(Título original: IMMORTAL MAN)
NEVILLE GODDARD
TRADUCIDO POR: LAURA ARROJO
Creo que hoy encontrarán una noche
muy práctica.
Debo incorporar ciertas cosas que
he pasado por alto a través de los años. Les digo esto, porque un amigo muy
querido nuestro, que esta noche no está aquí porque si hubiese sabido que cerraba con la última
conferencia del año, que es esta noche, y no el último viernes del mes, él
hubiese venido.
Pero él me dijo: “Estoy muy
perturbado por algo que dijiste hace dos semanas, y me refiero a eso de los
rangos, los rangos celestiales.” Y continuó: “yo no voy a renunciar a mi
derecho divino. No daré mi poder a nadie. No haré a otros pequeños para así
hacerme superior. Quizás te malinterpreté, y desearía que expliques esto en tu plataforma, y le pediré
a alguien la grabación para escuchar tu respuesta a mi pregunta.”
Cuando hablo de los rangos, los
rangos espirituales, no retractaré ninguna palabra, pero él falló en ver la
diferencia entre el individuo y el estado en que ese individuo está por el momento.
Existe una gran diferencia entre
los estados, y el inmortal tú. El hombre inmortal es Dios. El hombre es todo
imaginación y Dios es hombre, y existe en nosotros y nosotros en él. El cuerpo
eterno del hombre es la imaginación y eso es Dios mismo.
Dios está interpretando todos los
papeles. Solamente Dios actúa y es, en seres existentes, u hombres. Existe solo
un actor en el mundo. Existe solo un autor, y ese es Dios, y ese Dios del que
hablo es tu propia maravillosa imaginación humana, ese es el poder operante en
el mundo.
Si yo hablo de tu Dios, existe la
posibilidad de que tú pienses en alguien existiendo fuera de ti mismo. Pero si
hablo de tu imaginación, estoy seguro de que pensarás solo en ti mismo.
Bueno, ese es el Dios del que yo
hablo, interpretando todos los papeles, y el rol más bajo es el de las
múltiples lenguas. No es que eres lingüista; todos están hablando nuestro
lenguaje. Pero hay doscientos millones de nosotros, y se nos hace difícil
entendernos, porque estamos moviéndonos hacia un perjuicio, una superstición,
una idea fija, así que podremos decir lo que sea, pero tenemos que atravesar
esa barrera, aunque estemos hablando todos el mismo idioma usando la misma
lengua inglesa.
Déjenme que empiece con una frase
del capítulo ocho de Nehemías: “y
leyeron en el libro de la ley de Dios, interpretándolo, y la gente entendió la
lectura.” (Nehemías 8: 8). Lo leyeron con interpretación y la gente entendió la
lectura. Pablo declara en su carta, la primera carta a los Corintios, lo
encontrarán en el capítulo 14 dice, “prefiero hablar cinco palabras en mi mente
para instruir a otros, que diez mil palabras en una lengua.” (1ra. Corintios
14: 19). Cinco palabras solo para
instruir a otros.
Bueno, esa ha sido mi esperanza
desde que comencé a enseñar allá por el 1938, para hacerlo tan claro que no
haya malinterpretación. Déjame que lo explique claramente ahora. Los Estados
Espirituales del Alma, son eternos. Tú no los cambias. Tú los atraviesas como
un viajero, y comienzas desde lo más bajo, las lenguas, la confusión de las
lenguas llamada Babel en las escrituras, donde no nos entendemos entre
nosotros, así que hacemos guerras sobre extrañas, extrañas confusiones. El
segundo es el administrador, el organizador, así que organizamos los Estados
confusos para ganancia personal, ese es el segundo, y luego Pablo sigue hacia
arriba hasta el octavo. Encontrarán el último, el Apostolado. Ahora, el que
interpretó el papel del más bajo, es también el mismo que va a interpretar,
cuando sea llamado, el del Apóstol, y será enviado para contar una historia
verdadera. Son el mismo ser, no lo identifiques con el estado llamado el
Apóstol. Mientras que esté en ese estado, él interpretará ese papel. Pero él no
está allí, él es el ser inmortal, que es el mismo que está sentado aquí mismo,
en todos ustedes que están aquí.
Así que el juez, y el que está
siendo juzgado por él, son los dos que están siendo interpretados por el mismo
ser, y a ese ser el mundo lo llama Dios, pero ellos no saben que él es el único
actor en el mundo. Hay solo un actor, solamente Dios actúa y es, en existentes
seres u hombres.
Tú y yo estamos aprendiendo a cómo
crear, a recrear estados para liberar a otros para siempre. Pero lo que
hacemos, podemos deshacerlo, así que no creamos estados permanentes, creamos un estado y tomamos un marco fuera de
lo que él (la persona), estaba expresando, y lo ponemos en un estado que
creamos para él.
Así que dime que quieres. Muy
bien, tú lo mencionas claramente, y depende de mí crear un estado y ponerte a
ti en ese estado. ¿Cómo sería si él fuera ahora lo que yo deseo que fuera?
