NEVILLE GODDARD
13 de Marzo de 1964
Traducido por: Laura Arrojo
El tema de esta noche es: “La Ley
de La Libertad”. En esta serie presente, les pido a todos que lo intenten, que
lo prueben y luego compartan con nosotros los resultados, para que así yo pueda
compartirlo con otros lo que ustedes han comprobado con esta maravillosa ley
nuestra. Lord Lyndsay dijo una vez a un grupo de clérigos: “Ustedes, ministros,
están cometiendo un error. En sus púlpitos están discutiendo el Cristianismo, y
nadie quiere escuchar sus argumentos. Ustedes deberían ser testigos: ¿Acaso
esta cosa funciona?; y luego compartirlo con el resto de nosotros.” Entonces,
esto es lo que les estoy pidiendo que hagan, compártanlo. Yo les digo que funciona. Hemos encontrado aquello
que el mundo entero está buscando y funciona. Pero tú no lo sabrás solo con
escuchar sobre esto. Para estar convencido, debes ponerlo a prueba y
comprobarlo, y tú puedes comprobarlo.
Ahora, vayamos al gran libro, la
biblia. Tú juzgarás hasta qué punto lo aceptas, al testimonio de Jesús. Porque
repetimos, aquí, noche tras noche, que es muy importante que escuchemos el
testimonio de Jesús y que respondamos a él. Entonces hago la declaración aquí,
parafraseando a Blake, que: “Todo lo que observas, aunque aparenta estar
afuera, está dentro, en tu Imaginación, de la cual este mundo de mortandad es
tan solo una sombra.” Y digo eso de manera literal. Esto no es solamente un
hermoso pensamiento poético debidamente expresado por Blake; él lo dijo con
intención literal. Entonces la Biblia dice esta declaración - la leerán en el
capítulo 6 del libro de Juan.
Realmente se lo llama el capítulo de la secesión, porque en este capítulo se repite una audaz declaración por todo el capítulo, y en el mismísimo fin, ellos se separaron. Y la declaración que lo causó fue esta: “Nadie puede venir a mí a menos que el Padre que me envió lo traiga; y yo lo resucitaré en el día final.” (Verso 44). Y luego se nos dice que él preguntó una simple pregunta: “¿Y suponte que ves al Hijo del hombre ascender al Cielo?” (Versículo 62). No hubo respuesta; nadie le creyó. Y luego dijo: “Por eso les he dicho que nadie puede venir a mí a menos que se lo haya concedido el Padre.” Nadie. (Versículo 65). Y luego, el evangelista dijo, de la historia que estaba escribiendo y ahora editando: Y Jesús sabía desde el principio quiénes eran los que no creían, y quién era el que lo iba a traicionar. (Versículo 64). Lo sabía desde el principio, quiénes no le creían, y quién iba a traicionarlo.
Realmente se lo llama el capítulo de la secesión, porque en este capítulo se repite una audaz declaración por todo el capítulo, y en el mismísimo fin, ellos se separaron. Y la declaración que lo causó fue esta: “Nadie puede venir a mí a menos que el Padre que me envió lo traiga; y yo lo resucitaré en el día final.” (Verso 44). Y luego se nos dice que él preguntó una simple pregunta: “¿Y suponte que ves al Hijo del hombre ascender al Cielo?” (Versículo 62). No hubo respuesta; nadie le creyó. Y luego dijo: “Por eso les he dicho que nadie puede venir a mí a menos que se lo haya concedido el Padre.” Nadie. (Versículo 65). Y luego, el evangelista dijo, de la historia que estaba escribiendo y ahora editando: Y Jesús sabía desde el principio quiénes eran los que no creían, y quién era el que lo iba a traicionar. (Versículo 64). Lo sabía desde el principio, quiénes no le creían, y quién iba a traicionarlo.
Ahora, leemos la historia
cuidadosamente, y él dijo, él lo repite otra vez, “Nadie puede venir a mí a
menos que el Padre que me envió lo traiga.” Luego se nos dice que muchos, en
ese momento, muchos de los discípulos se fueron, para nunca más caminar con él,
para nunca más ir con él. Bueno, ¿Quiénes son los discípulos que se fueron? No
pudieron ir hasta el final; hicieron parte del camino; pero no pudieron ir
hasta el final. Ningún hombre te juzga, porque el drama está tomando lugar
dentro de nosotros. Escuchamos el testimonio, ya sea que lo escuchamos desde la
plataforma o lo leemos en un libro, o quizás tenemos la experiencia, pero
¿hasta qué punto podemos ir hasta el final?
Se nos dice que hay una ley, la
ley de la cosecha idéntica; que: “No os dejéis engañar, de Dios nadie se burla,
pues todo lo que el hombre siembre, eso también cosechará” (Gálatas 6: 7). Y
luego se nos dice: “Y el Señor dijo: “Produzca la
tierra hierba, plantas que den semilla, y árboles frutales que den fruto según
su especie”. (Génesis 1: 11). Sin variación, cada uno según su especie. Ahora,
creo que el mundo entero va a aceptar eso en el mundo vegetal; y luego se
dirigirán al mundo animal y lo aceptarán, que las palomas produzcan palomas,
los hombres producen… Los hombres y mujeres producen, bueno, hombres (la
especie). Entonces, podemos tomar a la ley en el mundo natural y ver que sí
funciona. ¿Podemos dar un paso más allá de aquella barrera, y llevarla ahora al
mundo mental?
¿Podemos ahora, realmente producir un acto mental, un acto imaginario, y observar su funcionamiento? ¿Y luego admitir, cuando veamos el fruto, que el acto imaginario fue la semilla plantada por nosotros, y la cosa que ahora vemos reflejada, es realmente el resultado, o el fruto de él? ¿Podemos aceptarlo? Bueno, podemos. Confió en que todos aquí podrán aceptar esto. Creo que la mayoría de ustedes lo harán, es por eso que están aquí. Pero ¿Puedes ir más allá, y decir que ningún hombre - y ahora, esto es literal - “Nadie puede venir a mí a menos que el Padre que me envió lo traiga; y yo lo resucitaré en el día final.”? ¿Puedes ir hasta ese punto?
¿Podemos ahora, realmente producir un acto mental, un acto imaginario, y observar su funcionamiento? ¿Y luego admitir, cuando veamos el fruto, que el acto imaginario fue la semilla plantada por nosotros, y la cosa que ahora vemos reflejada, es realmente el resultado, o el fruto de él? ¿Podemos aceptarlo? Bueno, podemos. Confió en que todos aquí podrán aceptar esto. Creo que la mayoría de ustedes lo harán, es por eso que están aquí. Pero ¿Puedes ir más allá, y decir que ningún hombre - y ahora, esto es literal - “Nadie puede venir a mí a menos que el Padre que me envió lo traiga; y yo lo resucitaré en el día final.”? ¿Puedes ir hasta ese punto?
Bueno, ellos no pudieron ir hasta
ese punto. Podían ir hasta el punto de relacionar un evento externo a un acto
imaginario interno. Pero no pudieron creer ni por un momento, que encontrarse
con un total extraño en el mundo, ese extraño viene para interpretar un papel
en mi vida; que él no puede venir a menos que mi Padre lo traiga; y Yo y mi
Padre somos uno. Yo soy el Padre y el Padre está en mí, así que nadie viene a
mi vida e interpreta cualquier papel en mi vida, excepto en lo que yo lo estoy
atrayendo, sea bueno, malo o indiferente. Él tan solo no podrá venir. Bueno, el hombre todavía no es lo
suficientemente grande para poder aceptar tal amplio círculo. No pueden
estrecharlo hasta ese punto para incluir al mundo entero; y que todo lo que
está sucediendo en su vida individual, él es la causa de ello. Él no puede
relacionar estos eventos, cuando son tocados por seres vivientes en el mundo,
con todo lo que él ha hecho interiormente. No puede creerlo ni por un momento.
