Neville Goddard
20 de Junio de 1969
Traducido por: Laura Arrojo
En el libro de
Nehemías se nos dice que ellos leyeron del Libro de la ley de Dios con
interpretación y le dieron sentido para que la gente comprenda la lectura “Y
leyeron en el libro de la ley de Dios, traduciéndolo y dándole el sentido para
que entendieran la lectura.” (Nehemías 8:8).
Desearía que eso fuese verdad de los pastores de hoy en día, pero
desafortunadamente ellos han tomado erróneamente las personificaciones por
personas y el completo primer sentido por el sentido final intencionado.
En el periódico de hoy leí qué a
325 estudiantes graduados de 15 universidades católicas les pidieron que
mencionen a sus diez héroes, en orden, sin restricciones respecto al tiempo. El
ya fallecido presidente Kennedy vino primero, su hermano Robert vino segundo,
Martin Luther King vino tercero, poniendo a Jesús en el quinto puesto. Aquí
vemos a estudiantes graduados de 15 universidades católicas quiénes - viendo a
la Biblia como historia secular- posicionan a su personaje principal (Jesús) en
el quinto lugar en el orden de sus héroes, mientras que si lo leyeran como
literatura (como lo hacen muchos estudiantes) ellos descubrirían que no es
historia secular para nada.
En pensamiento bíblico, un nombre
no es una mera etiqueta de identificación, sino que es una expresión de la naturaleza
esencial del que lleva ese nombre. Conocer el nombre de Dios es conocer a Dios,
a medida que él se revela a sí mismo al individuo. Como dijo el salmista: “Aquellos
que conocen el nombre ponen su confianza en él.” ("en ti pondrán su
confianza los que conocen tu nombre. Porque tú Oh Señor no abandonas a los que
te buscan" Salmo 9:10). Su nombre es revelado en una progresión de
revelaciones. Primero es revelado como Dios Todopoderoso en el nombre: El
Shaddai. Este nombre es personificado como Abraham, Isaac, y Jacob. En el
estado de Moisés la segunda revelación viene como: "YO SOY". Luego, en el tercer y último estado de
Jesucristo, la completa revelación de su nombre es revelada como padre, en una
relación de padre/hijo. Llevando el nombre de Jesús, tú dirás junto con Pablo:
"he manifestado tu nombre a los hombres que me diste del mundo; eran tuyos
y me los diste. Yo les he dado a conocer tu nombre, y lo daré a conocer, para
que el amor con que me amaste esté en ellos y yo en ellos." Juan 17: 6 y
26.
Pero ahora, cuando leas las
escrituras, siempre recuerda que los nombres Abraham, Isaac, Jacob, Moisés y
Jesús son personificaciones de los roles eternos de la obra de Dios. Teniendo
fe en ti mismo y en la obra teatral que tú creaste, tú entras en el rol llamado
a Abraham, y en ese momento se te mostró la completa obra en detalle. Y cuando
la obra es completada tú te mueves y entras en el rol llamado Jesucristo, para
descubrir que tú eres el autor de la obra. Decir que Jesús es tu héroe y verlo
a él como una persona, es malinterpretar
completamente la historia de las escrituras. Como dijo Blake: "siempre
debe ser comprendido que las personas Moisés y Abraham no están aquí
literalmente, sino que son estados simbolizados por esos nombres, y los
individuos son representantes de visiones de esos estados eternos tal como
fueron revelados al hombre mortal en una serie de revelaciones divinas tal como
fueron escritas en la Biblia. Yo he visto a estos estados en mi imaginación.
Cuando se los ve a distancia, ellos aparentan ser un solo hombre. A medida que
te acercas, esos aparentan ser multitudes de Naciones."