Trato de persuadirme a mí mismo de que tú ya eres ese ser, al grado tal que soy
tan persuadido de que lo eres, que te he
puesto en ese estado, y mientras yo sea fiel
a ese estado, y que tú estás en él, tú exteriorizarás los contenidos de
ese estado.
Pero lo que he hecho puedo
deshacerlo, pero no puedo deshacer los
Estados Eternos. Los Estados Eternos están todos dentro de la imaginación
humana, que culminan en redención, y la redención es precedida por el
apostolado.
Ahí es cuando eres llamado, y la
palabra apóstol significa “uno que es enviado”, así que me encuentro en un
estado donde soy llamado. La noche que yo fui llamado allá por el 1929, no
tenía idea que había llegado a ese estado, pero aquí había sido llamado a la
presencia de amor infinito, y eso es el hombre. Habiendo respondido su pregunta
correctamente, que el amor es lo más grande del mundo, me abrazó y nos
fusionamos, y nos convertimos en un cuerpo, un espíritu, porque aquel que es unido
al Señor se convierte en un espíritu con el Señor, y en ese momento no era
suficiente con ser llamado y ser incorporado al cuerpo de Dios, sino que debía
ser enviado a una misión, y no conocía a esa misión hasta que se desenvolvió a
si misma dentro de mí.
Y llevó 30 años, 30 años después,
de repente, estalló dentro de mí, y la historia completa de Jesús se
desenvolvió a sí misma en mí, seleccionándome para el rol principal de la
historia, y luego supe quién era yo, y supe realmente quién era aquel llamado
Jesús en la historia. Él es aquel punto culminante de Dios en el hombre, así
que cuando el hombre realmente completa su viaje, y llega al final de todo,
descubre que él es el que has estado buscando a través de todo este viaje.
Pero él llega a eso en el final de
todo, así que no permitas que presuman,
no dejes que se jacte de que es un apóstol. El apóstol es un estado permanente.
Es mucho más grande que todos los estados que ha creado, y son permanentes
dentro del hombre, dentro de la imaginación humana. Pero cuando llega a ese
estado es el último del viaje, y luego él despierta y sabe quién es, y estas
experiencias le dan la certeza de que él es Dios. Él lee ahora, la palabra que
leía cuando era un niño, aun antes de que pudiera leer, cuando su madre lo leía
para él, y luego él fue a la escuela y lo leía en la escuela, y cuando podía
leer por sí solo, levantó el libro, y no podía entender realmente, pero lo
leía.
Ahora, lo lee como algo
completamente diferente. Sabe que el libro es todo sobre él mismo. No es sobre
ningún otro ser, solo es sobre Dios. Y él ha encontrado a Dios dentro de sí
mismo. Y él es Dios. Pero ese Dios del que hablo es tu propia maravillosa
imaginación humana.
Ahora, esta noche, para mostrarte
lo fácil que es esto, está basado puramente en el movimiento. El primer acto
creativo que fue escrito en las escrituras: “y el espíritu de Dios se movió.”
¡Él se movió!
Bueno, el espíritu del Señor está
en el hombre, ¿acaso no te das cuenta que eres el templo del Dios viviente? ¿Y
que el Espíritu de Dios vive en ti como se nos ha dicho? ¿Él mora en mí?
¿Dónde? En mi propia maravillosa imaginación humana.
Ahora voy hacia atrás para ver
como creó por primera vez, él creo por un movimiento. Yo me muevo de un estado
a otro estado. Si es un estado deseado, entonces tengo la sensación de alivio
cuando entro en el estado deseado. Si esta noche me encuentro enfrentado con
problemas financieros, y luego de repente me encontraría con una fortuna, ¿Cuál
sería el sentimiento sobresaliente que tendría? ¿Acaso no sería alivio? Así que
insisto: de todos los placeres que el hombre puede experimentar en este mundo,
Alivio es el que más intensamente se siente.
La niña se ha demorado. Dijiste que vendría a las diez. Así que, son
las diez, luego las once, luego las doce y la niña no aparece. Tú piensas que
estás en control. La amas profundamente, y piensas que estás en control. Oh si,
puedo controlar mi mente, mi imaginación, es fácil. Pero luego se hace la una
en el reloj, y no aparece la niña. Y luego piensas mil y una cosas que le
podrían haber pasado. Luego escuchas la pequeña manija de la puerta, o la llave
en la puerta, y ella entra por la puerta. ¿Cuál es tu emoción? ¡Una de Alivio!
Tan solo una de alivio.
Así que, de todos los placeres del
mundo, el alivio es el que más intensamente se siente. Viene en el acto
creativo, el alivio. Llámalo por otro nombre si quieres, pero es alivio en ese
momento de explosión. Bueno, lo mismo es verdad cuando me muevo a un estado.
¿Cómo sería el sentimiento si fuera verdad? Y trabajo en mí mismo para llegar a
ese estado, como si fuera cierto. Si estoy en ese estado, no puedo suprimir la
sensación de alivio, así que tengo la sensación de alivio, porque lo he hecho.
Ahora, ¿qué hacer luego de eso?
Nada. Permanece en ese estado. Tiene su tiempo señalado, madura y va a
florecer. Así que no te preocupes, tú estás en ese estado.