Pero les digo, sean ustedes los que juzgan si lo creen o no. Porque él dijo:
“Yo conozco a todos desde el principio” ¿Por qué conocía a todos desde el
principio?
Bueno, ¿Quién es él para hacer todo esto? ¿Acaso no se nos dijo: “¿quién de los hombres conoce las cosas profundas del hombre, sino el espíritu del hombre que está en él?”? (1ra. Corintios 2: 11). Pero ¿Quién es el espíritu en ti? Les digo, es Jesucristo. “He sido crucificado con Cristo; no soy yo quien vive, sino Cristo que vive en mi”. Léanlo en el capítulo 2, versículo 20 de Gálatas. He sido realmente crucificado con él y no soy yo quien vive, sino Cristo que vive en mí. Así que el espíritu en mi sabe desde el comienzo, si yo he creído o no.
Bueno, ¿Quién es él para hacer todo esto? ¿Acaso no se nos dijo: “¿quién de los hombres conoce las cosas profundas del hombre, sino el espíritu del hombre que está en él?”? (1ra. Corintios 2: 11). Pero ¿Quién es el espíritu en ti? Les digo, es Jesucristo. “He sido crucificado con Cristo; no soy yo quien vive, sino Cristo que vive en mi”. Léanlo en el capítulo 2, versículo 20 de Gálatas. He sido realmente crucificado con él y no soy yo quien vive, sino Cristo que vive en mí. Así que el espíritu en mi sabe desde el comienzo, si yo he creído o no.
Mientras estoy
sentado aquí esta noche, ¿lo creo? ¿Hasta qué punto creería en esta ley de la
libertad, donde no hay ninguna cosa que está sucediendo, que yo no haya
causado, ni una en mi mundo? ¿Bueno, quién me traicionó? Yo conocía aquél que
me traicionó. Pero nadie puede traicionarme a menos que tengan mi secreto, les
digo que nadie. No puedes traicionar al hombre a menos que tú sepas el secreto
del hombre. Y para conocer el secreto del hombre, tú tienes que estar en el
espíritu de ese hombre. Entonces, ¿Quién podría traicionar al hombre, sino él
mismo? Por lo tanto, “Ningún hombre me quita la vida, yo la doy de mi propia
voluntad… tengo el poder para entregarla, y tengo el poder para volverla a
tomar.” Ningún hombre me quita la vida.
Así que él sabía quién era el que lo iba a traicionar, y quién debía traicionarlo porque es él mismo. Él es auto-traicionado. Conoce los secretos hasta el punto de que todo lo que está sucediendo en su mundo es, porque él es la única causa de todas las cosas que él enfrenta, que él experimenta. No hay otra causa. Él lo sabe. Entonces, ha traicionado su experiencia creativa dentro de sí mismo. Sabe cuál es la causa de eso. La ha encontrado dentro de él mismo; su propio maravilloso imaginar humano; es el espíritu de Cristo en él, lo que es realmente la causa del fenómeno de su vida. Entonces, ahora él es auto-traicionado. Lo compartirá con el mundo, pero ¿Quién lo va a aceptar? Se lo contará al mundo y entonces los hombres juzgarán ellos mismos hasta qué punto creerán. Pero cuando él llega a esa declaración, que ningún hombre puede venir a mí a menos que el Padre que me envió lo traiga, hasta ahí llegamos.
Así que él sabía quién era el que lo iba a traicionar, y quién debía traicionarlo porque es él mismo. Él es auto-traicionado. Conoce los secretos hasta el punto de que todo lo que está sucediendo en su mundo es, porque él es la única causa de todas las cosas que él enfrenta, que él experimenta. No hay otra causa. Él lo sabe. Entonces, ha traicionado su experiencia creativa dentro de sí mismo. Sabe cuál es la causa de eso. La ha encontrado dentro de él mismo; su propio maravilloso imaginar humano; es el espíritu de Cristo en él, lo que es realmente la causa del fenómeno de su vida. Entonces, ahora él es auto-traicionado. Lo compartirá con el mundo, pero ¿Quién lo va a aceptar? Se lo contará al mundo y entonces los hombres juzgarán ellos mismos hasta qué punto creerán. Pero cuando él llega a esa declaración, que ningún hombre puede venir a mí a menos que el Padre que me envió lo traiga, hasta ahí llegamos.
Ahora, déjenme
que comparta con ustedes lo que me dieron. El caballero que está aquí esta
noche, y esta es su historia como me la dio el martes pasado por la noche,
luego de la reunión. Me dijo: “La semana pasada, yo estaba teniendo serias
dificultades con una historia. Estaba satisfecho con el diálogo, las escenas
estaban todas bien individualmente, pero por alguna que otra razón, yo no
estaba satisfecho con la historia. Así que el domingo por la mañana, al darme
cuenta que la historia era el problema y no mi tratamiento de la historia, hice
lo siguiente. Me puse a mí mismo en los zapatos de Robert Louis Stevenson, y
luego me imaginé cómo se había sentido él, luego de haber escrito una buena
historia. Luego volví, y me puse mis propios zapatos y traté de igualar aquel
sentimiento, que yo había imaginado que sería el sentimiento de Stevenson, de
lo que habría sentido cuando produjo una buena historia.” Esa fue la técnica
que el utilizó. Él dijo: “todo esto sucedió cuando yo estaba teniendo mi
caminata mañanera. Cuando volví a casa, comencé a enlistar punto por punto a mi
esposa, de lo que pensaba que estaba mal con la historia. Y luego, punto por
punto, como si alguien estuviese parado detrás mío, y me hubiese provocado, de
repente la solución para cada punto vino a mi mente, como si alguien estuviese
parado detrás mío y lo pensó. Y toda la cosa vino a mi mente, punto por punto.”
Ahora, él dijo: “debería agregar que, mientras yo estaba afuera, mi esposa
había imaginado (la frase): ¡Cosas Maravillosas están sucediendo!, ¡Cosas
Maravillosas están sucediendo!”; él dijo: “estoy seguro que tu esposa
entendería que cuando un hombre está en casa todo el día, la mujer tiene que
usar generalizaciones, amplias generalizaciones. Así que podrá comprender esto,
porque mi esposa y yo pasamos 24 horas al día, siete días a la semana juntos; y
estamos en el mismo lugar.” Él, el escritor, usa su hogar como yo uso mi hogar.
Entonces, con esa
confesión hecha, él dijo: “Alrededor de una hora después, yo estaba en la ducha
y estaba recordando placenteramente una experiencia de hace seis años atrás…
recordando esto mismo que me sucedió hace seis años… esto de que una historia
estaba siendo, o parecía ser, dictada a mí, de manera parecida, y la cosa
sucedió, que alguien detrás mío me estaba dictando la historia de la hora
pasada. Y parecía ser seis años atrás, según recuerdo la historia, de que esto
me sucedió de manera parecida; alguna presencia me dictaba, o parecía dictarme,
la historia. Y luego, me golpeó como un martillo. Porque la historia de hace
seis años, aquel mismo personaje en la historia de hace seis años, era Eddie.
Idéntico, hasta el último detalle, era Eddie.