Yo conozco la verdad de esa
declaración, porque aunque Blake nació en 1757 y murió en 1827, nosotros dos
estamos cercanamente entretejidos en el tapiz de pensamiento. En una noche en
particular nos encontramos, y luego de charlar sobre el misterio de Dios, Blake
me dijo: “Lánzate de espalda (hacia atrás) con completo abandono de tu ser. No
te restrinjas, tan solo relájate y cae.” Siguiendo a sus instrucciones, sentí
como si estuviese cayendo hacia afuera de la tierra, mientras me lanzaba hacia
el espacio como un cuerpo interestelar. Y cuando el movimiento se detuvo, miré
hacia arriba y vi a un hombre solo brillando a la distancia. Su corazón era
como un rubí flameante, pero cuando me acerqué me di cuenta que toda la gente
en la eternidad estaba en ese único cuerpo. Yo vi al cuerpo en el cual
volveremos a ser reunidos cuando la obra teatral de Dios se termine.
La obra teatral comienza cuando:
“Las escrituras, habiendo previsto que Dios salvaría y justificaría a los
gentiles, anunció de antemano las buenas nuevas a Abraham.” (Gálatas 3: 8).
Ahora, si tomas la historia de Abraham como historia secular, te darías cuenta
que se le hubiese mostrado a él el plan de salvación de Dios dos mil años antes
de que ocurriera. Pero, aceptando jugar el papel de Abraham, tú entras por la
puerta de la muerte, que es el cráneo humano. Es allí donde duermes en visiones
de la eternidad como la semilla de Cristo, siendo uno con el Padre.
La palabra “semilla” traducida en
Gálatas es “esperma”, significando el esperma del hombre, e identificando al
hombre con Dios. Esto no es el esperma físico, ya que eso es tan solo una sombra
produciendo cuerpos de muerte. Estoy hablando del esperma espiritual llamado
Cristo, cuya semilla es capaz de extenderse a sí misma. Soñando a tu vida hacia
su existencia, tú aparentas ser dos, pero no lo eres. Un día esta barrera se
removerá y tú, individualizado, emergerás como el Señor Jesucristo – el cual,
así como Abraham, Isaac, y Jacob, es un símbolo, atestiguado por Dios.
Cuando leas las escrituras, trata
de recordar que estas características son solo personificaciones y trata de
descubrir a qué representan. Hasta que no entiendas el significado del nombre,
no captarás el mensaje. Muy seguido encontrarás que un cuento clásico es mucho más
grandioso que lo que jamás podrías escuchar de un pulpito en algún domingo por
la mañana. Uno de mis favoritos fue
escrito por un matemático. Ustedes conocen a su cuento por el nombre “Alicia a
través del espejo”.
“¡Ven y míralo a él!” el hermano
gritó, y cada uno tomó una de las manos de Alicia, y la guiaron hacia donde el
Rey estaba durmiendo.
“Él está soñando ahora”, dijo
Patachún, “¿Y qué piensas que está soñando?”
Alicia dijo, “Nadie puede
adivinar eso”. “Oh, ¡Está soñando sobre ti!” exclamó Patachún, aplaudiendo
triunfalmente. “Y si él dejara de soñar sobre ti, ¿Dónde crees que tu
estarías?”
El soñador en ti es Dios, quien
debe soñar en la secuencia que él preparó desde el principio. Ninguna parte
puede ser omitida. Así como nuestros antepasados jugaron sus papeles, así
también los jugaremos nosotros, porque existe solo un actor en este drama
llamado la vida, y ese actor es Dios. Dios en ti está soñando las diferentes
partes que él escribió en el principio y tú las vistes mientras estabas en el
estado de Abraham. Tú eres el hijo de Dios ahora, que es un “YO” el cual él
está extendiendo. Todos somos el “YO”, solo que ahora estamos mejorados a razón
del sueño predeterminado.
Charles Dogson (el cual conocemos
como Lewis Carroll) escribió el clásico “Alicia a través del espejo”, el cual
nos dice que todo era posible a través del espejo. Esto es verdad, porque con
Dios todas las cosas son posibles. Las cosas son lo que Dios piensa que son. Él
piensa que Él es tú, y continuará pensando que ÉL es tú, hasta que él te lleve
a la conciencia de ser el Señor Jesucristo.