Ahora deja que se desenvuelva a sí
mismo en su propia y maravillosa forma natural. Tiene caminos y recursos que
nadie conoce, sus caminos no se pueden explicar. Así que me muevo a mí mismo a
un estado. No permanezco en el estado que quiero dejar detrás de mí y apretó un
botón diciendo: “creo que algo va a suceder”; sino que, ¡Yo me muevo!
Me muevo de un estado a otro
estado. Pero estos estados, yo los estoy creando. Yo no me muevo
conscientemente en los Estados Espirituales, estos son automáticamente
determinados por mi viaje en este mundo.
Nadie puede sentarse e invocar los
Estados Espirituales; si piensas que pueden hacerlo, se estarán engañando a sí
mismos. Estos ocurren automáticamente a medida que el hombre, que es Dios, se
mueve a través de estos Estados Espirituales eternos , completamente marcados
en el capítulo 12 del libro 1ra. Corintios.
Y no vas a cambiarlos. Así que le digo a mi amigo cuando escuche esto:
Yo no pretendo ponerme a mí mismo por sobre todos como alguien que es más viejo
que tú, o mejor que tú. Yo he llegado al estado llamado el Apóstol. Fui llamado
e incorporado en el cuerpo del Dios viviente.
Él es el Dios viviente, no es el
Dios de los muertos, ¡Nada muere en Dios! ¡Pero nada! ¡Todo está vivo!
Hoy, millones fueron a los
cementerios. No están allí. Eso es un negocio organizado, completamente
organizado, basado en los miedos de la gente.
Ahí no va nadie. Si mueres ahora,
ok, o quizás te entierran mañana, o quizás de acá a una semana más adelante,
pero en ese mismo momento (en que mueres), tú eres restaurado a la vida, en un
mundo tal como este, real como este. Y todo el trabajo sin terminar, lo vas a
terminar. Nadie va a fallar porque Dios es el poder operante y Dios es aquella
individual imaginación humana. Y él se mueve hacia su auto-redención, y él va a
través de los estados, los estados infinitos, pero tú y yo, somos lo
suficientemente inteligentes para crear un estado.
Así que si alguien viene a ti y te
dice “sabes no sé qué quiero exactamente, pero no me gusta lo que tengo.” Está
bien, él puede decirte lo que tiene, y bueno, a ti tampoco te gustaría.
Si escuchas atentamente, no, a mí
tampoco me gustaría eso. Bueno, entonces razonemos juntos, ¿Qué es lo que te
gustaría? ¿Te gustaría esto? ¿Te gustaría lo otro? Y luego a él se le ocurre
algo que le gustaría. Bueno, si eres amigo suyo, tú creas un estado para
liberar a tu amigo de su viejo estado, y entonces lo ves en ese estado. Bueno,
¿Cómo lo haces? Trae al ojo de tu mente a tu amigo, y haz que tenga una gran
sonrisa en su cara. Y que de verdad te esté agradeciendo por lo que has hecho
por él.
Ahora, la cosa no ha sucedido aun,
pero tú vas más allá del momento presente, y te estás apropiando ahora
subjetivamente, la esperanza objetiva. Esperas que él se pare delante de ti,
objetivamente, con una sonrisa en su cara. Y esperas escuchar sus palabras, y
las palabras que vas a escuchar son: “Oh, muchísimas gracias. Funcionó de una manera
maravillosa. Sabes, cuando te vi la última vez, estaba en serios problemas. Y
hoy simplemente todo fluye y fluye hacia mi dirección. Todo está perfecto.”
Eso es lo que quieres escuchar
para un amigo. Bueno, tú escuchas eso. Así que si estás escuchando eso, estás
moviéndote afuera de su estado viejo, y entrando en el estado que ahora has
creado para él. Haz esto, y no podrás
fallar. Así que la oración no es petición. La oración es dar gracias. No te
pones de rodillas y pides nada afuera de ti mismo. No existe intermediario
entre tú mismo y tu ser. No necesitas a un cura. No necesitas a los tales
llamados sanadores. No necesitas nada que esté afuera. Está todo dentro de ti
mismo.
¿Cuál sería el sentimiento si
fuera verdad? Con eso, yo atrapo a ese sentimiento y luego trabajo en mí mismo
hasta llegar a ese estado. ¿Cómo sería?; “Ok, ahora sé cómo sería.” Bueno,
entonces ¡siéntelo! Y sigue sintiéndolo, y sigue sintiéndolo, hasta que de
repente, estás aliviado. Hay una descarga dentro tuyo, y luego está hecho. No
puedes hacerlo una segunda vez; está hecho.
Así que yo digo que estoy mirando
al mundo desde un punto. En cada momento en el tiempo, yo estoy siempre viendo
al mundo desde un lugar. Ese lugar podría ser una posición financiera en mi
mundo; podría ser una posición física en mi mundo; podría ser-, y tú lo
nombras. Yo estoy mirando DESDE cierto estado, y estoy viendo la confirmación
de ese estado por lo que estoy viendo.