Si no han estado
aquí cuando contamos la historia de Eddie, déjenme que les cuente el personaje
que el concibió hace seis años. Él dijo, “él, estaba un poco loco. Bueno, tú
sabes, Eddie fue internado en un asilo para locos, para aquellos que estaban un
poco locos.” Él dijo, “el personaje era constantemente retenido y liberado por
la policía. Bueno, la policía retuvo a Eddie, y cuando el asilo no lo quiso
volver a ingresar, la policía no lo quería, así que lo liberaron.” Él dijo,
“por razones de la trama, le tuve que dar al personaje un rengueo en el pie, en
la pierna derecha - y así también Eddie tenía un rengueo en la pierna derecha.”
Él dijo, “la gente del pueblo del personaje lo trataban de la manera en que la
gente en mi vecindario trataba a Eddie. El personaje vivía en una tienda fuera
del pueblo; Eddie vive hoy en una tienda arriba en las colinas de Hollywood. El
personaje usaba el tipo de ropa, el mismo tipo de ropa que Eddie usa. El
personaje tenía una fascinación con la caída atómica. De hecho él le hizo una
broma al pueblo, y casi los mata de miedo,
y querían lincharlo. Eddie tenía la más inusual fascinación por la caída
atómica, y me dice que tiene un tubo que cuando lo frota con otro pedazo de
metal, él puede causar disturbios atmosféricos en cualquier parte del planeta.
Y le preocupa, porque piensa que este mal uso de su tubo el cual lo llama
“aguja espacial”, es la causa de la agitación de algunas partes del mundo, como
Cypress por ejemplo, así que tuvo que restringirse a sí mismo. Ahora, ha
enterrado su tubo en el desierto, lo cual - dice el escritor - es quizás más
seguro que donde solía guardarlo, que era debajo de mi casa.” Así que, es el
mismo intenso interés. Pero, él dijo, “Esta es la increíble similitud entre
estos dos - que el sentimiento que siempre he tenido por el personaje es igual
al sentimiento que tenía por Eddie.”
Ahora, él dijo,
“no le conté en seguida esta historia a mi esposa, quería probarlo, así que
comencé a contarle a ella y describirle la historia del personaje. Y omití a
propósito el rengueo en la pierna derecha, porque si lo hubiera mencionado,
ella hubiese pensado en Eddie automáticamente. Así que no mencioné esa
característica. Luego, omití completamente en mi vocabulario, el uso de las
palabras: “no deseado”, y: “rechazado”; lo cual, dicho sea de paso, al describir
este personaje, él se sentía no deseado y rechazado. Pero, a pesar de estas
omisiones, ella me dijo: ¡Estás hablando de Eddie!”
Y luego, dijo:
“me quedé sorprendido que mi esposa, por la descripción de un personaje que yo
concebí seis años atrás, podía ver, en ese personaje - y no ver a ese personaje
en sí - que yo estoy hablando solamente de un personaje que ella sabe que es
Eddie. Así que yo firmé esta carta un poco “preocupado”, por la simple razón de
que, habiendo escrito durante toda mi vida, he creado algunos personajes que no
tengo ningún apuro en conocer en la carne.” Todos han hecho esto.
Luego él dice:
“Así que rápidamente me dirigí a tu libro: La Ley y La Promesa, y volví a leer
el capítulo: “No existe la Ficción”. “Y
ahora”, dijo, “sacándome esto del pecho, debo decir algo bueno a favor de un
Dios externo y de usar velas; porque en mi estado mental presente, creo que tal
cosa, la de un Dios externo, sería más confortable que ser el Dios creando
todas estas cosas que están viniendo a mi mundo cuando reflexiono sobre los
personajes, como escritor, yo he concebido y proyectado en la pantalla;
personajes que realmente no tengo apuro por conocer, no en la carne.” Luego
dijo, “espero que guardes a esta carta en un lugar seguro, porque si alguna vez
necesito prueba de insania, la tendría. Guárdala en un lugar seguro, y el día
que la necesite para probar mi propia sanidad, bueno, aquí está la prueba.”
Este caballero ha
ido hasta el final. Y ahora está dispuesto, por su confesión en su carta, a
admitir que el personaje es Eddie, el que aparentemente vino por accidente
luego de una gran tormenta; cuando todos los autos fueron lavados en el
vecindario y Eddie no tenía trabajo por el día; y haciendo dedo para llegar a
la colina, posiblemente donde él vivía en su tienda, este caballero amablemente le dio un aventón,
y la amistad comenzó allí. Porque fuera de esta amistad, (de la cual dijo que
el mismo sentimiento intenso que sentía por Eddie, lo sentía por su personaje)
no tienen ningún punto de encuentro social. No andan en los mismos círculos
sociales, círculos intelectuales, círculos financieros, y aun así había un
sentimiento más cercano, estoy seguro, hacia Eddie, que hacia la decimonovena
parte de aquellos que se movían en su círculo. Y él es el que creó a Eddie. Así
que les digo, que todos… quizás no reconozcan al personaje. Quizás no eres un
escritor, ni haz escrito al punto tal que puedas recordar al verdadero
personaje que has creado de la nada misma, y que hubieras producido y visto la
producción tú mismo, y llevado a otros a ver el personaje. Pero él lo recordó.
Y luego se cruzó en carne y hueso al personaje que él había concebido seis años
atrás.
Entonces, como en
el capítulo 6 del libro de Juan: “Nadie puede venir a mí a
menos que el Padre que me envió lo traiga; y yo lo resucitaré en el día final.”
Yo lo resucitaré en el día final. Le conté a este caballero exactamente cómo él
lo va a resucitar. El día vendrá… y
cuando dice "el día final", no se refiere a un día de
veinticuatro horas. Significa el último día del viaje de la cuna a la tumba,
cuando sea tu ultima vez aquí, y ya no
estarás más en la rueda de recurrencia.
Y cuando le llegue al individuo la
última fase, él tendrá esta experiencia. Cuando menos lo espere; nunca nadie le
habló al respecto; y quizás cuando te lo cuente ahora, te lo olvidarás, y
olvidan las escrituras, así que cuando suceda, vendrá como una maravillosa y
placentera sorpresa, porque no tienes memoria de que lo hayas escuchado de mis
labios. Pero mientras que no lo sabías, nunca escuchaste sobre esto, nadie te
contó sobre esto, y alguna noche - o vendrá en el día; en mi caso pareciera que
siempre venía a las horas de ir al baño por la mañana - de repente serás
retorcido desde adentro tuyo, como un sacacorchos, y a través de tu cráneo, tú
saldrás. Y estarás vestido del cuerpo más glorioso de fuego y aire. Es así de
luminoso… no necesitas estrellas, ni sol, ni luna para iluminar tu camino. Y un
coro celestial llamará tu nombre, sea cual fuere tu nombre, y pronunciarán tu
nombre y dirán: “¡Él ha resucitado!”; No dirán: “él” ha resucitado, sino el
nombre, digamos que te llamas Juan, entonces: “¡Juan ha resucitado!”, “¡Juan ha
resucitado!”, lo repetirán; y luego este coro cantará, el más glorioso y
celestial coro cantará tus alabanzas porque tú has resucitado.