Es triste leer que aquellos que
se graduaron de las universidades católicas creen que esta personificación es
un personaje histórico, y es increíble pensar que lo pusieron en el quinto
lugar. No estoy diciendo que esto no podría pasar en una universidad
protestante, porque allí también podría suceder. Quién sabe – quizás hasta lo
ponen en el décimo lugar en vez del quinto. Si no se tiene ningún sentimiento
hacia la historia no puede ser creída, pero el soñador en ti está jugando cada
personaje en la obra dado a que tú proyectas tu sombra en este mundo. Lo
escuché tan claramente una noche, cuando él me dijo: “Me recosté contigo a
dormir, y mientras dormía, soñé un sueño...” y yo sabía que Él soñaba que Él
era Yo, y cuando Él despierta, ¡Yo Soy ÉL!
Ahora, en este mundo de sombras
tú debes aprender a imitarlo. Si él te soñó a la existencia, y él te está
soñando a través de todas tus experiencias en el mundo, tú puedes comenzar a
modificar algunas de ellas al imitarlo a él, y soñar tu propio sueño
particular. ¿Cómo sería el sentimiento si tu deseo fuera verdad? Yo sé por
experiencia, que vendrá a la existencia, y quiero alentar a todos para que lo
intenten.
Comienza esta noche. Siéntete a
ti mismo en el estado de conciencia que deseas. ¿De qué estarías consciente de
sentir si el mundo reflejara tu deseo ahora mismo? Te aliento a que uses el
sentimiento, sensación, tal como Isaac lo hizo en su historia. Al igual que
Isaac, tú no puedes ver a tu deseo como un hecho material para ti mismo. Eso es
Jacob, de piel suave y sin pelos, y sin ninguna realidad externa, mientras que
este mundo material es Esaú. Tú debes vestir a Jacob con dichas cualidades
externas, para que él se sienta materialmente real para ti. El tacto tiene una
fantástica sensación de realidad, así que a través del sentido del tacto y del
olfato Isaac le dio a Jacob el derecho a nacer.
Yo sé que cuando salgo de este
cuerpo yo estoy despierto, y cuando toco a alguien ellos son sólidamente
reales. Puedo escuchar sus voces y ver sus caras, y cuando los toco mi mano no atraviesa
sus cuerpos, porque ese mundo, en ese momento, es tan real como este.
Aprende a sacudirte hasta
liberarte de lo que el mundo cree que es la única realidad. Siéntete a ti mismo tocando a un amigo o a un
familiar que conoces bien y amas, y tú también conocerás por experiencia que
nadie muere o deja de existir. No importa qué tan sabios los curas y rabinos
sean, ellos no han estado donde tú has estado y por lo tanto no pueden saber lo
que tú sabes. Ellos están teorizando, y tú estarás hablando desde la
experiencia. Yo he entrado en otros mundos y estos son tan reales para mí, como
esta habitación lo es ahora, y la gente allí es igual de sólida a mi tacto como
este atril lo es ahora. En este momento está habitación es real para mí porque
yo estoy dentro de ella. Pero cuando estoy en estos otros mundos, son más
reales que esta habitación o que mi hogar en Beverly Hills donde yo paso la
mayoría de mis horas despierto.
Volvamos ahora al sentido del
tacto. Piensa en algo que tocarías si tu deseo fuera materialmente real. El
dinero, por ejemplo, puede ser tocado, y hasta tiene un olor. Estos son los
sentidos que Isaac usó. Cuando Jacob se acercó, Isaac lo tocó y dijo: “Tú te
sientes como mi hijo Esaú y tienes su olor”. Luego él bendijo a Jacob y,
extrañamente, cuando Isaac descubrió que él había sido auto-engañado, no podía
revertir su bendición.