Ahora, ¿Cómo podría saber yo, que
me moví? Bueno, es una prueba muy fácil para saber si me moví. A menos que haya
un marco de referencia fijo, nadie sabrá que algo se movió. Si yo comenzara a
moverme desde aquí hasta el fondo de la habitación, y todo comenzara a moverse
al mismo tiempo conmigo, yo no tendría
referencia para probar que me moví.
El movimiento puede ser detectado
solo por un cambio de posición relativo a un objeto fijo. Debe estar fijo en
relación a mí, para que yo sepa que me he movido, pero todos mis amigos saben
dónde estoy, quién soy, y qué soy. Si yo deseo un cambio, mis amigos - mis
referencias fijas-, deberían saberlo. Así que no pido nada de ellos. Yo
simplemente asumo que he cambiado. Bueno, si he cambiado, entonces tengo una
referencia fija: las caras de mis amigos. Ahora, deja que los conjure ante mi
cara, en el ojo de mi mente, y déjame que los mire. ¿Me están viendo como una
persona cambiada? ¿O todavía están
mirando a aquel que desearía cambiar? ¿Están felicitándome por mi cambio?
Bueno, entonces yo he cambiado. Lo vi reflejado en sus caras. Lo escuché en sus
voces. Vi un cambio en sus caras, y tal cambio me reveló que han notado un
cambio, y eso es lo que quiero.
Ahora, eso prueba que yo me moví.
Nadie me vio moverme físicamente; todavía estoy sentado en la misma silla. Pero
me moví. Así que, la cosa entera está basada en movimiento. Es un movimiento
psicológico. Vivimos en un mundo de imaginación, y todo este entero mundo
exteriorizado, fue primero imaginado.
No existe una sola cosa que veas
aquí, que no haya sido primero imaginado. Aun así, tan cerca está él, y todavía
no puedes encontrarlo. ¿Por qué? ¿Por qué no puedo encontrarlo, como algo
objetivo? Porque él es la realidad que yo llamo imaginación. Yo veo los frutos
de mis propios actos, pero no veo al actor como veo la emanación de su
actividad, porque él es la realidad que yo llamo imaginación. Así que el Dios
en ti es tu propia maravillosa imaginación humana. Eso es Dios.
Ese es aquel, que si estuvieses
completamente despierto, lo conocerías. Eso es por lo que el hombre esta
hambriento básicamente; el despertar de su imaginación que es el despertar de
Dios dentro de él. Ese es el único Dios del que habla la Biblia. No existe otro
Dios. “Descenderé a la casa del alfarero; y yo descendí a la casa del alfarero,
como me lo dijo el Señor. Y allí estaba
trabajando en su rueda, y la vasija en sus manos se echó a perder, pero él no
la descartó. Así que volvió a hacer de ella otra vasija, según le pareció mejor
al alfarero hacerla.” (Jeremías 18: 3, 4).
Ese es el capítulo 18 de Jeremías,
y la palabra Jeremías significa Jehová se elevará. Tú te elevarás. Él se elevará en ti como ti
mismo, porque él eres tú. No hay nadie más que despertar, sino Dios, y Dios es
tu propia maravillosa imaginación humana. Y la palabra alfarero en hebreo
significa imaginación. Significa “determinar”, eso es lo que en verdad
significa la palabra por definición en fuerte concordancia bíblica; significa
el alfarero, que significa imaginación.
Así que desciendo hacia el lugar
de la imaginación, donde él está trabajando en su rueda. ¿Cuál alfarero? Mi
propia imaginación. ¿Qué estás haciendo, Neville?; “Bueno, estoy pasando unos
minutos aquí y allá, y luego…” bueno, luego, se echó a perder. Admitirás que lo que estás haciendo no es
realmente lo que tú quieres que se haga. No lo descartes, vuelve a hacerlo.
Vuelve a hacer de ella otra vasija, según te parezca mejor para ti hacerla.
No juzgues por apariencias.
¿Piensas que por que un hombre está en serios problemas, estaría satisfecho con
x número de dólares? No, no lo límites. No le pongas límite al poder de creer.
¿Puedes creer que ya no tiene esa
presión sobre él? ¿Qué ya está por encima de ello, que es algo que quedó
detrás? Bueno, ponlo en ese estado. No
te cuesta ni un poco más ponerlo en ese estado, que ponerlo en un pequeño
apenas modificado estado. No has pagado nada por hacerlo. “Vengan, coman y
beban sin precio. ¡Compren vino, compren leche sin dinero!” (Isaías 55: 1).
No te costó un penique el hacerlo,
así que, ¿por qué apenas modificarlo? ¿Por qué hacer poco por ello? No es exactamente
lo que él querría para sí mismo. Es mejor que lo que ya tiene, pero ¡tú quieres
algo mucho más grande que eso para él! ¡Y no existe límite!
Cuando conoces gente de grandes
riquezas en este mundo y los juzgas porque tienen dinero; tan solo habla con
ellos por un ratito. El dinero no ha alterado sus otros estados; son tan
estúpidos como lo eran antes. De hecho, yo he ido a fiestas donde remarcan:
“ese es un millonario, aquel es un millonario, ese es tal y tal”, y luego
señalan a otro y dicen: “¿ves a esa? Oh, ella no es rica, ¡es apestosamente
rica!”; en su idioma, eso significa que tiene muchos millones.