Y luego vendrás a un mar de
imperfección infinita, de imperfección humana. El rengo estará allí, el ciego,
el paralitico, el atrofiado, todo lo que tú has concebido, todo tomando forma
humana; y te están esperando a ti, el redentor, para que los redimas. Y a
medida que te deslizas, pareciera como que pasas deslizándote, todos serán
transformados a la imagen de la perfección. Tú no levantas ni un dedo para que
suceda. La gente ciega obtiene la vista perfecta, los sordos pueden oír, el
rengo, el paralitico y el atrofiado, todos dejan de ser lo que eran a medida
que pasas por allí. Y cuando llegas al final, y el último ha sido terminado y
todos están perfectos, entonces el mismo coro celestial te exaltará y clamará: “¡está terminado!” el último
llanto en la cruz. Y luego tú, a raíz de asuntos sin terminar, volverás aquí
para completarlos, para contarlo, y quizás para dejarlo de una forma más
permanente, en la forma de una imagen o historia. Pero lo contarás de una forma
más permanente que la que tú, hasta al momento, has experimentado, porque eso
es para siempre hasta donde tú sabes. Pero la contarás para el beneficio de
otros; y la dirás en voz alta si es necesario; volverás aquí para completar
algunos años que todavía te quedan, porque tu final está cerca.
Todos los que has creado tienen
que ser resucitados. Todos tienen que ser transformados a la perfección, para
que estén conforme a ti cuando tú seas resucitado. En ese mismo instante, tú
eres perfecto, y entonces a medida que pasas caminando, tú los moldeas en
armonía con la perfección que emana desde adentro tuyo. Y lo haces sin
esfuerzo, sin tener un pensamiento; estás más allá de la mente conceptual.
No estás preocupado por estas
personas, tú simplemente caminas al pasar, sabiendo en las profundidades de tu
alma que todo está perfecto; y todos son reformados y moldeados en armonía con
esa perfección que emana desde adentro tuyo. Así que se te dijo: “Si yo soy
levantado de la tierra, yo elevaré a todos los hombres”. Los voy a reformar y
transformar.
Así que ningún hombre viene a
menos que yo lo llame. Entonces, si yo llamo a Eddie con un rengueo… y luego la
memoria no me falla; estoy dándome una ducha, y de repente estoy contento
recordando una historia de hace seis años atrás, y mientras la recuerdo y
pienso en ella, de repente me doy cuenta… que he caminado estos dos últimos
años en la compañía de uno que yo mismo creé, y no lo había reconocido. Aquí
hay un hombre en mi propio mundo y por dos años ha estado en mi vida, y era un
íntimo en mi mundo, pero no reconocí mi propia creación. Porque eso es lo que
hace el mundo entero durante todo el día. Atrae solo lo que le pertenece, pero
no reconoce su propia creación. Ningún hombre viene a mí salvo que yo lo
traiga, porque: “mi Padre y Yo somos uno”. Así que no puede venir a menos que
mi padre lo traiga. No puede venir, a menos que YO lo traiga, porque YO y mi
Padre somos uno. Por lo tanto, estoy atrayendo a cada ser, hacia mi mundo, sea
bueno, malo o indiferente.
Entonces, cuando pienso que:
"él está equivocado", y se cruza por mi camino por la mañana, en la
tarde, y en la noche - y digo: “él no es bueno, no puedes confiar en él”, ¿A
qué parte de mi mundo puedo volver hacia atrás?, ¿Hacia ese momento en que yo
desconfié de mí mismo, cuando yo no podía confiar en mí mismo? No podría,
tendría miedo de mi propio comportamiento si se me diera la oportunidad. Si yo
creyera que podría salirme con la mía, quizás lo intentaría. No necesito ser un
autor para sentarme y escribir la historia; podría interpretar la historia.
Podría entrar en una tienda, y si nadie tuviera los ojos puestos en mí, y yo
pensara que nadie me está mirando, yo podría contemplar con placer, un acto que
si me atraparan sería de lo más embarazoso para aquellos que me aman, yo podría
hacerlo. Si en el pasado, alguna vez contemplé esa idea, alguien se cruzará por
mi camino y vendrá directo hacia mi mundo, e interpretará ese papel directo en
mi mundo. Yo podría condenarlo por eso, pero al condenarlo a él me estoy
condenando a mí mismo, porque él es mi propio ser siendo testigo de mi propia
creación… solo siendo testigo.
Yo conté la historia una vez aquí,
hace muchos años. Era una historia muy íntima, y ciertamente no la conté para
inflar ningún ego aquí, sino para entusiasmar a cada persona en este mundo a
perdonar a cada ser en este mundo. Porque tú eres la causa del comportamiento
de todos aquellos que estás observando en este mundo. Y la conté de la manera
más íntima porque tocó algún nervio forzosamente. Y yo fui severamente
criticado por la audiencia, a causa de esto, y fui criticado al mes siguiente,
por la esposa del caballero que me trajo a esta ciudad para dar una serie de
conferencias. Ella me dijo: “Neville, yo pensé que eso era muy, muy
inapropiado, y muchos te han criticado por ello. Me han escrito cartas y no
puedo decirte de las tantas cartas que recibí que eran muy, muy duras, por lo
que dijiste en la plataforma.” Yo le dije: “No lo conté por ningún otro
propósito más que el de mostrarles a todos que ellos son la causa de los malos
comportamientos de otros que ellos condenan. Ellos son la causa de eso.” Traté
de explicarle que no estaba condenando a la persona. Me estaba poniendo a mí
mismo… yo era la causa de su arresto, la causa de sus acciones.
Y esta es la historia. Yo estaba
casado, separado ya hace quince años; sin divorcio y sin separación final; sin
separación legal pero separado. Me casé a los 18 años, fui padre a los 19, y me
separé a los 20, y luego por los próximos quince años vivimos en nuestras vidas
separadas, y solo nos veíamos en la corte, cuando ella me obligaba a ir por no
pagar pensión conyugal. Esa era la única vez que nos veíamos. Siempre salía de
la corte con una reducción, siempre, una atrás de otra. Las siete veces
anteriores, el juez dio el fallo de esta manera. Finalmente ella se dio cuenta:
“Será mejor no llevarlo más, no habrá ni una cosa más para sacarle.” La próxima
vez ella no recibiría nada. Así que esa era la situación.
Un día, yo sabía que quería
casarme con una cierta persona, la cual es ahora la madre de mi hija. Pero yo
tenía toda esta vida personal enredada - no estaba separado legalmente. No
podía obtener un divorcio en la Ciudad de Nueva York salvo bajo una condición -
la ley más arcaica del mundo - por lo tanto nada más que conspiraciones suceden
en las cortes de divorcio en Nueva York. Porque la cosa entera está forzada
sobre el hombre por esta ley arcaica. Sin embargo, yo quería este divorcio.
Luego, una amiga mía íntima le contó a ella, que yo quería el divorcio, y le
dijo que se fuera de la ciudad, que saliera de la ciudad. Mi amiga no quería
que me divorcie y me case con la chica con la que me casé eventualmente.
Entonces, yo pensé, “está bien, ahora aplicaré esta ley”, y dormí como si ya
estuviese felizmente casado con la chica que ahora lleva mi nombre. Al final de
la semana, mi pareja de danza, la cual pensé que era la que le habría contado y
quien le había dicho que volara, (y sí, fue ella), vino a mí y me dijo que me
veía como a un hermano, solo como a un hermano. Ella nunca podría casarse
conmigo porque no tenía esos sentimientos hacia mí. Bueno, eso me puso muy
feliz.