Al igual que Isaac, a través de
la sensación de tocar, tú pones en movimiento aquello que el tacto implica, y a
su debido tiempo te enfrentará. Quizás tú no reconozca tu propia cosecha y te
preguntes cuándo podrías haber plantado tal semilla; pero tú debes haberlo
hecho o no podría haber sucedido, porque Dios es tu conciencia, soñando todo en
tu mundo. Él es la realidad detrás de sus apariencias.
Así que cuando abras la biblia en
el futuro y te encuentres con el glorioso nombre de Jesús, abstente de pensar
en un individuo que nació de alguna manera extraña hace 2000 años, y piensa
sobre él como la representación de todos aquellos que han alcanzado el clímax
de la obra; porque todos los que han llegado al final son reunidos en ese único
cuerpo el cual es personificado como el Señor Jesucristo.
Ahora, es la semilla de Cristo
quien es el Hijo de Dios que resucita. Escuchen a las palabras del capítulo 3
de Gálatas: “La promesa fue hecha a Abraham y a su semilla quien es Cristo.” (Gálatas
3: 16). Notarán que la palabra “semilla” está en singular, no en plural. Aquí
encontramos que la semilla es una con aquel que hizo la promesa.
Entrando al papel llamado Moisés,
se te dijo que tú irías a una tierra extraña donde serás esclavizado y sufrirás
por cuatrocientos años (Génesis 15: 13). Luego saldrás expandido cien veces más
grande de lo que eras antes de que la obra comenzara. Ese es el propósito de la obra. Entramos por
la puerta de la muerte con la semilla de Cristo, para yacer en nuestra tumba y
experimentar visiones de la eternidad. Esto es lo que estamos haciendo. Estas
visiones eternas (estados eternos) son parte de la obra. Si tú dejas un parte,
un papel, otro podría entrar en él o tú podrías regresar para jugar ese papel
otra vez, porque tú viajas a través de estados al igual que un viajero en el
tiempo, y te mueves de estado a estado hasta que llegas al último estado
llamado Jesucristo. Cuando entras en ese estado tú despiertas en tu tumba (este
cuerpo) y sales del portal de tu Padre. Al mirar atrás, tu verás tu cuerpo, el
cuales es el ropaje de lino que tu madre tejió para ti. Todo lo que es grabado
sobre Jesús es una señal. Cuanto tú experimentes estas señales, no serán etéreas,
sino que serán realidad sólida.
La biblia es una alegoría, cuyos
personajes ficticios tienen un significado, pero el hombre desafortunadamente,
ha malinterpretado las personificaciones por personas, y al instrumento que
conlleva la instrucción como la instrucción. Créanme porque lo que les estoy
diciendo es verdad. Yo también creí que estos eran personajes históricos que
vivieron hace miles de años atrás, pero no fue así. Son personajes en una obra
la cual fue concebida en la Mente Divina, y no son para composición humana. La
obra teatral tiene origen divino, y cuando la experimentes tú serás testigo de
su divinidad.
De vez en cuando hay individuos
que son llamados y enviados para ser testigos. Estos son conocidos como:
apóstoles. Un apóstol primero es llamado afuera de este mundo para entrar en un
mundo celestial, donde él es comisionado y enviado. Volviendo a la misma
vestimenta (el cuerpo) que él dejó atrás en aquella cama o silla, él está
estupefacto sin medida con lo que ha experimentado. De ese momento en adelante
él solo podrá predicar la verdad del evangelio, pero él es testigo de este,
porque conoce la diferencia entre la cosa simbolizada y el símbolo. (Refiriéndose a que los símbolos y
personajes de la biblia no son literales).