Y si sales de aquel lugar, y estoy
hablando de un club - aunque no voy a mencionar el nombre - un club de la
Ciudad de Nueva York, un club de señoritas; y son todas multimillonarias, si
sales afuera a la calle, no te vayas, solo sal afuera y quédate allí, y luego
obsérvalas salir de allí luego de un gran pesado almuerzo y de sus tres o
cuatro martinis o lo que sea, y obsérvalas. Si no supieras que ellas son
miembros de ese club con todos los millones del mundo, te dirías a ti mismo: “Oh, pobres almas… Pobres
almas.” Pensarías: “Quizás salieron de allí luego de limpiar, luego de que se
fueron los invitados.”
¡Así es exactamente como
aparentan! Pero sienten que no se tienen
que poner nada especial porque sienten que están por encima de todo. Mi padre
decía, cuando ellas venían - y eran muy, muy ricas- y él trabajaba en su
tienda, y cuando venían luego de haber adquirido una fabulosa riqueza, él se
dirigía a uno de nosotros y decía: “Sabes, Dios es misericordioso… ¡Supón que
ella no tuviera dinero!” y nunca completaba el pensamiento. Lo dejaba en
nosotros, para que usemos nuestra imaginación. “Supón que ella no tuviera
dinero… ella tiene a un Dios misericordioso”, como diría él, y luego tú
continuarías completando lo que tu padre no completó, tú querrías escucharlo
completándolo.
Así que te digo, la oración será
respondida. Todas las oraciones son respondidas si sabes cómo orar. Y la
oración no es rogar. Tu no peticionas, sino que das gracias. Bueno, no vas a
dar las gracias por algo que no existe. Pero debes realmente creer en Dios.
Como se te ha dicho: “Aquel que viene a Dios primero debe creer que él existe,
y que remunera a los que le buscan.” (Hebreos 11: 6).
Pero tú debes creer primero que Él
existe. Léelo en el capítulo 11 de Hebreos, versículo 6. Todos los que vienen a
Dios primero deben creer que ÉL existe. Bueno, yo sé que él existe. Espero que
todos aquí sepan que él existe.
Pero como dice Blake: “¿Por qué
estamos aquí temblando, llamando a Dios
para que nos ayude, y no a nosotros mismos, en quienes Dios habita?”
Así que ¿Por qué dirigirnos hacia
afuera para llamar a un Dios que habita en mí? Bueno, él habita en mi como mi
imaginación. Así que comulgaré con mi propia imaginación, hasta que esté
satisfecho de que ya está hecho. Y te metes en el hábito de sentir que está hecho.
El sentimiento de alivio. Y luego, continúas con tus asuntos y dejas que tome
su propio curso. Tomará su curso y surgirá perfectamente. Así que no le ruegas
a nadie, no peticionas a nadie, y no tiene nada que ver con los tales llamados
“Su santidad”. Esa es una palabra tan abusada. Dicen, “él es un hombre santo”,
y déjenme que les diga, si alguien les presenta a alguna persona como un
“hombre santo”, dense la vuelta y corran. Porque ellos los engatusarán. Y no
los estoy cargando.
Vienen aquí desde la India y los
ves en la televisión, y antes que te des cuenta te piden 500 dólares por un
curso especial, y la gente que tiene más dinero que cerebro les paga todo y
luego, adiós, a la India se va, con su enorme fortuna que él simplemente tomó
de aquellos que no les da pensar. Así que al dinero no le importa quién es su
dueño. Así que la gente lo tiene, y se lo da a cualquiera que se hace llamar un
“hombre santo”.
Bueno, yo he tenido mis
experiencias con los tales llamados “hombres santos”. Hay un pequeño hombrecito,
que todos ustedes conocen, lo han visto en la televisión, al que un reportero
le preguntó: “¿Por qué haces tanta publicidad? Estás siempre haciendo
publicidad, construyendo tu pequeña personalidad, y Jesús nunca hizo eso.” Y en
su pequeña voz aguda, él comenzó a reírse y le respondió: “¡Por eso le llevó
tanto tiempo!”
Bueno, después de todo, te sientas
en tu sala de estar, y prendes tu televisor para escuchar a esas tonterías.
¡Pero la gente lo hace! Y le pagan por ello.
Ahora, déjenme que les diga, tú
tienes todo lo que se necesita para ser el hombre, para ser la mujer que
quieres ser. No dejes pasar eso. Aquí mismo, esta misma noche. Sabe lo que
quieres ser. Se definitivo. Cuando sabes exactamente qué quieres ser, no le
preguntes a nadie si es posible. Tú simplemente sientes que ya lo eres. ¿Cómo sería el sentimiento si ya fuera
cierto? ¿Acaso mi esposa, mi esposo, mis amigos lo sabrían? Deja que lo sepan.