La otra había desaparecido ahora, para nunca más ser encontrada… o al menos eso pensaría el mundo. Pero yo todavía dormía en la asunción de que estaba felizmente casado. Una mañana, el teléfono sonó, y respondí, era la corte llamando, dijeron: “Este es el edificio Federal”. Yo dije, “¿sí?”, “¿es usted Neville Goddard?”, “Si”. “¿Y es usted el orador público que se conoce como Neville?” yo dije que sí. “Bueno, entonces, debe venir a la corte el próximo martes por la mañana a las diez.” Yo estaba muy dormido para preguntar por qué. La mañana del martes siguiente, un poco antes de las diez, he aquí, el teléfono suena otra vez. “¿Es usted Neville Goddard?”, yo dije que sí. “¿Por qué no está en la corte? ¿No lo llamamos el martes pasado para decirle que venga hoy a la corte?”, Yo dije, “¿Por qué debería estar en la corte? ¿Qué problema hay, que yo debería estar en la corte, si no he sido citado?”, luego dijo, esta persona en el teléfono: “Usted es una figura pública, y los reporteros están siempre en la corte, y les encantaría obtener la historia para los periódicos, en los periódicos de hoy.” Pero yo dije, ¿Cuál es el problema?, y ellos dijeron: “Su esposa está en juicio, así que si usted viene aquí, quizás podría darnos un poco más de información al respecto.”
Entonces fui allí, entré a la sala
de la corte, justo a tiempo para ver que la traían a los estrados. Tres jueces
entraron, tomaron sus posiciones, luego alguien le susurró a un juez, y luego
la voz dijo, “¿Está el Señor Goddard en la sala?”, yo dije “Aquí estoy”.
“¿Podría subirse al estrado?” me hicieron jurar, ahora estaba bajo juramento.
“Quizás nos puede ayudar, aclarar un poco las cosas aquí.” Así que tomé el
estrado. Me preguntaron si teníamos la misma fe religiosa. Yo dije, “No, ella
nació Católica, y yo nací Protestante. Pero eso no es un problema; ella no es
una católica practicante, ni yo soy un protestante practicante. Así que no hay
ningún problema.” Luego él dijo, “Bien, entonces, ¿podría aclararnos algunas
cosas?”, Yo dije: “Primero que nada, ella es ocho años más grande que yo, y
ustedes saben mi edad, por lo tanto deben saber la edad de ella. Ella está
indudablemente atravesando algunos disturbios emocionales, y cuando una mujer
está pasando por tales estados, bueno, podría hacer alguna cosa irracional. De
lo que la han culpado ahora, estoy seguro, que jamás lo ha hecho antes. Aun si
tienen las evidencias para sostenerlo, yo creo que nunca antes lo había hecho.
Juraría que nunca más lo haría. Les pido, por el bien de mi hijo, que vive
conmigo, que si la tienen que sentenciar, entonces la ley dice que tienen que
sentenciarla, pero luego sean misericordiosos y suspendan la sentencia.”
Él dijo, “nunca he escuchado en
esta corte una solicitud igual a esta, en todos mis años en la magistratura, de
un hombre que no tiene nada que ganar por este pedido de misericordia, cuando
realmente quiere un divorcio. Porque tenemos enfrente nuestro, toda la
evidencia que fue tomada de su esposa cuando ella estuvo en la cárcel la semana
pasada esperando a este día de juicio.” Él dijo, “actuaré sobre su
recomendación, Señor Goddard. Ahora la sentencio a seis meses y la suspendo.
Nunca más quiero verla aquí.” Mary me cruzó en el pasillo, me dijo, “Eso fue
algo muy decente de tu parte, Neville. Dame los papeles.” Yo le dije, “no tengo
los papeles aquí conmigo… ven a casa y te los daré.” Viajamos juntos; era la
primera vez en muchos, muchos años, que estábamos tan cerca, más que cuando
vimos al juez. Viajamos juntos a mi hotel, y le di los papeles que no había
podido entregarle por innumerables meses. Le di los papeles, y obtuve mi divorcio
sin oposición.
Yo conté esta historia, para decir
que yo causé que ella haga lo que hizo. Si yo no hubiese asumido que era libre
para casarme con la chica que ahora lleva mi nombre, ella nunca hubiera hecho
todas esas cosas, para nada. Entonces, ella entra a una tienda, y por primera
vez en su vida, se lleva algo que no había pagado, y alguien la ve. Era una
cosa tonta, pero de todas maneras, ella lo hizo. Y eso es lo que la trajo a la
ciudad, para que yo pueda encontrarla. Y ella fue movida para pedirme que le dé
los papeles, porque yo supliqué por ella. Así que, habiendo hecho todo esto,
¿Quién es el culpable? Yo era el culpable. Ella vino directo a mi mundo a
interpretar un cierto rol, para darme la libertad. Estoy hablando de la Ley de
la Libertad. Entonces, ¿debería ella ser condenada por actos que yo, el autor
invisible, escribí para ella? No es que me senté y escribí ese rol para ella,
pero yo determiné el comportamiento de ese rol, de que ella tenía que hacer
algo, para que así tenga que ablandarse y me acepte los papeles. Entonces, la
conté solo para mostrar que no hay que condenar a nadie. Tú y solamente tú eres
el autor de las cosas que suceden en tu vida.
Por lo tanto, ¿condenarías a un
hombre? Este caballero escribe en un guion, un rengueo en la pierna izquierda.
Y aquí viene un hombre con un rengueo en la pierna izquierda. Él escribe todo
en un personaje imaginario, y este no es imaginario para nada. No puedes
distinguir entre lo que el mundo llama imaginario y realidad, no puedes; todo
esto es uno. La gente no puede ir más allá de cierto límite… entonces puedes
decir, "bueno, asumiré que yo soy lo que quiero ser, y las cosas suceden
en mi mundo de esta manera. Pero no me digas ahora que realmente yo la creé a
ella en ese rol." Así fue. Por eso muchos se fueron para nunca más caminar
con él. Nunca. Y él se dirige ahora, a los doce que todavía permanecieron, y
dijo, “¿Ustedes también se irán?” y Pedro respondió: “¿A quién iremos? Tú
tienes las palabras de la vida eterna; y nosotros creemos, y hemos llegado a
conocer que tú eres el Cristo, el Hijo del Dios Viviente.” (Juan 6: 68, 69).
Bueno, ¿a quién le habla Pedro? No le está hablando a otro. Quien sea que es el
personaje escrito en este drama como Pedro, llegó a esa posición dentro de sí
mismo.
Es la cosa más difícil de aceptar
en el mundo. Porque esta es la causa de la secesión. Ellos se separaron en ese
momento, porque no podían aceptar el hecho de que ellos son realmente la causa
de estas cosas que están viviendo y moviéndose en su mundo; algunos lisiados,
algunos limitados, algunos mutilados; ¿y ellos son la causa de eso? Ellos no lo
aceptarán. Él dijo, está bien. Ellos lo dejaron, para nunca más caminar con él.
Y luego Pedro dijo, “bueno, ¿a quién iremos? Tú tienes las palabras de la vida
eterna. Y estas son verdaderas, así que ¿a quién iremos? Porque sabes que hemos
creído y que hemos llegado a conocer que tú eres el Hijo del Dios Viviente.”
¿Conocer qué? Vayamos ahora a Mateo y verán la respuesta. “¿Quién dicen que yo
soy?”, “Algunos dicen Juan el Bautista, otros dicen Elías que volvió, otros
Jeremías, y otros dicen los profetas antiguos.” Él no responde a eso. Él hace
otra pregunta, “Pero, ¿quién dices tú que yo soy?” y Pedro se pone como el
orador, y responde: “Tú eres el Cristo, el Hijo del Dios viviente.” Él le dijo,
“Bienaventurado eres, Simón, hijo de Jonás, porque no te lo reveló carne ni
sangre, sino mi Padre que está en los cielos.” (Mateo 16: 13 al 17). Bueno,
¿Quién es el Padre que está en los cielos? Él dijo, “Yo soy el Padre. Cuando me
ven a mí, ven al Padre.” Bueno, entonces ¿Quién otro, más que el espíritu en el
hombre, ha revelado quién es Cristo realmente? Ningún profeta que vuelve,
ninguna reencarnación, sino que el hombre tiene a Cristo dentro suyo. Y él está
despertando más, y más y más.
