidadas suceden, y nadie se hace cargo.
Pregunta: Inaudible.
Respuesta: Voluntariamente.
Primero que nada, yo no me divorcio de Dios. Él solo tiene un nombre, y yo
tengo ese nombre: no puedo señalar a otro lugar para decir su voluntad. En el
minuto que digo, “su voluntad”, me estoy divorciando de Dios. Así que me
pregunto a mí mismo, “¿Qué es lo que quieres, Neville?” Ahora, dado a que el
mundo entero es tú mismo exteriorizado, no vas a lastimar a nadie, pero no puedes
negar que tú aun deseas. Tú quieres algo. Así que lo quieres. Bueno, asume que
ya lo tienes y luego permite que las cosas sucedan. Si se necesitan mil o diez
mil para ayudar a dar luz a esa asunción, entonces serán usados, y serán usados
conscientemente o inconscientemente. Pero, si tengo que esperar para decir,
“¿Será la voluntad de Dios? Yo esperaré eternamente. ¿Será la voluntad de Dios
que yo pague la renta? ¿O que sea desalojado? Bueno, entonces, si voy a esperar
y decir, “bueno, deja que él me lo diga primero,” porque algún amigo me dirá,
“Sabes, necesitas esa experiencia, necesitas humildad; necesitas que todas
estas cosas se disparen…” ¡Estoy harto! ¡No necesito aprender la misma lección
dos veces! Oh, yo he pasado por eso, cuando pensé que era la voluntad de Dios y
permitía que lo haga, y me sentaba y no hacía nada. Luego venía el fin de mes,
y no podías pagar la renta. La administradora decía, “sabes, no puedes
quedarte”, y pum, estás afuera. Yo he tenido esa experiencia, al esperar que
Dios me diga qué hacer, y él nunca me lo dijo. Y fui yo el que tuvo que
hacerlo. Entonces, cuando me casé, sabía que tenía obligaciones en la vida -
tenía a otra persona. Luego vino un hijo, y luego otro. ¿Es mi obligación tener
un ser externo que me diga cómo? No, yo sé lo que tengo que hacer. ¿La ingreso
en la escuela? Está bien. ¿Puedes ir a la universidad? ¿Deseas ir? Está bien,
entonces, es mi obligación anotarla en la universidad, y así lo hice. Pero si
esperaba a que algún ser externo me hable y me diga, “Bueno, quizás ella no
debería ir. Será más fácil para ti.” Estoy pasando la pelota. El mundo entero
pasa la pelota.
No, mi querida, haz tu decisión.
Aun si estás equivocada, toma una decisión. Está bien, tú aprendes al hacerlo.
Pero ser indeciso, por no cometer un error... Bueno, ¿conoces esa historia?
Está en Apocalipsis. “¡Ojalá fueras frío o caliente! Así, puesto que eres
tibio, y no frío ni caliente, te vomitaré de mi boca.” (Apocalipsis 3: 15 y
16). No puedes hacer café o té, con agua tibia. Tiene que ser caliente o frio.
El hombre tiene que ser intenso. Sabes, la gente que me opone y me dice, “Neville,
creo que usted es un lunático. Pienso que usted esta tan loco como vienen” -
bueno, me han dicho eso una y otra vez. Aquellos que realmente me oponen son
mis mejores estudiantes. Pero aquellos que vienen y me dicen, “Oh, creo que
usted es maravilloso”, la primera vez que me escuchan, “Oh creo que usted es
maravilloso”; nunca más vuelven.
Aquellos que dijeron, “Creo que este hombre está loco” - los he tenido.
En la calle 49 de la Ciudad de Nueva York me encontré con dos señoras. Una
señora le estaba mostrando a su amiga de otra ciudad, toda la ciudad de Nueva
York, y había una foto mía gigante en una ventana con mis libros, y una dijo,
“¿Sabes quién es él?”, y ella dijo, “No.” “Bueno, es el místico loco de la
calle 48. Oh, debemos ir a escucharlo. Debes ir a escucharlo. Está loco de
remate. Todas vamos a escucharlo porque esta tan loco, es divertido.” Ella
dijo, “es divertido ir y sentarnos; no cuesta nada.” En esos días era todo
esfuerzo voluntario de su parte, así que miles de personas venían tres veces a
la semana a escuchar al místico loco de la calle 48. Pero aquellos que escucharon y pensaron,
“Ahora, él está realmente loco,” y me desafiaban desde la audiencia, se
convirtieron en buenos estudiantes. Aquellos, como las dos en la calle que
dijeron, “Oh es el místico loco. Vamos y divirtámonos,” nunca se convirtieron
en estudiantes. Ellos aman sus pequeños íconos, y le oran a los pequeños
íconos. Él nunca les responde, pero aun así le oran de todas maneras, en
esperanza.
Pregunta: Inaudible.
Respuesta: Mi
querida, yo creo en que hay que ser tan específico como uno pueda ser. Yo solo
sabía lo que deseaba tan seguido, respecto a ciertas cosas, y las quería en
detalle, y las obtuve. Si el hombre no puede ser específico, está todo bien.
Toma un final, un final generalizado. Pero si eres realmente específica, Dios
es muy definitivo. La descripción es perfecta en el mundo de Dios. Mira a la
huella digital. No solo que la huella digital de cada hombre difiere de todas
las otras huellas digitales, pero su olor también - o el perro entrenado no
podría encontrarte. Tan solo imagina a tres y medio billones de nosotros, y no
hay dos que tengan idéntico olor. No hay dos que tengan el mismo sonido de voz
- similar, pero no idéntico. Obsérvalo en la cinta mientras hablas, y esa
vibración lo grabará. No puedes reproducirla. ¿Similar? Sí. No hay dos iguales.
Eres tan único. Eres el único; por lo tanto no puedes ser reemplazado. No hay
nadie en toda la eternidad que pueda reemplazarte. Es por eso que debes ser
salvado, o el Templo Viviente no puede ser completado. Eres una piedra en el
templo viviente. Dios fue muy específico cuando te hizo a ti, el ser único que
tú eres.
Yo no seré “perdido en la
multitud”, por la simple razón de que Dios no me perdió en la multitud. Yo soy
individualizado, y tiendo a una más grande individualización por siempre y para
siempre.
Pregunta: Inaudible.
Respuesta: Ser ‘manso’, es ser auto-disciplinado,
o bien entrenado. “Los mansos heredarán la tierra” (Mateo 5: 5), porque ellos
han aprendido a utilizar su imaginación.
Nombre original en inglés: POWER.