Isaías nos dice: “El Señor mismo
les dará una señal: He aquí una joven mujer concebirá, y dará a luz un hijo, y
llamará su nombre Emanuel (lo que significa: Dios con nosotros).” (Isaías 7:
14). Esto es verdad, porque Dios esta con cada niño nacido de una concepción
normal de mujer. Él es el aliento, es la Conciencia. La semilla de Cristo está
también allí, esperando a ser fertilizada en cierto momento en el tiempo. Y
cuando la hora llega el individuo mismo sale afuera de sí mismo para encontrar
las señales que dan testimonio de la expansión de Dios. Tu nacimiento de arriba
es una experiencia espiritual, al igual que lo es tu hijo David, tu ascensión,
y el Espíritu mismo descendido sobre ti para llenarte de amor, porque Dios es Espíritu.
Cuando Dios nace, tú naces como Dios, aunque tengas que continuar (aquí) en tu
estado limitado hasta que te quites las vestimentas de la carne y sangre por última
vez.
Yo espero que estén leyendo la
biblia diariamente. No encuentro ningún libro comparable a ella. Pero no
obtendrás nada de la lectura a menos que la leas a través de los ojos del místico.
Tomen a mis experiencias con ustedes cuando la lean, y luego sabrán quién es Jesús,
Abraham, e Isaac.
El nombre “Isaac” significa: “él
ríe”. Isaac era el hijo prometido de Abraham. Él es la señal que se les dio a
los pastores, cuando se les dijo que vayan y la encuentren como un niño
envuelto en fajas. Tú verás esta señal, y cuando tomas a ese niño en tus brazos
él se reirá.
La palabra “Moisés” significa:
“nacer”. Moisés no podía entrar a la tierra prometida porque él todavía no
había nacido. Es Moisés el que te guiará al único ser que eres tú. Yo he visto
a ese ser único y yo sé que él contiene al universo entero. Desde la distancia,
él parece ser un solo hombre, pero a medida que me acerqué yo vi que contenía a
multitudes de naciones, razas y personas. Ahora yo sé que todo lo que
contemplo, aunque aparenta estar afuera, está dentro de mi imaginación, de la
cual este mundo de mortandad es tan solo una sombra. Realmente el mundo no es
nada más que tú mismo empujado hacia afuera. Y en el final tú saldrás para
descubrir que tú eres ese único Hombre que contiene la eternidad – el único Ser
del que se habla como el Señor Jesucristo.
Deseo poder convencer a todos que
existe un solo evangelio verdadero de Cristo. La humanidad ya está redimida, no
es que “va a estarlo”. Ya ha sido hecho. Si no has llegado allí aun, no
significa que no vas a llegar allí. Nada puede impedir tu llegada a tu destino
y tener las experiencias, porque el drama ya ha terminado. Ya ha sido logrado.
Cristo ha resucitado, así que la humanidad ya ha sido redimida y nadie puede
perderse. Se nos dijo que el Señor endureció el corazón del faraón. Si el Señor
lo hizo, el faraón tuvo que hacer lo que hizo, porque es parte de la obra
teatral. En cierto nivel no puedes entenderlo, y como Job querrás maldecir a
Dios y morir, aun así, Job es tu historia. Como un ser inocente, eres puesto en
el infierno por la voluntad de Dios, como se te dijo en el capítulo 42 de Job: “Sus
amigos vinieron y lo consolaron por toda la maldad que el Señor Dios había
traído sobre él.” (Versículo 11). Nadie más causó su tristeza. El soñador se
puso a sí mismo a través del infierno por sus sueños innobles, y el soñador es
Dios.
Ahora que estas llegando al final,
por así decirlo, aprende a alterar la obra. Haz que tu mundo se conforme a tus
amorosos conceptos, de la misma manera que el Padre sueña tu vida hacia la
existencia. Aunque aparentas ser dos (seres), cuando él te lleva a tu clímax,
tú serás uno. Dios es tu esposo, tu Hacedor (Creador) se adhiere a ti- su
emanación, su esposa – hasta que se convierten en un Ser, un cuerpo, un Espíritu,
un Señor, un Dios y Padre de todos; porque en el reino de los cielos no hay
lugar para dos, solo para uno.