El caballero que escribió la
historia sobre Eddie dijo, “Sabes, hasta ahora yo quería realmente despertar e
intenté despertar. Pero ahora estoy tratando desesperadamente de volver a
dormirme otra vez.” En otras palabras, él, no quiere eso - realmente no está
queriendo decir eso - no quiere lo que acabó de descubrir, esta enorme
responsabilidad, ser responsable de los personajes que ha creado. Y todos están
caminando en la tierra, y uno atrás de otro, entrará en su círculo, y se hará
íntimo. Como este, al cual realmente le tiene mucho cariño, uno que creó y lo
dotó de todas estas cosas extrañas, un desbalance mental peculiar, un rengueo
en su pierna derecha, rechazado por la sociedad, sucio, y repelente en muchos
sentidos. Hace todo esto para el personaje, y luego se enamora del personaje.
Así que puedes ver a las palabras: “Padre, perdónalos, porque no saben lo que
hacen.” (Lucas 23: 34). Están interpretando todos estos papeles porque los
hombres y mujeres imaginativos están escribiendo dramas. Y el mundo está para
siempre cayendo bajo los hechizos de hombres y mujeres imaginativos. No importa
lo que te diga el mundo, siempre están cayendo bajo el hechizo de aquellos que
están escribiendo intensamente con emoción.
Así que hoy, inténtalo. Espero -
pero tú eres el que juzga - espero que puedas ir hasta el final. Y no le digas
a nadie si vas hasta el final, porque el Espíritu en ti sabe si puedes
realmente ir hasta el final, o si te darás la vuelta esta noche y solamente
tomarás una porción. Pero aun una pequeña porción de esto, tómala. Así que esta
es la ley, la ley de la cosecha idéntica: “Así como un hombre siembra,
cosechará”. Sin importar lo que aparenta ser, realmente, tú lo cosecharás. Y
descubrirás, en el final, todo está simplemente siendo testigo del hombre, de
lo que el hombre está haciendo. Como Blake dijo: “Fui al páramo y lo silvestre,
a las espinas y cardos del desecho, y me dijeron cómo fueron engatusados y
llevados afuera, y obligados a ser castos.” Y no creerás ni por un momento, que
Blake está diciéndonos que las supresiones impuras de las ansias normales y
naturales del cuerpo animal que tenemos puesto, son las causas de las espinas y
los cardos del desecho. La sociedad ha reprimido todas las ansias normales y
naturales del cuerpo humano animal - porque estos son cuerpos animales los que
estamos usando - y al poner una represión sobre las ansias naturales, ahí
vienen las espinas y los cardos del desecho. ¿Y qué botánico creerá eso? No lo
creerá ni por un segundo, y piensa que va a matarlas a todas con algún
insecticida o alguna otra cosa, y él va afuera y quema las cosas. Todas
volverán, mientras que el hombre camine sobre la tierra, y haya quien pueda
poner estas restricciones en saludables cuerpos en crecimiento… y las llamamos
leyes morales. No hay ni una otra cosa en este mundo más que el hombre, porque
Dios es la única realidad, y Dios es el hombre, y el hombre es Dios. “El hombre
es todo Imaginación. Y Dios es el hombre, y existe en nosotros y nosotros en
él. El cuerpo eterno del hombre es La Imaginación, y eso es Dios mismo.”
(Blake, Anotaciones a Berkeley, Laocoon.)
Por lo tanto te digo, ya sea que
eres un escritor como este muchacho escribe, e indudablemente escribe
extraordinariamente bien para ganar la cantidad de dinero que gana, dicho por
él mismo. Él lo escribió, y por suerte pudo darse cuenta. Pero vivió con eso
por dos años, hasta que pudo darse cuenta que era su propia creación. Y lo que
hizo para rectificar los problemas que tenía con la historia, siendo él escritor, tomó a un gran escritor imaginativo
- porque cualquiera que pueda escribir Doctor Jekyll y Mister Hyde, lo es - y
entonces, muy bien, tienes ciertamente un ideal en eso, cuando tomas a Robert Louis
Stevenson, y puedes ponerte en sus pies, en los zapatos de este escritor
imaginativo - y luego, justo detrás de él, hay alguien, y es Stevenson. Él lo
atrapó con un humor.
Puedes darte cuenta, por el humor que llevas puesto, con quién vas a encontrarte en este mundo. Tú te vistes de un humor, y ellos vienen. Y él atrapó ese humor. Se preguntó cómo sería ese humor, ¿cómo sería? ¿a quién le pregunta? Está preguntando qué sentiría Stevenson, ¿cómo se sentiría luego de haber terminado lo que él consideraba un buen guion, una buena historia? Y habiendo atrapado ese humor, dijo él, “volví a mis propios zapatos; y luego intenté igualar mis propios sentimientos, con lo que yo había imaginado en cómo se habría sentido Stevenson. Y entonces, cuando logró unirlos… cuando dos se ponen de acuerdo, hasta para tocar cualquier cosa en esta tierra, será establecido para ellos en este mundo, si los dos se ponen de acuerdo. Él llamo a aquel con quien quería estar de acuerdo en humores, y entonces, pareciera como si alguien estuviese parado detrás de él, y le dictara la solución de cada punto, a medida que él los iba mencionando, y todas vinieron a su mente. No hubo ningún problema para este hombre, un escritor, en sentarse y largarlo todo de un tirón, luego de que todos los puntos estaban resueltos en su mente. Luego, mientras se duchaba y se sentía muy contento por lo que acababa de ocurrir, felizmente recordó una experiencia de hace seis años atrás. Y mientras lo contemplaba, como un martillo a la cabeza… ¿quién hubiera pensado que estaría caminando con su propia creación dos años atrás, y no lo reconoció? Y no quería contarle todo a su esposa. Él pensó, “Voy a probarlo primero, antes de contarle todo a ella”. Entonces, describió al personaje, dejando afuera cosas pertinentes como el rengueo de la pierna derecha, y el uso de las dos palabras, “indeseado, rechazado”, y dejando afuera las cosas que le darían la señal, aun así ella pudo reconocer que el personaje era Eddie.