No verbalmente. Deja que lo sepan, todo en tu imaginación. Deja que te vean
como deberían verte si ya fuera cierto. ¡Tan solo deja que te vean! Y vete a
dormir en esa asunción. Porque yo sé por mi propia experiencia, que una
asunción, aunque negada por mis sentidos y por lo tanto llamada
"falsa" por el mundo, si se persiste en ella, se materializará en
hechos. Eso sí lo sé. Una asunción, la misma simple asunción, si tú persistes
en ella se materializará en hechos. Eso es una ley. ¿De qué otra manera
interpretarías esta declaración del capítulo 11 del libro de Marcos? “Todo lo
que pidas en oración, creed que ya lo has recibido, y lo recibirás.” (Marcos
11: 24).
¿Cómo vas a interpretar eso? Todo
lo que pidieras en oración, creed que ya lo has recibido y lo recibirás. No se
le ha puesto un límite al poder de creer. Ni siquiera dice que tiene que ser bueno
para ti. Te deja completamente libre para que hagas tu elección y tomes tu
riesgo, porque cuando alcances ese estado, también cosecharás las consecuencias
de ese estado. Así que haz tu elección, pero también debes estar dispuesto a
tomar las consecuencias de ese estado. Y puedes ir por la vida simplemente
sabiendo que son tan solo estados. Si hoy ves a una persona en la miseria; no
necesita estar en la miseria para siempre. Sácalo de la miseria en el ojo de tu
mente.
Había un amigo mío, Barry Freedom,
al que envié a San Francisco a enseñar esta ley. Él no ha experimentado la promesa, así que no
puede enseñar la promesa, pero enseña la ley. Había un hombre viejo cruzando la
calle mientras que él paseaba a su pequeño perro. El hombre se le acercó. Primero
le dijo un bonito cumplido sobre su perro, lo cual Freedom disfrutó, y luego le
dijo: “¿Me podría prestar dinero?” y Freedom respondió: “Lo siento, pero no
tengo dinero.” El hombre fue muy cordial al respecto, evidentemente era un
caballero, y siguió caminando. Y Freedom, antes de dar un paso más, permaneció
exactamente allí sobre la vereda y vio a ese hombre completamente empleado. Él
le había dicho a Freedom que no estaba trabajando, que estaba desempleado, y
Freedom lo vio completamente empleado, y sintió la excitación por haber sido
empleado. Un mes después, Freedom estaba caminando a su pequeño perro, y este
hombre cruza la calle, se le acerca a Freedom y le dice: “Supongo que usted no
me recuerda”, y Freedom le responde: “Oh, sí, lo recuerdo muy bien”; el hombre
le dijo: “Quiero agradecerle por no haberme dado dinero hace un mes atrás,
cuando se lo pedí. Si me lo hubiese dado, le estaría pidiendo dinero hoy, pero
me enojé tanto conmigo mismo por haberme puesto en esa posición de tener que
pedirle a un total extraño que me provea, que me fui a casa determinado, “voy a
conseguir un trabajo”. Él no sabía lo que Freedom había hecho, pero Freedom
hizo eso, lo cual lo sacó afuera de un estado - de pedir dinero - y lo puso en
un estado de ganarlo. Él salió al día siguiente de haberse encontrado con
Freedom, y se consiguió un trabajo bien pagado. Le dijo, “Estoy en el trabajo
que conseguí al día siguiente de haberle pedido dinero. Aun continúo allí, y
hay posibilidad de crecimiento en ese trabajo, y me pienso quedar con ese
trabajo. Así que, otra vez, gracias por no haberme dado el dinero.”
Si Freedom hubiese hecho lo que la
mayoría de la gente hace, se hubiese ido caminando y dicho: “No, no tengo nada
de dinero para ti”, o “no tengo dinero” sin explicarle por qué. Pero Freedom sí
hizo algo al respecto. Puso al hombre en un estado completamente diferente, y
habiéndolo puesto en un estado diferente, el hombre obtuvo el trabajo al día
siguiente.
Así que le digo a todos, tu puedes
probarlo. No tires la pelota, y ayuda a todos en este mundo. Tú creas estados
para liberar a los individuos para siempre. Estos son estados que tú creas, y
puedes desecharlos. Pero el otro estado del que hablé anteriormente, los
Estados Espirituales del alma, son para siempre, y nadie puede cambiarlos.
Pero, para dejarlo en claro, cuando tú estás en el estado final del Apóstol, no
significa que eres mejor que tú mismo cuando estabas en esa multitud de
confusión. Porque Dios estaba interpretando esa parte, así como está
interpretando el papel del Estado del Apóstol, pero Dios está por sobre todos
los estados, y tú eres Dios. Así que no eres un Apóstol para siempre, tú
interpretas ese papel, y esa es la parte final del viaje. Y sales redimido
cuando llegas a ese estado, y sabes que eres el Apóstol porque eres enviado, y
el apóstol es aquel que es enviado. Es solo en ese momento que sabes que has
sido elegido para una razón definitiva y eres enviado para contar lo que te
sucederá, porque luego, 30 años después, en mi caso, me sucedió a mí, para
poder hablar con autoridad.
No estaba parafraseando a nadie.
No estaba de ninguna manera especulando o teorizando. Así que cuando te digo
que David es el Cristo, hablo desde la autoridad de la experiencia y por lo
tanto hablo con autoridad. Cuando te digo que es el único hijo, que es un
estado resultante del viaje que has hecho a través de esos Eternos Estados
Espirituales. Cuando llegas al último, tú naces.