Ahora, mientras estás todavía
aquí tú tienes necesidades que deben ser solucionadas, y quizás deseos que aún
deben ser cumplidos, así que les insto a que usen la ley al asumir que ya lo
tienen, porque tu asunción es el comienzo de tu sueño. Aunque tu mente racional
y tus sentidos externos lo nieguen, tu persistencia solidificará a tu asunción
en hechos. Yo lo he visto suceder innumerables veces. Tus sueños nobles no
interferirán con el sueño básico que está tomando lugar en ti, así que toma tus
maravillosos sueños y persiste en ellos. Camina como si ya fueran verdad. Trata
de tocarlos y darles realidad. Si puedes usar el sentido del olfato intenta
detectarlo.
Una noche una dama decidió
probarme al abrazar a un gigantesco ramo de rosas. Ella atrapó el aroma de la
rosa y se saturó completamente con ese aroma, y luego soltó el pensamiento. Esta
dama vivía en Hotel Waldorf Towers, y cuando volvió a su habitación a la noche
siguiente, ella se encontró con tres docenas de rosas que habían sido puestas
allí. Aparentemente la Reina madre estaba en la Ciudad de Nueva York y había
sido invitada de honor en un banquete. Se habían plantado (y traído) rosas
especiales para agasajarla. Al día siguiente el jefe de camareros envió docenas
de rosas a la habitación de esta dama. Ella puso a su sentido del olfato a
prueba, y dentro de 24 horas su habitación estaba llena de rosas.
No me importa quién eres, te
invito a que tomes el desafío. En el capítulo 13 de 2da. Corintios se te hace
esta pregunta: “Ponte a prueba y verás. ¿Acaso no te das cuenta que Jesucristo
está en ti? A menos, desde ya, que no pases la prueba.” Prueba el poder y la
sabiduría de Dios, porque incorporado en el amor tú estás probando a la semilla
de Cristo dentro de ti. Puedes tomar a cualquier cosa y probar este poder.
Hazlo solo por diversión. Sostén una rosa de tallo largo en tu mano. Toca sus
pétalos aterciopelados, y huele su fuerte aroma. Haz un juramento contigo mismo
de que vivirás por tu imaginación, porque Dios ha prometido que tú puedes
asumir un estado y se convertirá en hechos, en sus propias palabras: “Cualquier
cosa que desees, cree que ya lo has recibido, y lo recibirás.” (Marcos 11: 24).
No puede decirse de manera más clara que esta. Estas son las palabras de un
hombre que se ha despertado al hecho de que es Dios, porque cada hombre que
despierta en Jesucristo es Dios, quien está eternamente extendiéndose a sí mismo.
Así que cuando sabes lo que
quieres, construye una escena que implicaría que ya lo tienes. Entra en la
escena al tocar los artículos allí, al escuchar a los sonidos que podrían ser
escuchados, al ver con tu ojo espiritual, y oler su olor con tu nariz
espiritual. Trae todos tus sentidos para estimular la escena que implica el
cumplimiento de tu sueño. Luego de haberlo hecho, persiste en la conciencia de
que tu deseo YA es un hecho, porque el momento presente no reside hacia el
pasado, sino que avanza hacia el futuro para enfrentarte. Tú caminarás hacia
adentro de tu futuro y enfrentarás el cumplimiento de tu deseo, el cual comenzó
como un sueño.
Quizás tú piensas que tus ayeres
quedaron en el pasado, pero Dios sabe que te encontrarás con ellos en el futuro,
porque tu futuro siempre te está enfrentando y trayéndote la cosecha de lo que
tú estás haciendo ahora.
Ahora, vayamos al silencio.
Titulo original en inglés: THE ULTIMATE
SENSE
YY
*¡Ten en
cuenta que el mail se escribe con doble LL y Z!
GRACIAS POR TREMENDA APORTACIÓN. GRACIAS, GRACIAS, GRACIAS
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