Puedes darte cuenta, por el humor que llevas puesto, con quién vas a encontrarte en este mundo. Tú te vistes de un humor, y ellos vienen. Y él atrapó ese humor. Se preguntó cómo sería ese humor, ¿cómo sería? ¿a quién le pregunta? Está preguntando qué sentiría Stevenson, ¿cómo se sentiría luego de haber terminado lo que él consideraba un buen guion, una buena historia? Y habiendo atrapado ese humor, dijo él, “volví a mis propios zapatos; y luego intenté igualar mis propios sentimientos, con lo que yo había imaginado en cómo se habría sentido Stevenson. Y entonces, cuando logró unirlos… cuando dos se ponen de acuerdo, hasta para tocar cualquier cosa en esta tierra, será establecido para ellos en este mundo, si los dos se ponen de acuerdo. Él llamo a aquel con quien quería estar de acuerdo en humores, y entonces, pareciera como si alguien estuviese parado detrás de él, y le dictara la solución de cada punto, a medida que él los iba mencionando, y todas vinieron a su mente. No hubo ningún problema para este hombre, un escritor, en sentarse y largarlo todo de un tirón, luego de que todos los puntos estaban resueltos en su mente. Luego, mientras se duchaba y se sentía muy contento por lo que acababa de ocurrir, felizmente recordó una experiencia de hace seis años atrás. Y mientras lo contemplaba, como un martillo a la cabeza… ¿quién hubiera pensado que estaría caminando con su propia creación dos años atrás, y no lo reconoció? Y no quería contarle todo a su esposa. Él pensó, “Voy a probarlo primero, antes de contarle todo a ella”. Entonces, describió al personaje, dejando afuera cosas pertinentes como el rengueo de la pierna derecha, y el uso de las dos palabras, “indeseado, rechazado”, y dejando afuera las cosas que le darían la señal, aun así ella pudo reconocer que el personaje era Eddie.
Así que, esta historia puedes
tomarla en serio. Esta noche, ¿cómo se sentiría? Si quieres dinero, bueno,
hazte a ti mismo, como alguno que tiene montones de él. ¿Cómo se sentiría para
él, si realmente quiere dinero? Porque mucha gente lo tiene, sin ningún
pensamiento sobre el dinero, pero si alguien realmente quiere dinero, ¿Cómo
sería luego de que realmente se pasó al otro lado de gran manera? Y luego
tratas de igualar tu sentimiento, con aquello que has imaginado que él habrá
sentido cuando el hizo lo que se considera la gran fortuna. Iguala el
sentimiento… iguala el sentimiento y observa lo que sucede. Tan solo inténtalo.
Lo que estamos haciendo aquí, estamos experimentando, porque este es el gran
problema del mundo. Como dijo Fawcett: “El secreto de imaginar es el problema
más grande, a cuya solución todos deberían aspirar”. Primero que nada, el poder
infinito está en ella, si lo resuelves; infinita sabiduría e infinito deleite.
Si contiene todo esto y podemos resolver el problema, entonces, ¿Por qué no
intentarlo?
Así que les pedimos a todos que lo
intenten y que luego lo compartan con nosotros para que yo así pueda compartirlo
como lo hice esta noche con la carta de este caballero. De nuevo, lo repito,
espero que él continúe y lo comparta conmigo para que yo así pueda compartirlo
con ustedes, estas pequeñas amorosas facetas de este gran diamante. Porque él
pudo poner sus pies imaginarios en zapatos imaginarios, y sentir lo que el gran
Stevenson debió haber sentido cuando estaba satisfecho con la historia, y luego
se sacó los zapatos y se puso sus propios zapatos, todo en la Imaginación;
porque él estaba haciendo su caminata mañanera cuando todo esta estaba
ocurriendo en su mente. Y la gente que va caminando verá a un hombre caminando
al pasar, y posiblemente lo ignoren, ni lo consideren, o quizás se preguntan
qué está pasando por su cabeza. Pero nadie más que el Espíritu del hombre
podría saberlo. ¿Quién sabría ni por un instante, que Stevenson estaba
caminando allí? Pero mientras él tenía puesto los zapatos de Stevenson, Stevenson
estaba allí, a punto tal que, si tú
fueras sensitivo, no podrías ver al hombre que estaba allí, al que su esposa
podría ver; tú verías a Stevenson. Realmente lo verías, porque: “Todas las
cosas por una ley divina, en uno con el otro ser se mezclan”, (Blake). Por lo
tanto, no están afuera en el espacio o afuera en el tiempo, solamente están tan
lejos como les permitas que lo estén.
Y a tus humores, tú pueden
llamarlos, a cualquier ser en este mundo. Puedes llamar a cualquiera que ya
haya partido hace innumerables siglos, llámalo al sentir que eres él. Ponte a
ti mismo en sus zapatos y llámalo. Luego, si tienes un problema, comparte tu
problema. Tendrás la misma sensación de que alguien está parado detrás de ti,
indicándote la solución punto por punto, acumulándose todo en la cabeza. Si
crees que Blake, que murió en 1827, podría realmente resolver cierto problema
para ti, siente la presencia de Blake. Porque ellos no están exteriorizados
afuera, como el mundo lo pensaría, digamos en el tiempo pasado en 1827.
Ciertamente él no está en ninguna pequeña tumba en Inglaterra; no hay nadie
allí. Por lo tanto, ellos están tan lejos como tú les permitas estar. Así que
el volvió a leer el capítulo llamado: “No hay Ficción”, y descubrió algo el
escritor, que humorosamente dijo en la carta: “Habiendo escrito toda mi vida,
he creado tales personajes que te aseguro que no tengo ningún apuro de
encontrármelos en la carne.” Pero no importa, el día vendrá en que te moverás
hacia afuera, en forma espiralada cuando menos lo esperes, y sin esfuerzo
caminarás y redimirás a cada uno de ellos. A cada uno que se nos ha dado para
la obra teatral aquí, porque ellos son creados voluntariamente o
involuntariamente. Así que les pido que se sumen conmigo, pónganlo a prueba, y
no se retrasen con sus cartas, tráiganmelas, y cuantas más sean posibles mejor,
para que yo pueda alentar a otros para que también lo intenten.
Cuando vayan a sus casas, lean
este capítulo 6 del libro de Juan. Realmente es el capítulo de la separación:
todos se fueron, para nunca más caminar con él, y solo unos pocos se quedaron.
Él se dio vuelta… y ellos dijeron, “¿A quién iremos? Tú tienes las palabras de
la vida eterna. Te hemos creído y te hemos llegado a conocer” (es decir, no
sucedió en una noche) y hemos llegado a
conocer que tú eres el Cristo, el Hijo del Dios Viviente.” Pero el Hijo del
Dios Viviente es Dios mismo… tu llegas a conocerlo. Pero no le estás hablando
al hombre: tú has encontrado una presencia creativa dentro de ti. Y aunque el
mundo trate de hacerte sentir que esa presencia creativa es un poder - hablan
de él como “eso”, no lo personalizan - tú si lo haces. Es a TI mismo a quien
has encontrado. ¿Acaso no eres una persona? Así que si Cristo está en ti como
el poder creativo en ti, tú lo estás haciendo, y tú eres una persona, por lo
tanto, Cristo es una persona. Así que él dijo, “¿Es, tu Cristo, una persona? Él
siempre habla de Cristo como un poder creativo; él no es tan solo una persona,
él es la única persona. Él es el hombre celestial… tú estás encontrando en ti
mismo aquel hombre celestial, el hombre que no puede morir, el inmortal tú.
Ahora, cuando lo encuentres, no le dejes ir. Deja a todo lo demás ir, pero no
lo dejes ir a él. Así que cuando Pedro le escribe a Timoteo, le dijo: “Yo sé a
quién le he creído” - no a qué - a
quién, y ahora está hablando de Cristo. Y aun así, el define a Cristo como: “el
poder y la sabiduría de Dios”. Habiéndolo definido como poder y sabiduría, él
lo personifica. Porque es él mismo… eso es lo que encontró. Él se encontró a sí
mismo. Tú nunca lo encontrarás afuera.