Escucha a estas palabras en la
biblia de la Versión de King () James, y de otras que tengo en casa, están
correctamente traducidas; pero en la Versión de Revisión Estándar; la Nueva
Versión en Inglés, han agregado una palabra que confunde toda la cosa. Esto es
en el capítulo 8, versículo 11 de los Romanos: “Si el Espíritu de aquel que
resucitó a Jesús de los muertos habita en nosotros, él también resucitará a
Cristo.” Son dos completamente diferentes. Bueno, si dices: “él también
resucitará a Cristo Jesús””, vas a confundir la cosa completamente. Así que la
Versión de King () James, deja completamente afuera la palabra Jesús, cuando se
refiere a la segunda resurrección. Y sucedió exactamente así. Jesús viene
primero, es el YO SOY del hombre. Ese es el Padre. Él resucita primero. Cinco
meses después, viene David. Ciento treinta y nueve días después de que el Padre
despierta dentro del sepulcro, viene una explosión. Ciento treinta y nueve días
después, y luego David se para frente a ti.
Aquí está el estado resultante. Ahora, cuando leas la Biblia en el
futuro, y espero que todos lo hagan, siempre ten en cuenta que los personajes
mencionados allí y representados allí, no son individuos como tú y yo somos.
Son estados de conciencia, desde Adán, hasta el final mismo.
Estos son todos estados de
conciencia. Así que los nombres significan el estado, si conoces el significado
de cada nombre, pero no pienses que cuando usas la palabra Abraham, estás
hablando de un hombre, así como cuando hablo de Bill, Bill sí es un hombre, es
un individuo. Es Dios usando la máscara llamada Bill.
Pero cuando hablo de Abraham, eso es
un estado de conciencia. Cuando conozcas los estados de conciencia en una
visión, son personificados, así que ves a un hombre, pero que no es un hombre
como tú eres un hombre. Todos estos están contenidos dentro de la imaginación
humana.
Así que cuando te encuentres a
Abraham, bueno tú vas a ver a un hombre y sabrás que es Abraham, y cuando te
encuentres a David, te encontrarás con una juventud, una eterna juventud. Pero
como un Estado resultante. Tú estás por encima de todos los estados. Tú eres
Dios. Todo ser en este mundo es Dios y Dios es uno. “Escucha Oh Israel, el
Señor nuestro Dios, el Señor es uno”, y nunca te alejes de eso. Eso es
fundamental. En el momento en que tienes dos dioses, tienes confusión. Dos se
convierten en cuatro, y cuatro en ocho, y ocho en dieciséis, y solo obtienes
confusión en el mundo. Y el nombre de Dios por siempre y para siempre es YO
SOY. Ese es el Ser.
Así que cuando eres despertado
dentro del sepulcro, sabrás que has despertado. Tú dirás “YO”, “YO SOY”. No hay
nadie más presente, solo tú mismo. Y saldrás sin la ayuda de nadie más. Luego
vendrán las imágenes de las Escrituras que te rodearán, llevando testimonio de
la verdad de la historia, pero eres seleccionado desde ahí en más, en el rol
principal. Así que todo se desarrolla dentro de la imaginación del hombre y eso
es Dios.
Así que esta noche, cuando se
vayan de aquí, vayan y sepan que tienen el poder y el derecho de convertirse en
el hombre, convertirse en la mujer que quieres ser, sin tener que lastimar a
nadie más en este mundo. No necesitas lastimar a nadie para ganar nada en este
mundo, para salir e interpretar tu papel completamente. Y no permitas que nadie
te eche en cara su rango, porque todos los rangos son solo estados de
conciencia. El rey y el que es músico, el bufón de la corte, son ambos
interpretados por el mismo ser, y ese ser, no es visto por las dos máscaras, la
máscara del rey y la máscara del bufón de la corte. Porque detrás de la
máscara, esta Dios, y Dios es simplemente YO SOY.
Así que hay que uno juega el papel
del bufón de la corte, y hay otro que juega el papel del rey, y nosotros
honramos a la máscara, y nos arrodillamos frente al rey, y aquel bufón de la
corte podría estar más cerca del apostolado. Así que no juzgues por las
apariencias, como se nos ha dicho.
Cuando vio a este hombre gigante
pararse frente a él, Samuel pensó, “ciertamente este es el elegido de Dios.”
Porque el Señor le dijo a Samuel: “desciende a la casa de Jesé, porque he
elegido a uno de sus hijos para que sea rey de Israel.” Y cuando vino el primer
hijo, era una criatura majestuosa, y Samuel se dijo a sí mismo: “seguramente
este es el elegido del Señor”, y el Señor le dijo: “Yo lo rechazo.” Luego trajo
al segundo, luego trajo al tercero, y finalmente trajo al último, que era David,
y David estaba atendiendo a las ovejas. Pero esta es una historia de la cual
debes extraer el significado.