Entonces, ¿hasta qué punto, esta
noche, puedes ir con el testimonio de Cristo Jesús? ¿Puedes ir hasta el final,
y decir que no hay hombre, ni mujer, masculino, femenino, que pueda venir a ti
a menos que mi Padre que me envió lo traiga? Y yo lo resucitaré en el día
final… deja esa sección aparte… eso va a suceder de todas maneras. Pero ¿hasta
qué punto puedes aceptar ese testamento de que nadie puede venir a mí a menos que mi Padre que me envió lo
traiga? Y yo y mi Padre somos uno, porque yo estoy en mi Padre, y mi Padre está
en mí, ¿puedo ir hasta allí de lejos? ¿Y luego ir hasta el final, que nadie que
esté en este mundo puede cruzar mi camino que yo no lo haya llamado? Aquellos
que vienen a mis círculos más íntimos; ellos son cosas en las que yo realmente
he estado pensando. Tú comienzas a pensar sobre los tales llamados tiranos del
mundo, y formando en el ojo de tu mente, y descubrirás que él realmente no vive
en Rusia, vive en la puerta de al lado, y viene justo a ti. Y luego te
preguntas cómo puedes deshacerte de él. Tú has estado creando en el ojo de tu
mente un cierto algo, y entra justo en tu mundo. Tú los trajiste a ti, tal como
los has traído de un panel.
Ahora, vayamos al silencio.
Pregunta: ¿Quién es la mujer en
Apocalipsis, que tiene la luna bajo sus pies?
Respuesta: todo en las escrituras,
desde el comienzo al final, es todo sobre ti. No sobre las vestiduras que
llevas puestas, sino de ti, el que está vistiendo esas vestiduras. Todo desde
el principio al fin es tu verdadera auto-biografía. Mucho de esto, todavía no
has experimentado, pero todavía será tuyo para que lo re-experimentes, por lo
tanto, verdaderamente una auto-biografía. Por ahora quizás lo leas como una
biografía, pero no pienses que es de otro; es todo sobre ti. La más delirante
revelación se probará a sí misma como verdadera; un día la vas a experimentar.
Todo es sobre ti. Cuando el niño fue traído y rápidamente llevado al cielo, tú
tendrás esa experiencia. El niño desaparecerá de aquellos que intenten
destruirlo. Y todos los poderes destructivos del mundo son engendrados por ti,
todos en el estado del sueño, cuando el hombre estaba completamente dormido.
Así que tú eres ese ser. Espero que esta noche hayas visto quién era Judas. No
era algún ser que traicionó a quien el completo mundo cristiano cree ser el
Señor. Nadie pudo haber traicionado a un hombre a menos que sepa el secreto de
aquel hombre; y ninguna persona conoce el secreto del hombre más que el
espíritu de ese hombre que está en él. Así que ¿Quién es Judas? La palabra
Judas significa: “la alabanza a Jehová”. Judas es alabanza. Pero el hombre
piensa que el drama sucedió hace 2000 años. Está tomando lugar, todo aquí.
Él dijo: “ningún hombre me quita la vida, la entrego yo mismo”. Si ningún hombre toma mi vida, entonces ¿de qué lo estás culpando? La entrego yo en cada vestidura que se mueve sobre la faz de la tierra. “A menos que muera, no podrán vivir. Pero si yo muero, me levantaré de nuevo, y vosotros conmigo.” (Blake, Jerusalén, Placa 96). Así que él se convirtió en el hombre para que el hombre pueda convertirse en Dios, y lo hizo voluntariamente. Tú puedes imaginar; bueno, eso es Cristo, ese es el poder de Dios. Y es personificado - aunque es un poder, porque tú eres una persona, entonces, es una persona. Cada acto malvado en el mundo, necesita a un hombre como representante, por lo tanto, es el hombre. Cada acto noble, necesita a un hombre como un representante, por lo tanto es el hombre. Como verán, todo está personificado. Por lo tanto las escrituras personifican los poderes. Si, así es; son poderes, son personificados.
Él dijo: “ningún hombre me quita la vida, la entrego yo mismo”. Si ningún hombre toma mi vida, entonces ¿de qué lo estás culpando? La entrego yo en cada vestidura que se mueve sobre la faz de la tierra. “A menos que muera, no podrán vivir. Pero si yo muero, me levantaré de nuevo, y vosotros conmigo.” (Blake, Jerusalén, Placa 96). Así que él se convirtió en el hombre para que el hombre pueda convertirse en Dios, y lo hizo voluntariamente. Tú puedes imaginar; bueno, eso es Cristo, ese es el poder de Dios. Y es personificado - aunque es un poder, porque tú eres una persona, entonces, es una persona. Cada acto malvado en el mundo, necesita a un hombre como representante, por lo tanto, es el hombre. Cada acto noble, necesita a un hombre como un representante, por lo tanto es el hombre. Como verán, todo está personificado. Por lo tanto las escrituras personifican los poderes. Si, así es; son poderes, son personificados.
Pregunta: ¿Cuál es el simbolismo de
los dos ladrones en la cruz, en el momento de la crucifixión, uno a su
izquierda y el otro a su derecha?
Respuesta: Ya hablaremos de eso en
algún futuro cercano, desde esta plataforma. Pero respondemos que algunos
claman que el hombre es constantemente robado, al mirar atrás, o al mirar hacia
adelante. Él esta tan preocupado sobre lo que hizo o lo que va a hacer, con lo
que anteriormente se encontró, y lo que espera encontrarse, que omite el eterno
presente el cual es: YO SOY. Cristo se define a sí mismo como: “YO SOY el
camino, YO SOY la verdad, YO SOY la vida, YO SOY el pan celestial, YO SOY la
verdadera vid, YO SOY la resurrección”; todos en el presente. Pero el hombre va
para atrás, y piensa en él, como algo del pasado, y espera encontrarse con él en
algún momento en el futuro… y está en el eterno presente. Él está solo en el
presente, así que el hombre es robado por dos ladrones con los que camina
durante todo el día, porque Cristo es crucificado aquí en el presente. Yo he
sido crucificado; en Gálatas 2: 20, dice: “Yo soy crucificado con Cristo, y no
soy yo quien vive, sino Cristo quien vive en mi” - él está presente, y su
nombre es Jesús, y es: YO SOY. La palabra Jesús es Jehovah, y Jehovah es Yod He
Vau He, y es definido como YO SOY. Así que, mi ladrón a mi izquierda, y mi
ladrón a mi derecha… yo siempre estoy mirando hacia el pasado o el futuro, y
omitiendo la única realidad que resucita, la cual es el presente. Y solo lo que
YO SOY podrá alcanzar el cielo; solo lo que YO SOY, será lo que estoy extrayendo
hacia afuera. Así que no esperes para asumir que: ‘yo soy lo que sería’, porque
la razón lo niega. Ignora a la razón, ignora a los hechos de la vida, y
atrévete a asumirlo, porque todas las cosas son posibles para YO SOY. Así que
las dos cosas están con nosotros mañana,
tarde y noche. Nos andamos preguntando… “Me pregunto si… ¿habré hecho la cosa
indicada en aquella fiesta, anoche? ¿Habré dicho la cosa indicada? ¿Habré
causado una buena impresión?”; eso es un ladrón. Y ahora, se me invita a una
para mañana, entonces, “Me pregunto si… ¿me ataré la lengua? O ¿acaso tengo un
bonito vestido?; ¿Tendré tiempo para ir a la peluquería?” y todas estas cosas;
y nos preocupamos por mañana, cuando solo tenemos el hoy, es ahora, esto es el
YO SOY.
Bueno, veo que se me ha acabado el
tiempo. Así que realmente inténtenlo, y compartan con nosotros en forma escrita sus resultados. Gracias.
Nombre
original en Inglés: THE LAW OF LIBERTY.
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