Así que él trajo al pequeño, quien
tan solo era un jovencito, y cuando vino, nadie pensó ni por un momento que él
podría ser el elegido, y la voz le habló al profeta Samuel diciendo: “úngelo a
él. Este es él.” Y de todos los hermanos, Samuel lo ungió a él con el santo
aceite, y luego el Espíritu de Dios vino sobre él poderosamente, y desde ese
día en adelante nunca más lo dejó, porque nunca perdió una batalla.
El Victorioso llamado David, que
en el final, se para delante de ti, porque ha interpretado todas las batallas.
Tú eras el rey, tú eras el Señor de Señores, dentro tuyo, pero tú no lo sabías.
Él es el hijo único del Padre, y se para frente a ti, y él es tu hijo, y luego,
solo luego de eso, tú sabrás que tú eres Dios el Padre.
Ganas toda la seguridad que
necesitas cuando ves a David, porque él es el Hijo de Dios, y él es tu hijo.
Por lo tanto tú debes ser Dios, y esa es la historia.
Ahora, esta es nuestra última
noche, así que luego de ir al silencio, les daré un tiempo amplio para
preguntas si tienen alguna.
*Van al Silencio*
Bien.
¿Hay algunas preguntas?
-Pregunta Inaudible.
- Oh sí, mi querida. Tú llevas contigo tu
memoria. He visto a muchos, incluso a mis padres. El día que mi madre murió,
allá en el 1941, fue justo un mes antes del ataque de Pearl Harbor. Yo estaba
en la Ciudad de Nueva York en ese momento. Acababa de volver de Barbados donde
había pasado semanas con ella, y ella tenía un caso terminal de cáncer. Así que
volví, y estaba sentado en mi living comedor, y mi madre aparece frente a mí, y
ella era una joven, una hermosa rubia como cuando era jovencita, rubia y de
ojos claros, y mi madre está frente a mi sentada, observando a las flores en el
hermoso jardín. Ella estaba cepillándose el pelo, pero no me hablaba. Y luego
le envié una carta a mi hermana diciéndole que acababa de ver a nuestra madre,
y que nuestra madre es la más bella mujer, jovencita, de unos veinte años de
edad, y lo interpreté como que se había recuperado, pero en realidad ese era el
momento exacto en que mi madre había partido del mundo. Cuando me respondieron
mis hermanas, me dijeron que esa era la hora en que había sucedido - y hay una
hora de diferencia entre Nueva York y Barbados- pero ese era exactamente el
momento en que mi madre cerró sus ojos y eso fue todo.
Pero ella apareció instantáneamente ante mí en la Ciudad
de Nueva York, a dos mil millas de allí, y no como la vieja, vieja persona que
aparentaba; ella solo tenía sesenta y uno cuando murió pero se veía mucho más
vieja porque estuvo con dolor por mucho tiempo. Había perdido mucho peso. Ella
era una pequeña cosa achicharrada cuando no debería haberse visto así. Pero yo
la vi en sus veinte. Mi hermano Lawrence, quien murió a los sesenta y dos o
sesenta y tres, y lo vi una vez, estaba en sus veinte o veintidós. Mi padre, la
misma cosa. Jack Buckleman, que era mi secretario, murió a los cincuenta años.
Cuando lo vi, ocho meses después, Jack tenía alrededor de veinte o veintidós.
Así que solo puedo decirles lo que
veo, y son todos restaurados, no son pequeños bebés. Son restaurados con
inteligencia y ellos saben quiénes son, saben quién eres tú, y muchos ni saben
que han muerto. Completamente no lo saben, la mayoría no lo saben porque no han
muerto realmente. Como Jack, cuando lo vi le dije: “Jack, sabes que has muerto,
yo fui a tu funeral”, y él me dijo, “tú estás loco. Morí pero no estoy muerto.”
Yo le dije, “si, has muerto pero no estás muerto.” Eso no tiene sentido,
¿verdad?
Hay estados de conciencia, en los
que hombres visionarios son tomados por locos, y entonces son acusados de estar
locos, de estar dementes, pero yo no puedo evitarlo. Veo estas cosas y digo
exactamente lo que me ha sucedido. Pero hay ciertos estados en que los hombres
de visión son tomados por locos. En la calle 48 de Nueva York, un día yo estaba
frente a una vidriera, tenían un lindo despliegue de mis libros y había una
foto mía. Y dos mujeres vinieron, en realidad eran tres, una era la guía que
les mostraba a las otras dos amigas que habían venido de afuera de la Ciudad, y
querían ver las vistas de Nueva York, así que yo me acerqué y me paré al lado
de ellas, no me conocían, ni me miraron, pero estaban mirando a la foto de la
vidriera, y una mujer le dijo a las otras dos: “Tienen que ver a ese sujeto”, y
todas miraron, y ella dijo, “él está loco como una cabra, ¡pero tienen que ir a
escucharlo! Es una de las cosas que hay que hacer cuando visitas Nueva York. Él
esta tan loco como vienen. lo llaman el místico loco de la calle 48.” Bueno,
ella debe haber escuchado eso, nadie me llama el místico loco, así que debe
haberlo escuchado, así que me llaman el místico loco de la calle 48.”
-Fin del audio.
Gracias
ResponderBorrarGracias, muchas gracias
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